¿Qué se puede hacer por ellas? Por desgracia, nada, su destino está sellado, se hunden en el infierno del olvido, de la falta de memoria, de la muerte...
El infierno está lleno, y es tan vasto que el número no importa. Allí las almas no se cansan de odiarse, vomitarse y destriparse unas a otras... El infierno...