
(DeepL Translator) Nota de Carlos Rosendi: Recibí esto a primera hora de la mañana del 6 de octubre. Lo público aquí para vuestro discernimiento. Me dijeron que el autor es Lucas Gelasio de Rio Grande do Sul, Brasil. Pronto sabremos (antes del 31 de octubre) si se trata de una revelación verdadera o no. En la mañana del 8 de agosto, una monja del Nordeste -de la que ya hablé en una ocasión reciente- recibió otra revelación. No está segura de si estaba dormida o despierta, pero recuerda perfectamente haber hablado con Nuestro Señor, como ocurre en una locución interior.
Nuestro Señor: “Hija, los conflictos aumentarán…”
Luego hubo un breve silencio.
Monja: “¿Cuándo, Señor?”.
Nuestro Señor: “Te lo dije a través de Mi Madre y de Mi profeta. Comenzará en octubre”.
Monja: “Pero, ¿cómo se llevará a cabo?”.
Nuestro Señor: “En la Ciudad del Sol, en Polonia, estallará un artefacto peligroso. Esto llevará a otras naciones a entrar en guerra. Algunas, porque serán golpeadas; otras para luchar por sus aliados”.
Monja: “¿Entonces será la Tercera Guerra Mundial en todo el mundo?”.
Nuestro Señor: “Será la tercera gran guerra, pero no todas las naciones entrarán en ella. Aquellos que no entren, apoyarán a los otros a través de la oración. Serán en su mayoría naciones muy católicas”.
Monja: “¿Y cuándo terminará esta guerra?”.
Nuestro Señor: “Durará algunos años, pero llegará a su fin por mediación de Japón. Este país, que tuvo dos ciudades devastadas al final de la Segunda Guerra Mundial, demostrará al mundo la fuerza del perdón y, a través de un acto heroico, pondrá fin a la Tercera Guerra Mundial.”
La conversación terminó ahí. Después de rezar por lo que había vivido, la monja investigó sobre la ciudad. Encontró un pueblo llamado Söl y una ciudad llamada Nowa Söl. Añado que es posible también que la palabra “Sol” no se dijera en polaco, sino en portugués por lo tanto, puede referirse a alguna ciudad como Wielka Słońca, cuya traducción sería “Gran Sol”. No sabemos a qué localidad se refiere exactamente la profecía.
Recuerdo a todos que estas revelaciones nos son dadas para hacernos saber que Dios tiene el control sobre todo, y que debemos rezar para que el castigo sea mitigado o incluso suprimido. Recemos por Polonia y, en particular, por esa localidad que aquí se llamaba “Ciudad del Sol”.
Lucas Gelasio – Rio Grande do Sul, Brasil
Fuente: Carlo Rosendi