¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Octubre 09 2020 – Llamado de Dios Padre a Su Pueblo fiel. Mensaje a Enoch.
La humanidad está por entrar en el tiempo de la gran purificación
“Pueblo mío, mi Paz esté con vosotros.
Hijos míos, la humanidad está por entrar en el tiempo de la gran purificación, donde los ayes y dolores serán el común de esos días. Acontecimientos nunca antes vistos por ojo alguno en el cielo y en la tierra, vais a presenciar; la transformación del universo va a hacer que vuestro planeta sufra grandes cambios que afectarán la vida de todas las criaturas. Los desastres naturales que ocurrirán en la tierra por la transformación del universo, serán una de las grandes pruebas por las que tendréis que pasar.
Muchos lugares en la tierra van a desaparecer, ciudades y poblaciones dejarán de ser; las aguas del mar enloquecerán y muchas regiones costeras desaparecerán. Sonidos fuertes como retumbar de trompetas se escucharán en el cielo y la inmensa mayoría de esta humanidad ingrata y pecadora, entrará en pánico. El sol y la luna se oscurecerán y las estrellas perderán su brillo. (Joel, 3. 15) Los astros se conmocionarán y la rotación de la tierra se acelerará. En muchos lugares el ecosistema terrestre cambiará, haciendo que desaparezcan bosques, selvas, fauna y flora.
La transformación del universo dará origen a una Nueva Creación, a unos Nuevos Cielos y a una Nueva tierra, que será habitada por mi Pueblo fiel. Cuando la tierra comience a gemir con sus últimos dolores de parto, no entréis pueblo mío en pánico; Orad y alabad la Gloria de Dios y hallaréis en la oración y la alabanza, paz, serenidad y esperanza. Preparaos habitantes de la tierra, porque la transformación del universo cambiará el rumbo de vuestra vida. Todo será renovado en el Cielo y en la Tierra, la Nueva Creación será espiritual y habitada por seres espirituales. Mi Pueblo acrisolado por la purificación será renovado, mi Esencia Divina transformará a mis Hijos en seres espirituales de naturaleza semejante a la de mis Ángeles.
Alegraos Pueblo mío, porque la Gloria de Dios os espera en los Nuevos Cielos y en la Nueva Tierra, que crearé para deleite vuestro. No temáis Pueblo mío, en las pruebas que os llegarán, conservad la calma y poned vuestra fe y confianza en vuestro Padre Celestial y todo irá pasando conforme a mi Voluntad. Ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá si permanecéis unidos a Dios en las pruebas que se os avecinan; acordaos, vuestro dolor, sufrimiento y purificación en las pruebas, es nada, comparado con la Gloria, el Gozo, la Paz y Plenitud, que os espera en mi Nueva Creación.
Quedad en mi Paz, Pueblo mio, Heredad mía.
Vuestro Padre, Yahve, Señor de la Creación.
Dad a conocer mis mensajes de salvación en todos los confines de la tierra, Hijos míos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."