¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
23 DE DICIEMBRE DEL 2021 – MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
Prepararse para vivir sin la electricidad y los medios de comunicación
“Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
LES LLAMO A ALBERGARSE EN MI VIENTRE, REFUGIO SEGURO PARA EL PUEBLO DE MI HIJO.
¿Buscan refugios materiales sin preparar el refugio del espíritu?
Hijos de Mi Hijo, Pueblo de Mi Hijo:
Sean primero criaturas espirituales, de corazón de carne, de sentimientos puros, de fraternidad, sembradores de esperanza, amantes de paz y concordia, ordenados en su obrar y actuar, respetuosos y educados en las relaciones con sus hermanos. Sean criaturas que valoran la labor del hermano y la respetan para que sus semejantes les respeten a ustedes.
Al Pesebre en donde nació el Salvador de la humanidad acudieron los sencillos, los que se mantenían laborando, pastoreando a sus rebaños. Así como Mi Hijo pastorea Su Rebaño, a cada uno de ustedes en donde se encuentren, así se duele por las caídas de cada uno de Sus hijos y se alegra cuando uno solo retorna a Su lado.
El Pequeño y Divino Niño Jesús, que mantuve en Mis Brazos desde Su nacimiento fue marcando el obrar y actuar de Sus hijos, por los que vino al mundo para ser el Salvador de la humanidad.
De tierras lejanas le llegaron a adorar tres Reyes y la Bendición Divina partió con ellos. Así, el que desea mantenerse con Mi Hijo debe saber que no se mantiene en una tierra propia, física, sino que para llegar a ser reconocido como hijo de Mi Hijo debe pasar por las tierras áridas en donde en ocasiones son invadidos por la soledad, en donde la sed de buscar amparo en lo mundano casi les doblega las fuerzas, en donde la falta de alimento los quiere llevar a buscarlo en otras tierras en donde sobreabunda el alimento que envenena al alma.
Hijos Míos, les deseo mantener en Mi Vientre, Arca de Salvación y Refugio de cada uno de ustedes, ante tanto dolor que se avecina como consecuencia del mal que se apoderó de los que, mediante el poder económico, se han propuesto diseminar por la Tierra la desesperación en Mis hijos, abriendo el camino al Anticristo, azotando a esta generación que ha permitido que el mal penetre a través del obrar y actuar indebido.
He llamado a Mis hijos con anterioridad a permanecer atentos al astro Sol. Este interfiere en la aparente calma de la humanidad, estremeciendo con fuerza la tierra, activando fallas tectónicas de gran peligro y volcanes.
Les hemos llamado a prepararse para vivir sin las comodidades que ofrece la electricidad y los medios de comunicación.
HIJOS, ¡PREPÁRENSE! ESTE PADECER ANUNCIADO DESDE ANTES, ES ESTE, NO OTRO.
Manténganse viviendo del espíritu, orando con el corazón, no orando lo que se les llega a la mente por temor. Las oraciones en las que el temor y el desasosiego no les permiten orar con el corazón ni meditar para que el Espíritu Divino les guíe, se encuentran muy lejos de ser oración.
MANTENGAN LA PAZ, HIJOS MÍOS, MANTENGAN LA SERENIDAD Y LA CONFIANZA EN QUE LA TRINIDAD SACROSANTA HA DISPUESTO QUE SU PUEBLO SEA PROTEGIDO y Su Pueblo es todo aquel que se ha arrepentido o se arrepiente con firme propósito de enmienda para vivir el camino de la Voluntad Divina, a sabiendas de que Dios es “el Alfa y la Omega”(Ap. 22,13) y no hay imposibles para Dios.
Se preguntan hijos: ¿Nuestra Madre nos llama a Su Hijo con seriedad y vehemencia en esta noche del Nacimiento del Niño Jesús?
Hijos, pocos de Mis hijos esperan la solemnidad del Nacimiento de Mi Niño Jesús con el respeto y el amor que merece:
Viven la Nochebuena en la algarabía del mundo, en medio de los vicios, en las playas y no en familia. Reciben la Navidad en ese mismo medio, sin respeto ni reconocimiento hacia el Salvador de la humanidad.
¡San José y Yo les miramos con dolor!
Miro cómo suplantan a Mi Hijo, el Salvador del género humano por un colorido personaje que distrae los corazones de los pequeños del verdadero reconocimiento del Nacimiento de Mi Hijo, Redentor de la humanidad.
Les llamo a la oración con el corazón y a colocar en el Pesebre la mejor ofrenda a Mi Hijo: la conversión.
Les bendigo hijos y les invito a no temer, sino a confiar.
Les amo hijos.
Mamá María.”
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA
Fuente: Revelaciones Marianas








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."