¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.

(M.G.L.25) Extractos de los Mensajes de la Santísima Virgen María a Simona y Ángela, Zaro, Ischia, Italia

(Lectura: 4 min.)

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Alabado sea Jesucristo

La Santísima Virgen María: «Queridos hijos, síganme por el camino que les he mostrado desde hace tiempo, conviértanse y vuelvan al Señor. Hijos Míos, […] les pido oración, oración por este mundo cada vez más atrapado por el mal y el pecado.

Hijos, ¿cuándo comprenderán que la oración es importante?

Que su vida sea oración, y todo lo que hagan, háganlo con amor y ofrézcanlo al Señor, incluso cuando les cueste esfuerzo, porque nada de lo bueno que se hace se pierde.

[…] Hijos, recen mucho por los sacerdotes y por Mi amada Iglesia. Los sacerdotes necesitan mucha oración para ser sostenidos, para que sean fuertes en la fe y fieles a su vocación.

Hijos muy amados, Mi Corazón es como una puerta por la que todos pueden entrar y obtener gracias, no tengan miedo, no duden en entrar, les espero con los brazos abiertos, les cubro con Mi Manto y les protejo».

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La Santísima Virgen María: «Hijos, también hoy les pido oración por Mi amada Iglesia, no solo por la Iglesia universal, sino también por la Iglesia local. […] Hijos, recen mucho por Alemania y por Francia. Recen, recen, recen».

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Visión de Ángela: “Esta noche, la Santísima Virgen María se presentó toda vestida de blanco. […] Tenía los pies descalzos y apoyados sobre el mundo.

El mundo estaba cubierto por una nube gris. En algunas partes del mundo se veían pequeñas llamas. [La Santísima Virgen] tenía un rostro muy triste, diría preocupado. […] A su izquierda estaba San Miguel Arcángel, como un gran líder, con una larga lanza en las manos que apuntaba a un punto preciso del mundo. [La Santísima Virgen] bajó la mirada y las lágrimas surcaron Su rostro.”

La Santísima Virgen María: «Queridos hijos, os amo, os amo inmensamente y si todavía estoy aquí entre ustedes es por la inmensa misericordia del Padre. Hijos muy queridos, les esperan tiempos difíciles, tiempos de pruebas y dolores, pero no teman, estoy aquí con ustedes, siempre a su lado. Hijos, les tiendo Mis manos, les ruego que las agarren.

Hijos muy queridos, oren mucho por este mundo y por la conversión de toda la humanidad. Oren por la paz, cada vez más lejana debido a la dureza y la necedad de los hombres. Oren, hijos Míos, que vuestra vida sea oración. Este mundo es ahora una gran mancha de pecado».

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Visión de Ángela: “Empecé a ver escenas de guerra espantosas y naciones enteras destruidas. Luego vi escenas que ya había visto varias veces en el pasado: buques de guerra en el Mediterráneo y portaaviones. Había muchas ciudades destruidas y cada vez eran más; el conflicto se extendía como la pólvora, y cada vez eran más las ciudades afectadas.

La Virgen María me exhortaba a no tener miedo y, a medida que rezaba con ella, las escenas se volvían cada vez más nítidas. […] Veía muerte y destrucción por todas partes, madres desesperadas y niños cubiertos de sangre, y no solo eso. La Virgen María tenía los ojos llenos de lágrimas, las manos juntas en oración y apretadas contra el pecho. Luego volvió a hablar…”

La Santísima Virgen María: «Hijos, les pido con insistencia que recen por la paz. Llevo años repitiéndoles: “Hijos, sus oídos oirán estruendos y ruidos de guerra”. No digo esto para espantarlos, sino para invitarlos a todos a orar con perseverancia y, sobre todo, con el corazón. Ánimo, hijos, no temáis, seguid adelante con el arma del Santo Rosario en las manos y los Sacramentos. Yo estoy con ustedes. Oren, oren, oren».

