
9 de julio de 2025 – Mensaje del Cielo a Christine, Francia
§1. Será el tiempo del arrepentimiento y muchos no estarán preparados
§2. Os mostraré a cada uno de vosotros quiénes sois realmente
§3. ¡Pero nada, hijos, se hará sin sufrimiento!
§1
El Señor: «Cuando llegue el tiempo -y ya está aquí- será el tiempo del arrepentimiento y muchos no estarán preparados, les cogerá desprevenidos, como si no estuvieran preparados.
¿Y qué podrán hacer los que han vivido en la ignorancia, en el rechazo de Mi Presencia y de Mi Palabra, los que me han negado voluntariamente, los que se han burlado de Mí, los que me han blasfemado?
Este será el tiempo de la gran Prueba, cuando cada uno, solo consigo mismo, solo con sus negaciones, solo con su fe vacilante, tan pobre, tan pobre, tan casi inexistente, vivirá en el tornado más violento, en el horno más ardiente.
He venido a vosotros, a vosotros, y pocos, tan pocos, me han abierto la puerta de su morada; muchos han permanecido escépticos, desconfiados, arrogantes y perversos, tanto en sus pensamientos como en sus obras.
Yo vengo a purificar este mundo y a quitar de él la cizaña que lo cubre, y ni una sola brizna de hierba, ni uno solo de Mis hijos se escapará.
Todos sufriréis, todos veréis vuestras negaciones, vuestro orgullo, vuestras faltas, vuestros defectos, y todos os sorprenderéis de vuestra decadencia, porque todos os habéis dejado engañar por el diablo, todos le habéis servido.
En vosotros, el mal es una raíz que hay que arrancar con fuerza. Os habéis dejado invadir, y malas hierbas con raíces profundas han infestado vuestros hogares.
§2
Hijos, vengo y vuelvo a vosotros como Purificador y como Juez, el Juez supremo. Os mostraré a cada uno de vosotros quiénes sois realmente, cuáles han sido vuestras elecciones, vuestro orgullo, vuestros vicios y vuestras negaciones, y veréis la oscuridad de vuestros hogares; veréis cómo el mal y las malas acciones han invadido vuestros parterres y cómo os habéis dejado engañar, por facilidad, por elección, por negación.
Adquiriréis la vestidura blanca al precio del dolor, de la renuncia y del abandono. Porque os habéis dejado cegar, porque habéis perdido el camino de la pureza, no podéis caminar por la senda del Cielo, así que pasaréis por piedras y espinas, para entrar en el dolor, en la dura realidad de vuestras vidas insípidas.
Sin Mí, hijos, nada podéis hacer y sin Mí nadie puede existir.
Venid a Mí y Yo vendré a vosotros y os libraré de toda vuestra sordera y os haré entrar en el camino de la Luz y llevaré en vuestras almas Mi Palabra de vida, para que os irrigue enteramente y haga nacer en vosotros la Vida divina.
§3
¡Pero nada, hijos, se hará sin sufrimiento!
Vosotros que habéis ignorado el Bien Supremo que Yo soy, os habéis mofado de Mí, degradado de Mí, burlado de Mí, descuidado de Mí, abandonado de Mí, por eso pasaréis por el camino de la Purificación, el camino del Juicio Final que será irrevocable ante vuestras negaciones, vuestros rechazos, vuestros desprecios.
Habéis jugado con hechizos, inconscientes de los caminos que tomabais, pero deseosos de darme la espalda; Me habéis despreciado, os habéis burlado de Mí, Me habéis abandonado, por lo que vuestras negaciones se volverán contra vosotros.
Habéis alejado de vosotros el recuerdo del Cielo, así que el Cielo actuará con vosotros como vosotros habéis actuado con Él, y sabréis lo que es sufrir la negación, la renuncia y el desprecio.
Hijos, con profundo dolor os hablo de Mi tristeza por vuestro desprecio, porque lo sabéis, lo ignoráis o queréis ignorarlo, pero soy el Salvador y he venido a salvaros a todos y a libraros de las asechanzas del Diablo, pero he dejado a cada uno de vosotros libre albedrío.
Así que, por última vez os lo imploro, ¡no abjuréis del Cielo ni de Aquel que se sienta y mora allí! Escuchad al Hijo y no os dejéis arrastrar por la negación de aquel, el diablo, que busca vuestra perdición ¡para toda la Eternidad!»
Fuente: Messages du Ciel à Christine