
Visiones de Jesús y María transmitidas a Melanie, Alemania
1. (M191) Rosas para los muertos
Escena 1: Paisaje desértico
Escena 2: Armas químicas
Escena 3: Enorme explosión
Escena 4: Cientos de rosas
2. (M192) Seguridad engañosa
Escena 5: La guerra se acerca
Escena 6: Nada volverá a ser como antes
Escena 7: La importancia de la oración y la confianza
§1
1. (M191) Rosas para los muertos
Escena 1: Paisaje desértico
Visión de Melanie: “Durante las oraciones vespertinas, la Madre de Dios, la Bienaventurada Virgen María, se aparece a Melanie y le muestra visiones interiores. Le muestra una vasta tierra con un paisaje desértico en primer plano.
La zona parece muy árida, con muy poca vegetación; en su lugar, predominan la arena y las rocas.
Escena 2: Armas químicas
De repente, otra explosión aparece en la mente de Melanie. Podría tratarse de una escena en [Moderna Persia].
Aparecen paracaidistas y despliegan tubos de escupitajos, un símbolo que Melanie entiende como una referencia al veneno, es decir, presumiblemente armas químicas.
Durante un breve momento de la aparición, la vidente siente sus efectos en su propio cuerpo: se le irritan las vías respiratorias, empieza a toser y tiene la sensación de asfixiarse.
En esta angustiosa situación, María Santísima rodea la cara de Melanie con Sus manos – un gesto que expresa una profunda confianza y que permite a Melanie sentir la cercanía de Nuestra Madre.
Escena 3: Enorme explosión
Entonces aparece de nuevo la enorme explosión: un destello deslumbrante, seguido de una onda expansiva, se extiende como una capa de humo en todas direcciones. Nuestra Madre Santísima explica que esta detonación masiva (es decir, el atentado) representa una amenaza real.
Un avión, presumiblemente militar, lanza una bomba. Se puede ver al piloto en el lateral de la cabina, así como una parte del avión que parece más grande que un avión normal. Evidentemente, no se trata de un avión de combate normal.
Escena 4: Cientos de rosas
María Santísima empieza a colocar cientos de rosas en delicados tonos rosa, naranja y blanco. El resultado es una enorme pila de rosas que casi parece una pared. Por último, le da a Melanie una rosa blanca con un lazo negro, símbolo de los muertos.
Las rosas se colocan para conmemorar a las víctimas de este acontecimiento, en caso de que se produzca de acuerdo con la advertencia de María. En el fondo, los tanques atraviesan la imagen en diagonal, de arriba a la izquierda y de abajo a la derecha.”
§2
2. (M192) Seguridad engañosa
Escena 5: La guerra se acerca
Visión de Melanie: “El día del Viernes Santo (18 de abril de 2025), la Santísima Virgen María se aparece a Melanie. La visión comienza con palabras inquietantes:
«Guerra. La guerra se acerca. La guerra se acerca, hija Mía».
Nuestra Madre pide a Melanie que advierta a sus hermanos y hermanas sobre la escalada de la guerra en [el País con capital Sanaa]. Advierte que muchos están adormecidos por una falsa sensación de seguridad, un error peligroso. [El País con capital Sanaa] es un polvorín. María Santísima advierte:
«Preparaos, hijos Míos, pronto estallará la tormenta. Muy pronto».
Escena 6: Nada volverá a ser como antes
Durante la visión, Melanie mira por la ventana. Ve a la Bienaventurada Virgen María en una forma imponente y majestuosa: Sus pies tocan la tierra, Su cabeza se eleva hacia las nubes. A su alrededor se desencadena una poderosa tormenta: los relámpagos iluminan el cielo, detrás de Ella se forma un poderoso torbellino.
María Santísima: «Pronto nada volverá a ser como antes. Rezad. Rezad, hijos Míos. Mantened el orden».
Escena 7: La importancia de la oración y la confianza
Nuestra Madre confirma a Melanie y a su grupo de oración que le gusta el orden actual de oración durante la hora y media. Pide que se mantenga esta forma de oración. También nos anima a no cejar en nuestro empeño, a confiarle todas nuestras preocupaciones, ya sea en relación con los hijos, el cónyuge, las necesidades económicas u otros retos de la vida.
María Santísima: «Pedidme ayuda sin cesar, igual que cuido de la paz en el mundo, cuido de cada persona que se dirige a Mí con confianza. No dejo a nadie desapercibido».
Por último, Nuestra Madre se despide en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.”
Fuente: Himmelsbotschaften an Melanie