¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Junio 08 2018
Llamado urgente de Dios Padre a la Humanidad. Mensaje a Enoch
Este mundo que conocéis, muy pronto dejará de existir
“Mi paz sea con vosotros, Pueblo mío, Heredad mía.
Mi Nabí, esta humanidad está ciega y sorda, se están acercando los días del retorno de mi Hijo a este mundo y la inmensa mayoría sigue vendada por el pecado y sorda a nuestros llamados a la conversión. Soy vuestro Padre y una vez más os digo: no quiero vuestra muerte, deseo que viváis para que podáis mañana habitar mi Nueva Creación.
Haced un pare en vuestra agitada vida y meditad por un momento, sobre los acontecimientos que están por venir. ¡Despertad de una vez, no sigáis aletargados por el pecado, porque lo que está por llegaros se llama tribulación y os va a coger sin estar preparados! Humanidad pecadora el Ángel de mi Justicia ya está cerca, y viene a derramar sobre la tierra el cáliz de mi Justa Ira.
Corred insensatos a poner vuestras cuentas en orden; no dejéis para el último momento vuestra salvación. Mirad que los días de mi Misericordia ya se están consumiendo y de seguir vosotros en vuestra loca carrera de desenfreno y pecado, lo que os espera son las profundidades del abismo.
La conmoción de mi Creación es una señal que os está avisando que este mundo que conocéis, muy pronto dejará de existir. Apenas están empezando los dolores para la humanidad, todavía no habéis visto nada. Cuando el cielo y la tierra entren en su etapa final de transformación, entonces, ahí, si vais entrar en caos; porque la tierra en todos sus continentes se abrirá y va a tragarse todo lo que encima de ella se encuentre. Fuego de la tierra brotará y fuego del cielo caerá y ningún lugar será seguro en vuestro mundo.
¡Oh, humanidad ingrata y pecadora, cómo tengo qué hablaros, para que me prestéis atención! Lo que estad por llegaros se llama Tribulación y ésta que está por llegar, jamás se ha visto en la tierra. Vosotros continuáis preocupados por las cosas de este mundo; corréis de aquí para allá, buscando satisfacer vuestro Ego con cosas muertas. De repente os va a llegar mi Justicia y con ella, vuestra muerte. ¿Qué será entonces de vuestras preocupaciones, metas y planes?
¿Adónde quedarán vuestros sueños?
Las almas de muchos se perderán y de sus cuerpos, sólo polvo y cenizas quedarán.
La noche se está acercando y con ella mi Justicia y a la inmensa mayoría de esta humanidad la va a coger dormida. ¡Oh, cuánto dolor se escuchará en la tierra; ayes por doquier, lamentos de madres que como Raquel, llorarán por la pérdida de sus hijos! Los hombres serán más escasos que el oro de Ofir, y la Hija de Sión, llorará por haber sido mancillada.
¡Pobre de Ti, Israel, porque tus murallas serán derrumbadas y profanado tu suelo! Caminarás al destierro por el desierto de la purificación y seréis puesto a prueba. Os purificaré como el oro en el fuego, hasta que brilléis como crisoles; sólo así podréis habitar mis Nuevos Cielos y mi Nueva Tierra y ser llamado mañana: Mi Israel, mi Pueblo elegido.
Quedad en mi Paz, Simiente mía, Heredad mía.
Vuestro Padre, Yahvé, Señor de la Creación.
Dad a conocer mis mensajes en toda mi Creación, Pueblo mío.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."