¡Conviértanse, es urgente! “Yo no me canso mientras yo tenga vida, mientras Cristo me tenga con vida, voy a gritar, a gritar siempre: ¡Hermanos conviértanse! ¡Hermanos por favor conviértanse, es urgente! ¡No pierdan tiempo, es urgente! ¿Por qué? Porque muchos esperan grandes acontecimientos poco a poco. ¡No! ¡Los grandes acontecimientos se van a dar en pocos días! ¡Todos! Y vendrá el Aviso! [...] Confiemos en la palabra de Cristo, y pedimos el discernimiento al Espíritu Santo para no tomar decisiones equivocadas" –Luz de María.****
Mayo 19 de 2021 – Llamado urgente de María Santificadora al Pueblo De Dios. Mensaje a Enoch.
Se acercan días de hambruna en la tierra
“Hijitos de mi Corazón, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros.
Mis niños, grandes bendiciones, dones y carismas, vais recibir en este pentecostés que se aproxima. Congregaos en torno a la oración, el recogimiento, ayuno y penitencia, para que la efusión del Santo Espíritu de Dios se derrame en cada uno de vosotros, así como sucedió con los discípulos de mi Hijo. En este Pentecostés el Espíritu de Dios va a manifestarse con todo su poder sobre aquellos hijitos que permanecen firmes en la fe y en gracia de Dios; orando, ayunando y pidiendo su efusión. En este Pentecostés va a haber un gran derramamiento del Espíritu Santo para preparar al Pueblo de Dios para la llegada del Aviso.
Alegraos mis pequeños, porque vais a recibir dones y carismas, que os van a fortalecer espiritualmente, para que podáis defenderos de los ataques del enemigo de vuestra alma y sus huestes del mal. Preparaos pues a recibir la efusión del Espíritu de Dios que en este Pentecostés que se aproxima va a derramarse muy abundantemente sobre los hijos de Dios. Manantiales de Agua Viva, brotarán en los cinco continentes; habrá muchas conversiones y después de este especial Pentecostés el Evangelio y la Palabra de Dios, será anunciada sin temor. Los discípulos de mi Hijo de estos últimos tiempos se encargarán de evangelizar por todo el mundo y allanarán el camino para su Segunda Venida. Recogeos en oración, ayuno y penitencia, que la venida del Santo Espíritu os coja en Gracia de Dios; leed la Santa Palabra en los Hechos de los Apóstoles, para que el día de Pentecostés podáis recibir el Bautismo del Espíritu, que os transformará en discípulos de mi Hijo de estos últimos tiempos
Hijitos, se acercan días de hambruna en la tierra; acoged nuestros llamados y cuanto antes, si contáis con recursos económicos, aprovisionaos de víveres, granos, alimentos no perecederos y mucha agua, para que la hambruna no os coja por sorpresa. Lo mucho o lo poco que tengáis debéis de compartirlo con los más necesitados. Mis hijitos que carezcan de recursos económicos para aprovisionarse de alimentos, les digo, no teman; mi Padre os hará llegar el Maná de cada día, porque es grande y eterna su Misericordia. En el tiempo de escasez y de hambruna que se aproxima, debéis de rezar el Rosario de la Misericordia de mí Hijo y luego el Rosario de Provisión dado a mi pequeño Enoch, con el cual mi Padre multiplicará vuestros alimentos y le hará llegar a los más necesitados el Pan de cada día. Estáis pues avisados mis niños, esta prueba la superareis si confiáis en la Providencia Divina y compartís lo mucho o lo poco con vuestros hermanos. Acordaos, todas las pruebas serán superadas si ponéis vuestra confianza en Dios y os ayudáis mutuamente.
Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros, mis Amados niños.
Vuestra Madre, María Santificadora.
Dad a conocer los mensajes de salvación al mundo entero, hijitos de mi Corazón.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor








“Si supierais cómo resplandecéis después de acercaros debidamente al Sacramento de la Confesión. (Jesús) está en el Confesionario y escucha cada palabra, ve en cada rincón de vuestro corazón y está deseoso de otorgar las gracias inherentes a Su Perdón.
“¡Os pido Mis hijos predilectos que paréis esta abominación! ¡No más ministros extraordinarios de la Eucaristía! ¡No más comuniones distribuidas por laicos, ni más comuniones en la mano!”



"Padre Celestial, hoy rindo mi corazón a Ti. Ayúdame a ser Tu instrumento en el mundo. Cúbreme con la Preciosa Sangre de Tu Divino Hijo. Protégeme de todo mal. Protégeme de cualquier plan maligno que Satanás pueda tener para mí el día de hoy. Revísteme de Tu Divina Voluntad. Amén"
"Santísima Madre de Dios, María, Protectora de la Fe, resguarda mi fe en el refugio de Tu Inmaculado Corazón. En él, protege mi fe de cualquier merodeador. Muéstrame las amenazas a mi fe y ayúdame a vencerlas. Amén"
"Me coloco en la presencia de la Santísima Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo) y por el poder de la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, rompo, desbarato, pisoteo, aniquilo e invalido y cancelo de mi ser físico, síquico, biológico y espiritual, toda maldición que haya sido puesta sobre mí, sobre mi familia y árbol genealógico, por cualquier persona, familiar o antepasado por medio del ocultismo o espiritismo. Por el poder de la Sangre Preciosa de Nuestro Señor Jesucristo y por la intercesión de la Santísima Virgen María, San Miguel, San Gabriel, y San Rafael, rompo e invalido toda maldición, cualquiera que sea su naturaleza en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. Amén (Repetir 3 veces la oración)"
"Oh Jesús de la Divina Misericordia, escucha mis súplicas hacia Ti, pues estoy aquí para hacer tu voluntad."
"Oh Glorioso Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús y Esposo Humilde y Casto de María; poderoso intercesor de las almas y guardián Fiel de la Iglesia; acudimos a vos, amado Padre, para que te dignes ampáranos y socorrednos en la lucha espiritual contra los enemigos de nuestra alma. Ven en nuestro auxilio y por tu humildad y pureza, líbranos de todo mal. San José terror de los demonios, venid en mi auxilio (3 veces)."
"San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha; sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tú, Príncipe de la Milicia Celestial, arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los demás espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén"
Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el Cielo. Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetra las almas; fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo; tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta los duelos. Entra hasta el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si Tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma al espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero. Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos. Por tu bondad y tu gracia dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno. Amén.
"Oh, Corazones de Jesús y de María; me consagro, consagro mi familia y al mundo entero, a vuestros Amantísimos Corazones. Atended a la súplica que os hago y aceptad nuestros corazones en los Vuestros, para que seamos librados y protegidos nosotros y el mundo entero de toda maldad y de todo pecado. Que la protección de vuestros Dos Corazones, sean refugio, fortaleza y amparo, en las luchas espirituales de cada día. Que el poder de vuestros Dos Corazones, irradie al mundo para que sea protegido de la maldad y el pecado. Nos consagramos voluntariamente y consagramos a la humanidad entera avuestros Corazones; seguros y confiados por vuestra Gran Misericordia, de obtener la victoria sobre las fuerzas del mal en este mundo, y la Gloria Eterna en el Reino de Dios. Amén."