¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo, recibido por Discípulo el 20 de octubre del 2021

“Amados Míos, hijos de Mi Corazón, Yo Soy el Señor Poderoso, ante Mí estáis vosotros.
Sale sobre el mundo la gran luna roja de sangre, se ha observado desde la Tierra, se desvanece en muchos la esperanza…
- ¡Ay de los que desconfían de Mí!
- ¡Ay de los incrédulos! ¡ay de los que viven sin Fe!… Tardío es el amanecer.
El destino de los impíos es sombrío, de soledad para el que no está en el camino, el desánimo cae sobre los infieles. La flaqueza hace perder fuerza, el hombre tropieza consigo mismo abrazando el camino oscuro. Me alejan de sus vidas… La peste, el hambre y la muerte no tardan, a la vuelta de la esquina están.
Mis niños y sus madres sufren violencia… Desde hoy veréis el cielo rojo al amanecer y al atardecer. Los pueblos serán asolados, los ronda el fantasma del hambre.
¡Oh! mujeres de este tiempo, hijas de Jerusalén, Yo soy el que os socorre, he visto el llanto de vuestros ojos por el hijo y la hija perdida…..a su tiempo los haré volver.
¡Oh! mujeres piadosas, Yo no veo a las que no traen el velo sobre su cabeza. Vestíos de sayal, postraos en el polvo y ceniza, no os olvidéis, hijas, del rezo sagrado y profundo del santo Rosario de Mi Madre Santísima.
¡Oh! Discípulo Mío, Mi Casa está cerrada,. ¿Dónde el sacerdote? Se acabó la Hora Santa, ya no hay confesiones, ni el Sagrado Sacrificio, donde Soy el Pan de Vida y Me doy cómo alimento. No tendrá vida eterna el que no coma y beba Mi Cuerpo y Mi Sangre.
¿ A dónde ha ido el sacerdote? Párroco y Vicario ya no están, el obispo se olvida de su grey.
¡Ay! del obispo que no ora pidiendo a Mi Padre Bueno el Espíritu Santo, la sabiduría y el don de consejo. Huyan de él.
¡Ay! del obispo que es sólo un espectador y guarda silencio, como un perro se queda mudo sin ladrar, cuando el ladrón, el zorro y el lobo van por la calle.
¡Ay! Obispo mío, pues a ti te pediré cuentas del destino final de las almas… mis pobres almas…
Pobres mujeres que apoyan la muerte consintiendola con la pena del aborto, por eso Mi Padre sacudirá con un nuevo volcán tremendo y poderoso. La tierra volverá a vomitar humo, azufre y lava, dejando todo en ruinas, los grandes edificios y las lujosas casas dejarán de ser.
Las diócesis serán azotadas, pues Mis obispos están dormidos consintiendo con la herejía masónica del final de los tiempos.
¡Ah… Discípulo Mío! el hombre ha caído. El príncipe de este mundo ronda ante mis cardenales y obispos. Despierten cardenales y obispos, ordenen a sus sacerdotes ya. Es urgente la adoración perpetua de Mi Santísimo Sacramento, sólo así se calmará el castigo un poco.
¡Tengan Fe! ¡He aquí que vengo pronto! No os durmáis en comilonas, bebidas y pecados de blasfemia.
¡Ay de Mi, Discípulo Mío!… Ya no hay coros, ni cantos, ni agua exorcizada. No hay incienso, ni incienciario.
¡Heme aquí sin manos y sin cruz!
Yo, el Señor Jesús lo he dicho. Nadie lo borrará. Shalom.”
Fuente: Sagrados Corazones







“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."