
4 de julio del 2024 – Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Luz de María
«Amados hijos de Mi Sagrado Corazón:
Les bendigo con Mi Preciosísima Sangre que da vida eterna, vida en abundancia y que les otorga la Redención.
Poseen libre albedrío… es responsabilidad de cada uno de Mis hijos acoger cuantas gracias y bienes les he heredado o despreciarlos. (Jn. 1, 16-17)
Amadísimos hijos Míos, deben utilizar la conciencia para salvar el alma, logrando examinar el obrar y actuar del transcurrir de la vida.
Es bueno que los grandes intelectuales instruyan a Mis hijos, pero no deseo grandes intelectuales ni grandes oradores ni grandes pensadores, si no se acercan con humildad ante Mí, si no llaman a sus hermanos a tomar conciencia del momento tan decisivo en que viven y de la emergencia espiritual en la que se encuentran.
Amados hijos Míos: Esta generación está probando la hiel de sí misma, viviendo los momentos agónicos de la paz. ¡Cuánto sufro por Mis hijos, cuánto sufro por esta generación!
Les invito a mirar con claridad lo que sucede en la humanidad, no en unos países, sino en toda la humanidad contagiada de ira.
Hijos Míos, no necesitan una guerra para agredirse; le han permitido a la soberbia crecer en ustedes, siendo esta el principio de todos los males.
Ha crecido el escenario de la tercera [locura] mundial… ¡no lo detendrán!
Oren y reparen, han utilizado la ciencia para crear el mal. La creación de armas potentes para ser utilizadas y lograr supremacía, es lo que ha gestado la criatura humana.
Hijitos: ¡La oración es importantísima!
Yo escucho sus oraciones cuando nacen de un corazón arrepentido, sincero.
¡Todos deben cambiar, todos deben cambiar!
Cada uno tiene una debilidad en su genio, en su forma de ser, en su forma de reaccionar (II Cor. 12, 7-9).
Oren hijos Míos, oren por Centroamérica.
Oren hijos Míos, oren por Europa.
Les llevo en Mi Corazón. Les bendigo a todos. Les amo. Su Jesús.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Comentario de Luz de María:
«Hermanos: Nuestro Señor Jesucristo nos ha hablado y para los que creemos que es Palabra Divina, esto nos hace postrarnos ante el Amor Divino.
Nuestro Señor nos deja ver claramente que la responsabilidad de la salvación es personal y que debemos ser más conscientes, recordando que con la Muerte en la Cruz nos dio la Redención. ¿Qué más podemos pedir?
Después de cometidos los malos actos, se llega ante el Señor pidiéndole misericordia, pero debemos tomar conciencia que cambiar es nuestra responsabilidad y tenemos que ver constantemente cuales son nuestros hábitos de cada instante para dejar de engañarnos, porque sabemos reconocer si se hace el mal o el bien. Aceptemos lo que hacemos mal para cambiarlo mientras haya tiempo.
Preguntémonos:
- ¿Qué nos molesta?
- ¿Qué llevamos en nuestro interior que nos lleva a intranquilizar a los hermanos?
- ¿Qué no le gusta de nosotros a la mayoría de los hermanos?
Tomemos conciencia para cambiar nosotros hoy, no los que están a nuestro alrededor, porque el tiempo no es tiempo y debemos salvar el alma. Seamos creaturas de paz y de amor, que lo que salga de nuestra boca haya sido pensado antes y desde nuestro interior meditado a la luz del Espíritu Santo, no desde el ego consentido y mal educado en muchas ocasiones.
Preparémonos para los tiempos difíciles, será un momento totalmente diferente el que nos tocará vivir, nada será igual que hoy. Nos encontramos en el momento anterior a la guerra a nivel mundial, donde todo cambia y el hombre vive en medio de las decisiones de los poderosos de la Tierra. Sabemos que las naciones se prepararon ya para defenderse o lanzar la gran ofensiva antes de que la Mano de Dios permita que lo anunciado se cumpla deteniendo la guerra para que el hombre no destruya totalmente la Creación de Dios.»
Adorado seas Señor Nuestro, adorado por toda la eternidad. Tú eres el poderoso de los poderosos, el que está por sobre toda creatura. Ante Tu Poder todo se derriba y lo que debe levantarse se levanta. Porque eres el mismo de ayer, hoy y siempre. Para Ti es el Honor, el Poder y la Gloria por los siglos de los siglos. Amén.
Fuente: Revelaciones Marianas