¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Febrero 26 2019
Llamado urgente de Jesús Sacramentado a Su pueblo fiel.
Mensaje a Enoch.
El Calvario de mi Iglesia ya comenzó.
“Hijos míos, mi Paz sea con vosotros.
Conflictos internos se desatarán en muchas naciones, el hambre, el desempleo y las injusticias sociales, serán el detonante que desestabilizará la paz en muchos países. Los conflictos internos se desencadenarán, habrán guerras civiles que afectarán la economía y la estabilidad de muchos gobiernos. En muchas naciones sus habitantes se rebelarán contra las injusticias de sus gobernantes; la sangre correrá, la anarquía reinará, muchos gobernantes caerán y otros huirán al exilio.
El mundo entrará en revueltas y contiendas, será un tiempo de mucha agitación, donde predominará el caos, la anarquía, el hambre y la desolación. Muchos huirán de sus países buscando mejores oportunidades, pero las grandes potencias cerrarán sus fronteras y los emigrantes caminarán al destierro, muchos en su intento morirán. La agitación social se multiplicará por el desempleo y la falta de oportunidades, especialmente en las naciones más pobres. Las economías de muchos países se debilitarán, hasta llegar a la bancarrota.
El dragón rojo del comunismo se aprovechará de esta situación para extender sus tentáculos, reinará y someterá a muchas naciones; nuevamente vendrá la esclavitud; mi pueblo será perseguido, torturado, encarcelado y en muchos casos desaparecido. Todo aquel que sea cristiano, será perseguido, la sangre de mi pueblo correrá por las naciones. El dragón rojo del comunismo se aliará con el Anticristo y mi rebaño será purificado en el horno de la tribulación. Sabed pues que esto está por comenzar hijos míos; alimentaos lo más que podáis de mi Cuerpo y de mi Sangre, porque se están acercando los días en que ya no estaré en el silencio de mis Sagrarios. El tiempo de la Gran Abominación se acerca, donde seré ultrajado y profanado por los emisarios del mal al servicio de mi adversario.
Hijos míos, se acerca el tiempo en que mi Culto diario será suspendido y mis templos cerrados. Orad por mi Vicario y por la Iglesia, porque está por desatarse la división en su interior, que traería consigo el más grande Cisma de toda su historia. Mi Iglesia va a tambalearse, pero las puertas del infierno no prevalecerán contra ella; escrito está. Millones de almas van a perder la fe, por los escándalos que se desatarán; la cloaca ya comenzó a destaparse y las cabezas de muchos jerarcas de mi Iglesia, rodarán por el suelo. El Cisma se aproxima, en cualquier momento la hecatombe espiritual estallará y mi Iglesia será pisoteada, vituperada y mancillada, por todos sus detractores. Mi Vicario tendrá que huir, Roma será presa de la anarquía y arderá en sus siete colinas como en los tiempos de Nerón; la que otrora fuera la cuna del Cristianismo, donde planté mi Roca, mañana en ruinas, caos y desolación quedará.
Uníos Pueblo mío en oración, porque el Calvario de mi Iglesia ya comenzó. Mi Iglesia va a hacer desprestigiada, las críticas y señalamientos de sus detractores le van a sobrar; los enemigos de mi Iglesia se ensañarán contra ella y mi Pueblo fiel será el hazmerreír de muchos. Una gran mayoría renegará de mi Iglesia y muchos anularán su bautismo; las comunidades religiosas serán perseguidas y otras se acabarán. La fe de mi Pueblo será puesta a prueba, sólo los que perseveren hasta el final se salvarán.
Preparaos pues Hijos míos, porque se están acercando los días de la prueba; permaneced firmes y leales a Mí, como el sarmiento a la vid y os aseguro que ni uno solo de vuestros cabellos se os perderá.
Mi Paz os dejo, mi Paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús Sacramentado.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, Pueblo Mío.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."