¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Diciembre 01 2019
Llamado de María Santificadora al Pueblo De Dios.
Mensaje a Enoch.
Muchas bolas de fuego están por caer en vuestro mundo
“Mis Amados Niños, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros y mi Amor y Protección Maternal, os acompañe siempre.
Hijitos, muchas bolas de fuego están por caer en vuestro mundo, no entréis en pánico, cuando esto comience a darse lo que debéis de hacer es orar y alabar la Gloria de Dios. El poder de mi Santo Rosario os será de gran ayuda en esos días de purificación; si rezáis con fe mi Rosario, os daré la Paz de mi Hijo y todo os será más llevadero; ante los acontecimientos que se aproximan vuestra mayor protección, será el rezo de mi Rosario y la alabanza a Dios Padre.
Muchas naciones por su maldad y pecado van a desaparecer de la faz de la tierra, la intervención Divina es urgente; pues el pecado y la maldad se han intensificado y de no darse prontamente la purificación, la humanidad de hoy destruiría la creación. Esta humanidad cada vez está más lejos de Dios, los valores morales, sociales y espirituales, están en decadencia y el pecado y la maldad, han llegado a su límite. La creación de Dios no soporta más tanto ultraje, el pecado del hombre de hoy está desestabilizando el equilibrio y la armonía de las cosas creadas; todos los elementos de la creación muy pronto se rebelarán contra esta generación ingrata y pecadora.
Millones de almas van a desaparecer al paso de la Justicia Divina y la inmensa mayoría se va a perder eternamente. ¡Ayudadme hijitos con vuestras oraciones, ayunos y penitencias, a rescatar a tantas almas que vagan por este mundo, sin Dios y sin Ley! Nunca antes se había visto tanta alma perdida, el pecado y la maldad de esta generación tienen lleno el infierno de almas
Mis Niños, siento gran tristeza al ver tantas familias y hogares, que se están perdiendo por la tecnología de estos últimos tiempos; ¡qué dolor siento en mi Corazón de Madre, con tantos pequeños hijitos míos, que desde que se levantan hasta que se acuestan, viven sumergidos en la tecnología de este mundo! No descansan ni comparten en familia y lo más triste, no tienen tiempo para Dios y la oración. El dios de la tecnología se va a encargar de llevar esas familias a la condenación eterna. El trabajo, la tecnología y los afanes de este mundo, se están robando los espacios de diálogo y oración en los hogares. Muchos padres de familia le han entregado la crianza de sus hijos al dios de la tecnología; desde pequeños a mis niños se les introduce en el mundo de la tecnología y aprenden más rápido a manejar el celular, el televisor o el computador, que hablar.
¡Padres de familia, nuevamente me dirijo a vosotros, para que estéis muy pendientes de lo que ven, juegan y escuchan, vuestros hijos! Hay programas televisivos que parecen inofensivos, pero no lo son; muchos dibujos animados están siendo programados con la ideología de género, enseñándoles a mis pequeños que el sexo no existe, que los niños pueden comportarse como niñas y las niñas como niños. Hay otros programas infantiles que enseñan el ocultismo, o llevan a mis pequeños a la rebeldía, violencia o sexo. Padres de Familia, no sigáis siendo tan permisivos con la crianza de vuestros hijos, porque por vuestra permisividad, hay hoy muchos hogares a la deriva y muchas familias perdidas eternamente. ¡Recapacitad padres de familia, para que mañana no tengáis de qué lamentaros! Retomad el rezo de mi Santo Rosario en familia, destinad un espacio de tiempo para la oración y el diálogo en vuestros hogares; controlad el uso de la tecnología e inculcad a vuestros hijos valores morales, sociales y espirituales. ¡Orad, dialogad y escuchad más a mis pequeños, os lo pido de corazón, padres de familia!
Os ama, vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer mi advocación y mis mensajes a toda la humanidad, mis Amados Hijitos.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."