¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.4 de enero del 2025 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
§1: Deben aprender a respetar al prójimo
§2: Pasar por el tamiz de la purificación
§3: La Tierra tendrá cambios, variará en su geografía
§4: No desean acatar los Mandamientos de la Ley de Dios
“Amadísimos hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo: vengo a ustedes por Voluntad Divina.
§1
Cada uno de ustedes es una perla preciosa para Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
Como Príncipe de las Milicias Celestiales les ordeno en este momento darlo todo por la conversión. En este momento, no en otro, en este antes de que sea tarde. El solo caminar en busca de convertirse en una mejor criatura, les abre los sentidos para que se dé en ustedes un cambio en la mentalidad egocentrista con que viven en este momento.
Deben aprender a respetar al prójimo. Ustedes critican a sus hermanos y no se miran a sí mismos.
Tienen la capacidad de decidir cómo desean continuar su vida, eligiendo entre el bien y el mal. Cada uno posee libre albedrío utilizando la mente y el pensamiento, a los que ustedes creen gobernar, pero no es así; al contrario, el pensamiento les gobierna y los lleva a caer en el pecado porque son débiles, no ayunan de sus gustos ni deseos ni de alimentos ni de bebidas y se guían por los bajos instintos.
§2
Deben mirar hacia arriba y vivir con ese deseo de ser más espirituales y deben dejar de mirar lo mundano.
Nuestro Rey y Señor Jesucristo les conoce, sabe de sus debilidades y cómo desean siempre sobresalir y dominar a sus hermanos, llegando a la soberbia y aplastando a los humildes. En ese estado les es más difícil encontrar el camino correcto.
Esta generación va a evolucionar luego de pasar por el tamiz de la purificación. Son la generación que debe ser más espiritual.
Quienes cambien de comportamiento y se alejen de la mentalidad mundana hacia una mentalidad más espiritual mirando hacia la Vida Eterna, avanzarán siempre que conserven la humildad.
§3
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, los cambios se dan uno tras otro en todos los aspectos; en el plano cósmico los cambios serán rápidos y con repercusiones en la Tierra.
La Tierra tendrá cambios, variará en su geografía;
Los sismos profundos van rasgando la tierra desde el interior y los sismos de gran intensidad despiertan a los volcanes dormidos.
Los cambios en la Tierra sucederán con rapidez ante quienes no creían que se cumplirían las Profecías. Quienes llamaron mentirosos y falsos a los instrumentos de Nuestra Reina y Madre y se atrevieron a emitir juicios, los mirarán con asombro ante el cumplimiento de cuanto estos verdaderos instrumentos han anunciado.
Saben hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, que el tiempo de Navidad en la Iglesia Católica inicia con la vigilia de Nochebuena y termina con la Epifanía de Nuestro Rey y Señor Jesucristo el día 6 de enero (Mt. 2, 1-12).
¿Son conscientes de que nuevamente las enfermedades [1] mantienen al mundo en suspenso?
Viven el momento en que enfermedades conocidas y otras desconocidas han sido dispersadas en algunos países creando alerta mundial.
Hijos, el deseo de reducir el número de criaturas humanas que habitan la Tierra no se detiene y por ello ustedes padecen.
El aire les contaminará a través de la ciencia mal empleada utilizada por los poderosos para eliminar parte de esta generación que se divide en dos: los que se convierten y son fieles hasta el final y las criaturas humanas que no se convierten y serán sus enemigos uniéndose al Anticristo [2].
Algunas creaturas humanas no desean el bien común, sino la búsqueda de poder y en esa búsqueda enferman a sus semejantes para mantenerles en sus hogares.
Esta generación padece y sufrirá por la guerra [3]; en diversos países sucederán revoluciones como un contagio [4], una tras otra.
§4
Hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, no desean acatar los Mandamientos de la Ley de Dios. Este es el momento indicado para que renuncien al “no deseo”.
- Sin Nuestro Rey y Señor Jesucristo no pueden transitar el camino correcto…
- Sin Nuestra Reina y Madre caminan sin el Consuelo Maternal que les corrige con ternura…
Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, visiten al Santísimo Sacramento del Altar, nútranse del Manjar Divino bajado del Cielo (Jn. 6, 51-58).
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por ustedes mismos.
Mis Legiones Celestiales se encuentran protegiéndoles.
San Miguel Arcángel.”
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Ave María Purísima,
sin pecado concebida
Comentario de Luz de María
“Hermanos: reciban bendiciones en este momento en que todavía nos encontramos dentro del tiempo litúrgico de la Navidad que termina en Epifanía y ha surgido ante la humanidad una peligrosa amenaza para la salud. Usemos el Aceite Buen Samaritano [5].
Es necesario utilizar lo que el Cielo nos ha dado para protegernos en momentos en que nuevamente están circulando virus entre nosotros. Recordemos que el Cielo nos ha pedido en Mensajes anteriores reforzar nuestro organismo para mantener las defensas altas.
San Miguel Arcángel nuevamente nos llama a la conversión para que nuestros ojos vean y nuestros oídos oigan. Cada uno de nosotros debemos tomar con seriedad los llamados del Cielo y hacer un firme propósito de enmienda, que nos permita ser más espirituales y así alcanzar metas que nos acerquen más a Nuestro Rey y Señor Jesucristo y a Nuestra Reina y Madre.
Oremos y preparémonos ante las constantes actividades del sol [6] que están siendo más frecuentes. Estamos escuchando hablar de guerras y de rumores de guerra y es que cuando en la guerra se utilicen las armas nucleares, ésta no durará porque la Mano Divina intervendrá fuertemente.
Reforcemos la unidad y en una sola voz digamos:
¡Adorado sea Nuestro Rey y Señor Jesucristo por los siglos de los siglos! Amén.”
- Sobre epidemias, pandemias y plagas: leer…
- Sobre el Anticristo: leer…
- Sobre la guerra: leer…
- Sobre los conflictos sociales y raciales: leer…
- Libro sobre las indicaciones del Cielo para la salud: descargar…
- Sobre la actividad solar: leer…
Fuente: Revelaciones Marianas
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”
"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."