
(D3024) Haz la Señal de la Cruz y lee todo…
§1: Os amo como sólo un Dios puede ama
§2: Toda la santificación tiene lugar en la Tierra
§3: Dios es generoso, y os pido que sigáis Su ejemplo
§4: Amar es olvidarse de sí mismo
§1
«Mis queridos hijos, sois Míos, ¿lo sabéis realmente?
Os amo como sólo un Dios puede amar, va mucho más allá de la locura de amar, pero no es locura, es una eternidad de Amor.
Os quiero a todos para Mí, dándome la máxima prioridad en todo, como lo hacéis con el ser más querido de vuestro corazón; eso significa darme todos vuestros momentos, todas vuestras acciones para que sean hechas para agradarme, incluso las más insignificantes.
Así os prepararéis para lo que está por venir.
Quiero que estéis estrechados a Mi Corazón en todo momento y Yo, Dios, os estrecho a cada uno de vosotros muy particularmente, muy individualmente junto a Mi Sacratísimo Corazón; El que os creó por Amor y para teneros siempre Conmigo.
Soy vuestro, sed Míos, tal es el Amor que tengo por vosotros.
§2
Y ahora, hablemos de vosotros. Yo os creé tal como sois, cada uno diferente de los demás, de todos los demás, cada uno con vuestras cualidades; y si desgraciadamente también tenéis defectos, fueron muy desgraciadamente causados por las consecuencias del pecado original.
Este pecado original, tan lamentado por vuestros primeros padres, quitó a la humanidad la gracia santificante permanente que le había dado, porque esta gracia santificante desaparece con el pecado. Habían recibido tan grandes dones porque la tierra debía ser el camino para llegar al día y entrar después en la bienaventurada Eternidad.
Toda la santificación tiene lugar en la Tierra, lugar privilegiado para crecer en santidad, conocer a Dios y luego gozarle perfectamente en la inmensidad de la Eternidad bienaventurada.
Dios quiere que seáis santos; no tenéis alternativa a la santidad. Sin santidad, no podrás entrar en el Cielo por vuestra propia deficiencia.
La Tierra es el lugar de la santificación; no hay otro lugar para llegar allí.
El purgatorio es un lugar de satisfacción, de reparación, pero es la tierra la que hace a los santos.
Sed, pues, santos, amadme como Yo os amo, hacedme feliz amándoos los unos a los otros como Yo os he amado en la tierra y os amaré por toda la eternidad.
§3
Yo pasé haciendo el bien en la tierra; como Yo, haced el bien a vuestro alrededor. No me escatimé en la tierra; a menudo sucedía que estaba cansado por Mi incansable devoción, Mis vigilias, Mis ayunos, pues a menudo, Mis discípulos y Yo no teníamos suficiente para comer. Aceptábamos las comidas que se nos ofrecían, pero a menudo estábamos en la miseria y continuábamos nuestra misión.
Así os quiero a vosotros, Mis queridos amigos, Mis hijos, Mis discípulos, siempre dispuestos a servir dentro de los límites de vuestras posibilidades, porque no podéis dar lo que no tenéis. Pero lo que tenéis, si se pide, si se desea, si es necesario, dadlo como Yo lo he dado siempre. Dios es generoso, y os pido que sigáis Su ejemplo, que seáis también generosos.
También quiero que seáis fervientes, rezando a Dios por cada una de vuestras acciones, como yo mismo he querido hacer siempre la Voluntad de Mi Padre Celestial.
A menudo rezaba por la noche para estar en perfecta armonía con Él durante el día, y todo lo que Él me presentaba, yo lo hacía. Que Mi Voluntad sea Tu Voluntad», me decía Él, y yo consentía en Mi humanidad sin guardarme nada para Mí.
Estaba totalmente entregado a Él y así es como Yo, Dios, había creado a Adán y Eva: su alma mandaba a su cuerpo sin ninguna obstrucción, y su cuerpo se doblegaba a las necesidades de su alma.
Así que no tenían ninguna oposición corporal, alababan a Dios que les era accesible y en todo habían recibido el conocimiento infuso, sabiendo qué hacer, cómo hacerlo y por qué. Estaban completamente sumisos a la Voluntad Divina, contentos en Él y felices con todo lo que Él había planeado para ellos.
La comida no era una preocupación para ellos; tenían lo que necesitaban y nada más les preocupaba.
Amaban a Dios, hablaban con Él y se sometían a Él en todo. Eso es santidad y quiero que vosotros seáis así.
§4
Permaneced en Mí y Yo estaré en vosotros. Amadme porque Yo os amo y el Amor es un Amor recíproco. Abridme vuestro corazón para que Yo ponga allí el Mío y podáis amarme con el Amor que Yo os doy para que Me améis. En el Cielo, es así, Mi Amor enciende a todos Mis santos y ellos Me aman con Mi Amor por ellos.
Quiero hacer arder la tierra en este nuevo año especial, quiero que sea santo no solamente en el nombre «Año Santo», sino en realidad, por vuestro amor hacia Mí y por Mi Amor hacia vosotros, indefectible.
Amar es servir, amar es obedecer, amar es darse, amar es olvidarse de sí mismo.
Os he dado el ejemplo del Amor perfecto, del Amor sublime que tengo por Mi Padre Celestial y por ustedes, Mis criaturas, pero ya no Mis criaturas sino Mis Hijos, Mis Amigos, Mis muy queridos.
Os he establecido en Mi Amor por Mi Cruz y por los Sacramentos que he dejado a Mi Iglesia después de Mí. Usadlos, abusad de ellos, pero siempre con dignidad, obediencia a Mis Leyes es un gran amor.
Este es Mi mensaje en vísperas de este Año Santo 2025, que sea verdaderamente santo en vuestras almas y corazones, que os haga santos como Yo quiero que seáis y como Yo os daré la gracia de llegar a ser.
¡Santo Año 2025!
Que Dios os ayude, que os dé todas Sus gracias como debéis aceptarlas todas: gracias de santidad, de devoción, de bondad, a Mi Imagen y a Mi Semejanza.
Os bendigo, hijos Míos, en el Nombre (+) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Vuestro Salvador, vuestro Redentor, vuestro Dios».
Fuente srbeghe.blog