¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
2 de diciembre de 2020 – Llamado de Jesús el Buen Pastor a Su Rebaño Fiel. Mensaje a Enoch.
“Mi Paz sea con vosotros, Rebaño mío.
Mi pequeño Nabí, dile a la humanidad que está ya en tiempos de tribulación y no hay marcha atrás; la tribulación cada vez será más fuerte y os irá purificando hasta que brilléis como crisoles. El tiempo de mi Aviso está en cuenta regresiva, su día cada vez está más cerca; en vuestro paso por la eternidad, seréis juzgados como si hubiera llegado vuestra hora y se os llevará al lugar que os corresponde según vuestras obras. Una minoría que se puede contar será llevada al Reino de Dios, la inmensa mayoría de las almas serán llevadas al Purgatorio o al infierno.
Rebaño mío, mi Aviso y Milagro, serán la última oportunidad que le daré a la humanidad para que se convierta. Mi Infinita Misericordia le concederá la Gracia a muchas almas de regresar de nuevo a este mundo, para que retomen la senda de la salvación y no vuelvan a poner en duda mi existencia y la existencia del Cielo, Purgatorio e infierno. Millones de almas tibias se les concederá la Gracia de regresar para que en el tiempo del Milagro se conviertan, de no hacerlo, serán separadas para siempre de mi rebaño. Millones de almas por la gravedad de sus pecados no regresarán más este mundo; mi Aviso será para ellas, el pasaporte a la muerte eterna.
Ovejas de mi Rebaño, el tiempo de la Gran Tribulación comenzará con el último reinado de mi Adversario y durará tres años y medio de vuestro tiempo. Durante este tiempo mi Rebaño será totalmente purificado y estará listo para emprender la última batalla por su libertad; mi adversario y sus huestes del mal, serán derrotados y expulsados de la faz de la tierra. Estad pues alerta y vigilantes, porque se aproxima el regreso triunfal de vuestro Rey y Salvador; que vuestras lámparas permanezcan encendidas con la oración, para que podáis salir al encuentro de vuestro Señor y Salvador, que ya está tocando a la puerta de vuestra alma.
Rebaño mío, se aproximan días de angustia y de gran agitación, pero no temáis; Yo, vuestro Eterno Pastor, no permitiré que ninguna de mis ovejas se me pierda. Os estoy llamando ovejas de mi rebaño; escuchad mi voz y permaneced cerca del redil, porque muy pronto vengo a reuniros para que haya un sólo Pastor y un solo rebaño. La noche y sus tinieblas se están acercando, no tengáis miedo, por muy fuerte que sean las pruebas, permaneced siempre firmes en la fe; orantes y vigilantes a todo instante, y os aseguro que todo pasará como un sueño y nada ni nadie, podrá robaros mi Paz.
Rebaño mío, sed astutos como serpientes, y mansos y humildes como palomas. (Mateo 10, 16) No os relajéis con la oración, porque bien sabéis que vuestro enemigo el diablo, anda como león rugiente, buscando a quién devorar. (1 Pedro 5, 8) Si oráis y estáis bien protegidos con vuestra Armadura Espiritual, la protección del Cielo tendréis; más si os apartáis de la oración y de Dios, corréis el riesgo de perderos porque estos días que estáis viviendo son ya de oscuridad. Acatad pues rebaño mío, las instrucciones que os estoy dando para que podáis caminar en medio de esta oscuridad y llegar seguros a las puertas de mi Nueva Creación.
Mi Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor de todos los tiempos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."