
M1625 – Extractos de los mensajes del Cielo dados a la Hermana Amapola de la Misión de la Divina Misericordia, E.E.U.U.
María Santísima: «Escribe, hija. Hijitos Míos, Vuestra Madre ve la angustia de vuestro corazón.
- ¿Qué significa la nueva elección? [1]
- ¿Es válida?
- ¿No acaso hay buenas señales?
- ¿Es una contestación a nuestras oraciones?
- ¿Qué de tantas profecías, fueron falsas?
Y cuántas más preguntas se ciernen en vuestros corazones.
Hijos, estaos en PAZ. Haced SILENCIO. Esperad la Acción de Nuestro Dios.
- Os Hemos dicho que tenemos un Plan.
- Os Hemos dicho que este Plan avanza sin parar.
- Os Hemos anunciado el inicio de la Reconquista – la apertura de esta fase de Nuestro Plan.
Esperad. Estad atentos. No os dejéis llevar por las apariencias ni por palabras falsas.
¿Pueden los lobos dar a luz a un cordero? NO.
Hijos, ante la confusión reinante, ante los sucesos que os parecen tan contradictorios, esperanzadores, aterradores, no perdáis la PAZ.
Venid y refugiaos en Mi Corazón. La Iglesia naciente se refugió en Mi Corazón después de la Muerte de Mi Jesús.
En Mi Corazón se conservó la Fe. En Mi Corazón traspasado por tantas lanzadas, se conservó la esperanza, y se conservó LA VERDAD que pocos en ese momento pudieron aceptar y recibir.
Que Jesús había de morir para resucitar al tercer día, abriendo con Su Sangre las puertas del Cielo a los hijos de Dios.
También hoy, hijos, os tenéis que refugiar en Mi Corazón a medida que todo se derrumba. A medida que la Iglesia “muere”, en espera de ser purificada y renovada.
En Mi Corazón está la Fe, Esperanza y la VERDAD.
- Aquí podéis respirar aire puro, tras el humo hediondo de Satanás.
- Aquí podéis ver con claridad, después de la oscuridad de la confusión que reina ahora en el mundo.
- Aquí podéis estar en silencio y escuchar a la Voz del Padre, tras el ruido ensordecedor de las mentiras del enemigo.
Venid una y otra vez a este Refugio que se os da. No temáis. Venid. En Mi Corazón podréis orar, adorar, y fortaleceros para la batalla. Sí, la batalla apenas inicia, hijos. Estad atentos. No os dejéis llevar por vuestros sentimientos ni por las falsas palabras de tantos. El que tenga oídos, que escuche lo que el Espíritu dice a la Iglesia. Lo que el Espíritu dice a Sus hijos:
ATENTOS. ¡EN GUARDIA!
Mis pequeñuelos, orad Conmigo por todos los hijos de Dios.
Orad en especial:
- Por Mis hijos Sacerdotes.
- Por Mis fieles, para que sigan en su fidelidad.
- Por Mis débiles, para que reciban fortaleza.
- Por Mis temerosos, para que reciban valentía.
- Por Mis razonadores, para que reciban la Luz Divina sin el filtro imperfecto de su razón.
Mis amados Sacerdotes, cuán necesarios sois en esta Hora.
OS NECESITO.
Os bendigo con todo Mi Amor Maternal. No os separéis de Mí.
Ayudad a Mis pequeñuelos, a los más atacados por Satanás. Si vosotros no los ayudáis, entonces ¿quién?
Llevad en vosotros Mi Amor, Mis Palabras, Mi Pureza y Mi Amor por Mi Jesús.
Andad SIN TEMOR. El tiempo del temor y de la timidez YA PASÓ.
- Es la hora de los valientes, hijos.
- Es la hora de quien ama a Jesús.
Pequeñuelos Míos, os amo. Vuestra Madre del Cielo os bendice. Estad en Paz. Estad atentos. En guardia, hijos.
María Santísima, Vuestra Madre y Reina de los Ángeles de Dios».
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- La elección del Papa León XIV
Fuente: Mission Divine Mercy