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La Santísima Virgen María: «Queridos hijos Míos, les amo […] no se desanimen, no se desalienten, en los momentos más difíciles de su vida recurran al Santo Rosario, apriétenlo con fuerza en su puño, recen, corran a la iglesia y arrodíllense ante el Santísimo Sacramento del Altar, recen y adoren a Mi Hijo vivo y verdadero».

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Visión de Ángela: «La Virgen María se presentó toda vestida de blanco, incluso el manto que la envolvía era blanco y amplio, y el mismo manto le cubría también la cabeza. […] Tenía los pies descalzos, que descansaban sobre el mundo, y sobre el mundo había una serpiente que ella mantenía inmóvil con su pie derecho.

La serpiente se retorcía y sacudía con fuerza la cola. El mundo bajo sus pies estaba envuelto en una gran nube gris. [La Santísima Virgen] cubrió con su manto una parte del mundo.”

La Santísima Virgen María: «Hijos muy amados, les esperan tiempos difíciles, tiempos de dolor y sufrimiento. Estos son los tiempos de Mi llamada, les ruego, hijos, conviértanse y vuelvan al Señor. Caminen en Mi Luz y dejen que Mi Manto y Mi Amor les envuelvan.

Hijos, también hoy les invito a orar por la paz, cada vez más lejana y cada vez más amenazada por los poderosos de esta tierra.

[…] Hijos, no pierdan la esperanza, no tengan miedo. No están solos, Yo estoy con ustedes y Mi tarea maternal es interceder por ustedes ante Mi Hijo Jesús. Oren, hijos, oren sin cesar, que su vida sea oración. Oren y adoren a Jesús, Él está vivo y es verdadero en el Santísimo Sacramento del altar. Adoren a Jesús en silencio y abran sus corazones para escuchar. ¡Dios habla en el silencio!».

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La Santísima Virgen María: «Queridos hijos Míos, les amo […] no teman, yo estoy siempre con ustedes. Hijos Míos, Mi Corazón está desgarrado por todo lo que sucede en el mundo. Hijos Míos, oren, oren, les esperan tiempos difíciles, pero ustedes, hijos, no pierdan la fe. […] Hijos Míos, oren, no se alejen de Mi Corazón Inmaculado, aprieten con fuerza en su puño el Rosario. Hijos Míos, les amo, el mal acecha en cada rincón, listo para saltar sobre ustedes y devorarles, solo con la oración y los Santos Sacramentos pueden combatirlo».

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La Santísima Virgen María: «Hijos, este mundo es ahora una gran mancha de pecado a pesar de Mis continuas intervenciones en todas partes del mundo. Les ruego, hijos, que sean hijos de la luz. Permanezcan firmes en la fe para no caer presa de quienes tratan de alejarlos de la verdad. Solo Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida.

Hijos muy amados, también esta noche les pido que recen por Mi amada Iglesia. Recen, hijos, no solo por la Iglesia universal, sino también por la Iglesia local. Recen mucho por los sacerdotes. Hijos, si un sacerdote cae, arrastra consigo a muchas almas.

“Desafortunadamente… no rezaste lo suficiente por él… ahora él cree en lo que hace…”

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Oren para que la unión entre Mi Hijo Jesús y ellos sea más fuerte. El sacerdote es quien une a Dios con ustedes a través de los Sacramentos. Oren, oren, oren».

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La Santísima Virgen María: «Queridos hijos, […] también hoy estoy aquí para pedirles oración, oración por este mundo cada vez más atrapado por las fuerzas del mal».

Visión de Ángela: «En ese momento, la [Santísima Madre] me dijo:

«Hija, ven conmigo y mira».

Fui como elevada junto a Ella, caminando detrás de Ella. Luego nos detuvimos, yo estaba como en una colina alta y Ella me dijo:

«Mire y rece conmigo».

