¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
2 DE AGOSTO DEL 2020
Oren, el comunismo avanza dejando agonía sobre Roma
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Reciban Mi Amor.
NO TEMAN HIJOS, SEAN UNO CON MI HIJO.
Al encontrarse dentro de estos fuertes momentos de cambios para toda la humanidad, les llamé a mirarse interiormente y de esa forma tomaran la decisión de disponerse a la conversión para que no renuncien a Mi Hijo.
LA CRIATURA HUMANA SE ENCUENTRA EN EL MOMENTO PARA DESPERTAR LA CONCIENCIA, PARA MIRARSE EN LO ÍNTIMO DE SU INTERIOR Y TOMAR EL CAMINO DEL BIEN, ANTES DE QUE LOS DOMINADORES DE LA HUMANIDAD SEAN SUS DUEÑOS.
El momento avanza hacia la imposición de un único poder que llegará a gobernar a la humanidad, y sin que Mis hijos reaccionen, se encontrarán en manos ajenas.
Manténganse unidos en oración (Cfr. Mt 26,41; I Tes 5,17), les He alertado para que regresen al verdadero camino, en este momento en el que la ciencia mal empleada se distribuye por la Tierra con el fin de controlarles mentalmente.
Hijos amados, perseveren en la oración no tomen caminos apresurados que les alejen del bien, sean cautos, no se apresuren en el camino espiritual, deben transitar despacio con seguridad y equidad para no fracasar.
Oren, póstrense, en reparación de quienes han superado la medida del pecado entregándose al demonio y rindiéndole culto mediante profanaciones y herejías contra Mi Divino Hijo presente en la Sagrada Eucaristía, en el Santísimo Sacramento del Altar, cometiendo agravios contra todo lo que les recuerda a la Casa Paterna.
Oren y reparen Pueblo de Mi Hijo, reparen. El peso de la balanza se ha inclinado hacia la Tierra sin que la humanidad tome con seriedad lo que acontece. La medida del pecado ha aumentado como aumenta el azote de la naturaleza en la Tierra a la que purifica y con ella a Mis hijos; por ello sean Amor para con sus hermanos, el Amor de Mi Hijo debe ser reconocido en Mis verdaderos hijos, únicamente así el Pueblo de Mi Hijo atraerá la Misericordia Divina y al final, el dolor de esta generación en la que sucederá lo que Mi Divino Hijo y esta Madre hemos revelado, recordará Estos Llamados.
Oren Hijos Míos, oren para que el Amor no se extinga en la humanidad.
Oren hijos Míos, oren, el comunismo avanza dejando agonía sobre Roma.
Oren hijos Míos, oren, no pierdan la Fe, en su lugar, no dejen pasar un momento sin ser el mismo Amor de Mi Hijo.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
SEAN EL AMOR DE MI HIJO, ES EL DETENTE DEL MAL. AVANCEN EN EL CAMINO ESPIRITUAL CON EL AMOR DIVINO, PARA QUE LA FE AUMENTE EN USTEDES Y SEAN TESTIMONIO DE ENTREGA PARA SUS HERMANOS.
Pueblo de Mi Hijo:
SEAN LA ESPERANZA DE UN AMANECER GLORIOSO en donde la Sangre de Mi Divino Hijo haya doblegado a los opresores.
SEAN CARIDAD SIN MIRAR A QUIEN (Cfr. I Cor 13).
SEAN CARIDAD EN DONDE SE ENCUENTREN, por donde pasen hasta que Mis hijos se encuentren todos dentro del Divino Corazón de Mi Hijo.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado no teman, no les abandono, Me encuentro delante de ustedes.
Les bendigo, les amo, les cobijo con Mi Manto.
Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."