Noviembre 27 2018 – Llamado de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa a todos sus devotos e hijos fieles
Protejo a todos los que con fe, lleven en su cuello mi Medalla
“Hijitos de mi Corazón, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros y la protección de mi Medalla Milagrosa os asista y acompañe siempre.
Mis hijitos, soy vuestra Madre de la Medalla Milagrosa y quiero en este día y en esta semana regalaros muchas Gracias y Bendiciones. Desde hoy hasta el fin de semana, todos los que hagáis mi Santo Rosario y digáis al terminar cada misterio, mi Jaculatoria: Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti, recibirán una Indulgencia Plenaria Extraordinaria, por una sola vez, que os servirá para borrar vuestros pecados o aminorar vuestra estadía en el purgatorio, cuando lleguéis a la eternidad.
Hijitos, Mi Santa Medalla es la fortaleza de mis consagrados; yo vuestra Madre, protejo y amparo a todos aquellos que con fe, lleven en su cuello mi Medalla. En los tiempos de la gran tribulación ninguno de mis devotos, será tocado por el maligno. Prometo asistir y proteger en esta vida y en la eternidad a todos mis devotos. Mi Medalla Milagrosa es sanación para los enfermos del cuerpo y del alma, si con fe me invocáis con mi jaculatoria. Introducidla en agua bendita o exorcizada, haciendo mi jaculatoria y dale de beber al enfermo y si lo hacéis con fe, os aseguro que éste recobrará la salud del cuerpo o del alma.
Mi Medalla Milagrosa es terror para los demonios; cuando os sintáis atacados por el maligno, decid mi Jaculatoria: Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti; y el poder de mi Medalla alejará los demonios y no permitirá que los dardos incendiarios del maligno, os hagan daño. Para los tiempos de la gran tribulación, debéis de tener mi Medalla Milagrosa porque mi Padre le ha otorgado gran poder para sanar de muchas enfermedades, pestes y virus, todos aquellos que con fe la lleven. Mi Medalla Milagrosa os librará de muchos males, pestes y enfermedades incurables, en aquellos días de combate espiritual.
El poder de mi Medalla Milagrosa, es escudo protector que os libra de las fuerzas del mal. Si estáis en peligro y me invocáis haciendo mi jaculatoria, os libraré de todo enemigo material y espiritual. Todo aquel que sea mi devoto, no conocerá la muerte repentina, ni derramará sangre. Yo vuestra Madre de la Medalla Milagrosa, prometo asistir en la hora de la muerte a todos mis devotos; ningún demonio podrá perturbar la paz de los moribundos que fueron mis fieles devotos. En la eternidad seré intercesora y abogada de todos mis devotos, y mis hijitos fieles no padecerán larga estadía en el purgatorio.
Mis hijitos devotos, haced bendecir nuevamente y exorcizar mi Santa Medalla, para que os brinde mayor protección en los tiempos de combate espiritual que se aproximan. Todos mis fieles devotos, serán guerreros espirituales en los tiempos de la gran tribulación, porque el poder de mi Medalla es Poderosa Armadura que alejará a los demonios. Mi Medalla exorcizada en los tiempos de la gran tribulación, emitirá rayos de luz que cegarán a satanás y sus demonios. Mi Medalla Milagrosa exorcizada puesta sobre los enfermos del alma, los librará de los ataques de los demonios.
Consagraos a mi Medalla Milagrosa y haced mi jaculatoria: Oh María concebida sin pecado, rogad por nosotros que recurrimos a Ti; después de cada Misterio de mi Santo Rosario y os aseguro que obtendréis de ésta Madre, protección, sanación y liberación. No temáis mis niños, toda esta semana por una sola vez, podéis ganar mi indulgencia. Lo más importante es que os hagáis mis devotos, para que mi protección permanezca en vosotros. Que la Paz de mi Señor, os acompañe siempre y el poder de mi Medalla Milagrosa, os proteja de todo mal y peligro.
Vuestra Madre, Señora de la Medalla Milagrosa.
Dad mis hijitos devotos a conocer mi mensaje a toda la humanidad.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor