¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 27 de 2018
Llamado urgente de Jesús Sacramentado a la humanidad, mensaje a Enoch
Los días y noches van acortarse más
“Hijos míos, mi paz sea con vosotros.
Pequeños míos, la tristeza me embarga al ver ésta humanidad que no quiere escucharme; me desvivo de amor por todos mis hijos, justos y pecadores y aún más por aquellos que me desprecian, no me quieren y azotan a diario con el látigo de sus pecados.
¡Oh, cuánta indiferencia siento de parte de esta humanidad ingrata y pecadora! Me buscan sólo de labios y oídos, pero sus corazones están apartados de Mí; no hay compromiso ni deseo de cambio, no les interesa para nada el camino de la conversión.
Solo soy Dios para esta humanidad ingrata, cuando las pruebas y el infortunio toca a sus puertas. Ahí si vienen a exigirme que remedie sus males, me buscan por necesidad no por deseo de conversión; no vienen a alabarme ni agradecerme por el Don de la Vida, que es más valioso que todo lo que vienen a pedirme.
Muchos se acercan a Mí, solo cuando las pruebas económicas les llegan, hacen mil promesas que jamás cumplen y al no cumplirlas se atan espiritualmente. ¡Yo no soy el Dios de vuestros caprichos, no seáis insensatos! Buscadme primero con sincero corazón; quebrantaos ante Mí, con un corazón contrito y humillado y lo demás os vendrá por añadidura.
Hijos míos, los días y noches van acortarse más, acordaos de lo que dice mi Palabra: Y si no se acortasen aquellos días, nadie se salvaría. (Mateo 24. 22) La tribulación que se acerca jamás se ha visto en la tierra: vuestro pecado y maldad, han desatado mi Justicia.
¡Oh, humanidad pecadora, vais a conocer el dolor y muchos por su maldad y pecado, van a vivir un infierno en esta tierra! Todos aquellos que me han dado la espalda y no la cara, quedarán a merced de mi adversario y sus huestes del mal. Después del Aviso los que no se conviertan, los apartaré de MÍ.
Vengo con mi Justicia a restablecer el orden y el derecho a separar el trigo de la cizaña y las ovejas de las cabras; para que solo quede la buena cosecha y su fruto sea agradable a los ojos de mi Padre.
Voy a pasar esta humanidad por el horno de la tribulación, solo los que pasen la prueba, podrán habitar mi Nueva Creación. Se están acercando esos días y ¡ay de los tibios de corazón, porque en verdad os digo, si no cambiáis y defines de una vez, os apartaré de Mí, y entregaré en manos de mi adversario! La noche se acerca y con ella viene mi Justicia, que os encuentre despiertos y con las lámparas encendidas como las doncellas sensatas, para que podáis estar en el banquete y cenar conmigo.
Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, rebaño mío.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor





 
 

 
“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”

 

"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)" 
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)." 
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
 
 
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."