La [Santísima Madre] me señaló varios puntos de la tierra, precisos para mirar, y me invitó a orar con Ella. Me mostró lo horrible que estaba sucediendo en el mundo. Vi escenas de guerras y violencia, escenas de asesinatos y suicidios, escenas de prostitución y violencia, me mostró muchas maldades humanas. Con la cabeza inclinada, seguía mostrándome escenas de todo tipo de maldad. [Nuestra Madre] tenía el rostro muy triste y Sus ojos se llenaron de lágrimas.

«Hija, esto es solo una pequeña cosa lo que te he mostrado»

Luego volvió a hablar.

«Hijos, el mundo necesita mucha oración, oración hecha con el corazón y no con los labios. Hijos muy amados, no sirve de nada que llenen su boca de oraciones, si luego sus corazones están llenos de odio y de ira. Estoy aquí para ayudarles, por favor, ábranme sus corazones y déjenme entrar. En Mi Corazón hay lugar para todos, por favor, tiendan sus manos, tomen las Mías y caminemos juntos. Hijos Míos, también hoy los invito a formar cenáculos de oración, que sus hogares se llenen del aroma de la oración. ¡Por favor, escúchenme! La oración es un arma muy poderosa contra las fuerzas del mal. Oren, oren, oren. Que su vida sea oración. Aprendan a bendecir y no a maldecir».

Luego [Nuestra Madre] extendió sus brazos y de sus manos salieron rayos de luz que inundaron el bosque (el lugar de las apariciones). Por último, bendijo a todos:

En el nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Fuente: Madonna di Zaro

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Breve historia de las apariciones de la Santísima Virgen María en Zaro, Ischia (Isquia), Italia.

En el corazón del bosque de Zaro, situado en el municipio de Forio, desde 1993 se producen dos veces al mes las apariciones de la Virgen María. El fenómeno aún no ha sido aclarado por la Iglesia, pero son muchos, tanto pueblo de la isla como forasteros, los que acuden a Ischia para presenciarlo y rezar. Desde ese día, la Virgen parece haber confiado al grupo de videntes varios mensajes y algunas profecías que, tal vez por casualidad, se han cumplido. En 1993, tuvo lugar la primera aparición para Paolo y su hermano Luigi, un año después se unieron al grupo Imma, Marianna y Simona, y esa parte del bosque de Zaro se convirtió, por voluntad de la Madre Celestial, en un lugar bendito. Desde ese año, multitudes de fieles acuden cada 8 y 26 del mes para rezar y asistir a las apariciones; de la agrupación inicial, las únicas dos videntes que quedan son Angela y Simona. Desde 1995, los jóvenes, una vez recibidos los mensajes, los recitaban en el acto, concediendo entrevistas a los distintos medios de comunicación, que acudían de toda Italia intrigados por el misterio. El obispo de entonces confió al párroco de Lacco Ameno (ciudad de la isla de Ischia] la tarea de custodiar los mensajes, algunos demasiado graves para ser confiados a la población sin ningún filtro. En 1995, Ángela y Simona tuvieron una visión de la destrucción de dos torres, y cuando preguntaron a la Madre Celestial dónde estaban las torres, se les apareció la imagen de la estatua de la libertad. Varios años después, se produjo el atentado contra las Torres Gemelas. El momento de la aparición es sugerente: durante las horas de oración, el silencio del bosque se funde con el murmullo continuo del rosario. De repente, en los rostros de las dos videntes, un continuo parpadeo. Las dos videntes dicen que ante sus ojos aparece una esfera de luz que desde lo alto se posa suspendida sobre la piedra; es la Virgen, una niña de unos quince años de tez morena, toda vestida de blanco con un cinturón de oro en la cintura con un corazón de rosas en el centro. Las videntes se ven así envueltas en un éxtasis místico y, postradas en tierra, descansan el espíritu en un momento de extrema comunión con el mundo misterioso iluminado por los espíritus superiores. ¿Dónde se encuentra el bosque de Zaro? Zaro es una localidad boscosa situada en el municipio de Forio d’Ischia y que también limita con el municipio de Lacco Ameno (isoladischia.com).