¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
10 de junio del 2024 – Mensaje de San Miguel Arcángel a Luz de María
«Amados hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo:
Vengo a ustedes enviado por la Trinidad Sacrosanta. Recibirán nuestra protección angélica siempre que nos invoquen.
Como hijos de Dios, toda la humanidad debe mirar los signos y señales de este momento. En tiempos de la Torre de Babel (Gen. 11, 1-9) la criatura humana había crecido tanto en su ego que creía poder alcanzar a Dios y creó lo que los separó cuando llegaron a hablar lenguas diferentes.

En este momento miro a una humanidad crecida en su ego, que ya no desea alcanzar a Dios, sino desea que Dios no exista en la vida de cada uno, como Dios todopoderoso.
Padecerán fuertemente por ello, pero no como en la Torre de Babel, sino con lo que el mismo hombre ha creado para su propio sufrimiento y padecimientos; gemirán y clamarán por el Auxilio Divino, pero los padecimientos a causa del armamento se habrán vuelto en contra del mismo hombre.
El fuego caerá de lo alto, fuego que se extenderá por casi toda la Tierra mediante la energía nuclear [1].

Es la soberbia humana la que desea continuar siendo el amo de la Tierra, gobernar a todos y que se cumplan sus deseos en toda la Tierra.
El Justo de los Justos [2] llega a dividir el trigo de la cizaña (Mt. 13, 24-30), a separar la Luz de la oscuridad.
Luego de la aparición pública del Anticristo llegará el Ángel de Paz (3):
- Es enviado como un gran acto de Misericordia Divina…
- Es enviado por la Trinidad Sacrosanta a clamar a la humanidad para que regresen a Dios…
Y ante la furia del Anticristo será perseguido, pero no abatido; será calumniado, pero no derrotado, porque estando en la presencia del Ángel de Paz, la criatura humana sentirá en su corazón dolor o felicidad de acuerdo a la cantidad y calidad de sus actos y obras.
[El Ángel de Paz] será temido por su santidad y su verdad que, como espada dejará sin aliento a quienes deseen llevar a tambalear al Cuerpo Místico de Nuestro Rey y Señor Jesucristo.
El Ángel de Paz es una criatura humana:
- No es Elías…
- No es Enoc…
- No es Juan…
- No es otra criatura, sino es Él, el Ángel de Paz.
Les ruego que dediquen unidos en amor este 13 de junio (2024) al Ángel de Paz: oren en espíritu y verdad.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, Estados Unidos y Rusia están tan cerca, que un mal paso alzará la chispa incontrolable de la guerra.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren, las placas tectónicas se mueven con fuerza en la Tierra, el magnetismo actúa atrayendo hacia la Tierra inesperados meteoritos de gran tamaño.

Oren por Bolivia y por Centro América.
Oren hijos Míos, oren por Jamaica, padecerá.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren por Argentina, entra en una encrucijada.
Oren hijos de Nuestro Rey y Señor Jesucristo, oren ante la enfermedad que se avecina para toda la humanidad.
Adentrados en la intensa provocación de las naciones, deben actuar con prudencia y prepararse. Sean cumplidores de la Voluntad de Dios y actúen en fe.
No es momento de preguntas, sino de responderse cada uno en su interior:
¿Cómo soy?
Sean cada día más espirituales. Cada uno se abrirá su camino hacia la comunión con la Voluntad de Dios.
Les amparo con Mis Legiones Angélicas.
San Miguel Arcángel.»
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
Ave María Purísima, sin pecado concebida
- Sobre la energía nuclear: leer…
- El regreso de Cristo: leer…
- Revelaciones sobre el Ángel de Paz: leer…
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."