¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 19 de 2015
Llamado de Jesús el Buen Pastor a Sus ovejas descarriadas.
Mensaje a Enoc
El banquete está listo y vuestro Padre os espera
“Paz a vosotras ovejas de mi grey.
Como Buen Pastor, os digo ovejas descarriadas: el Cielo no acepta ni aprueba, ninguna relación marital entre parejas del mismo sexo. Estas relaciones son abominables, detestables y son una afrenta al amor y misericordia de mi Padre; toda sodomía, todo adulterio, toda lujuria y toda impureza sexual, llevan a la muerte eterna, si no hay arrepentimiento y reparación por ello.
No quiero la muerte del pecador, porque no he venido a condenar al mundo, sino a salvarlo. Entended que mi castigo es contra el pecado, no contra el hombre, por lo tanto, no juzgo al sodomita que busca de Dios, lleva una vida tranquila, se respeta y respeta a los demás; condeno sí el pecado de aquel sodomita que escandaliza y arrastra a otros a pecar; a este como dice mi Palabra: Más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y los tiraran al mar. (Mateo 18. 6). Acordaos que soy el Buen Pastor que da la vida por sus ovejas y que he venido a este mundo a rescatar lo que estaba perdido.
Deseo que mis ovejas descarriadas vuelvan a Mí, arrepentidas y con un corazón contrito y humillado; si así lo hicieren, derramaré sobre ellas la fuente de mi Misericordia y no volveré a acordarme más de su pecado. Yo no juzgo, ni condeno al pecador que se arrepiente; acordaos de mi Palabra cuando le dije a la mujer adúltera: ¿dónde están los que te condenan?, yo tampoco te condeno, ve en paz y no peques más. Hoy como ayer también le digo al pecador de estos últimos tiempos; vuélvete a Mí, y no peques más, para que puedas alcanzar el gozo de la vida eterna.
Estoy tocando a la puerta del corazón de todos aquellos que andan apartados de Mí; vengo como un Padre a daros mi misericordia y perdón; no os obligo, pero es mi deseo que hagáis parte de mi redil. No tengáis miedo, no vengo a condenaros; mis brazos están abiertos esperándoos para perdonaros, si volvéis a Mí, arrepentidos. Atended a mi llamado y no dejéis escapar esta oportunidad que os estoy dando; no quiero vuestra muerte, porque soy el Dios de la vida y vida es lo que quiero daros en abundancia. Si os negáis a recibirme y me tiráis la puerta, no os haré ningún reproche; me iré en silencio y esperaré confiado de que al menos uno atienda a mi llamado.
Os estoy esperando: prostitutas, homosexuales, adúlteros, fornicarios, lujuriosos e impuros sexuales; os estoy esperando, ladrones, mentirosos, alcohólicos, envidiosos, calumniadores, hechiceros, idólatras, avaros y demás ovejas rebeldes. Mi mesa está servida, el banquete listo y vuestro Padre os espera; acordaos de venir con el traje apropiado para que podáis entrar y no seáis devueltos., Vuestra tarjeta de invitación debe ser un corazón contrito y humillado y vuestro traje debe ser el de arrepentimiento. Os espero, no tardéis, las puertas están abiertas; apresuraos antes de que caiga la noche, porque bien sabéis que la noche es tiempo de justicia y las puertas se cerrarán y si tocáis no habrá ya quien os escuche.
Mi paz os dejo, mi paz os doy.
Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.
Vuestro Maestro, Jesús, el Buen Pastor.
Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."