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Esfuérzate en leer todo sin prisa... la curiosidad no te salvará de los acontecimientos que devastarán a nuestro planeta... no habrá internet... prepàrate: oración y Santo Rosario cada día, Confesión, Comunión, obediencia a los 10 Mandamientos... ¡Fe, no miedo! ¡Salva tu alma!

Luz Amparo Cuevas: Profecías de los tres días de oscuridad

En el mundo está en el fin de los tiempos. Pronto habrá un Aviso. Vendrá sobre la Tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches. Se derrumban las montañas. En Roma habrá grandes terremotos

2 de diciembre 1995 - En el mundo está en el fin de los tiempos

La Virgen María: Orad mucho, hijos míos, y haced penitencia y oración, extended vuestra mano al desvalido, orad, orad. En el mundo está en el fin de los tiempos; sacrificio y penitencia pido, hijos míos.

 

4 de diciembre 1982 - Pronto habrá un Aviso

La Virgen María: Ha llegado el fin de los tiempos, el fin de los fines, hijos míos. Apresuraos a salvar almas, hijos míos, pedid por las almas consagradas. […] Qué amargura sienten nuestros Corazones por toda la humanidad y por esas almas que se llaman pastores de mi Iglesia y que son lobos revestidos con piel de oveja. Rezad por ellos, hijos míos, ¡me dan tanta pena! […] Hija mía, pronto habrá un Aviso. Este Aviso será para toda la humanidad. Muchos, hija mía, se ríen de mis mensajes. ¡Pobres, más les valiera no haber nacido! Mira otra clase de castigo (Amparo ve una clase de infierno, con todos sus horrores). Todo esto, hija mía, es para los que no cumplen con los santos Mandamientos de la ley de Dios. […]Rezad el santo Rosario por todo el mundo. Es mi plegaria favorita.

 

25 de septiembre 1981 - Habrá tres días de oscuridad

La Virgen María: Lucharán los hijos con los padres, las nueras con las suegras y hermanos contra hermanos. Morirán muchos inocentes. Yo los esperaré en mi morada. Las moradas están preparadas para los escogidos. Los calabozos del infierno también están preparados. La lucha os parecerá muy larga; entonces el enemigo será vencedor. Habrá tres días de oscuridad; el Sol se oscurecerá y la Luna dará una luz muy tenue. Los verdaderos hijos de Dios seguirán con la oración y no olvidándose de Dios; serán días terribles. En esos momentos se conocerán los verdaderos imitadores de Cristo. No desenvainéis vuestra espada. Pensad que Dios dice: Quien a hierro mata a hierro muere. Oración es lo que pido, con la oración os salvaréis.

La cuarta morada está preparada para la lucha, en esos momentos Elías y Henoc harán su presencia y harán grandes prodigios para que los enemigos de mi Hijo se arrepientan y vuelvan a Dios. […] Elías y Henoc, testigos de Jesús serán muy eficaces para la conversión de la humanidad; serán dados muerte y después de acontecida esta muerte, habrá un gran milagro, hija mía, eso está escrito: el que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga.

 

18 de diciembre 1981 - Vendrá sobre la Tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches

Jesús: Daos cuenta de que Dios Padre va a enviar dos castigos muy grandes. Uno en forma de guerra, revoluciones y peligros revolucionarios. Y el otro enviado por el Cielo: Vendrá sobre la Tierra una oscuridad intensa que durará tres días y tres noches. Nada será visible; el aire se volverá pestilente y nocivo, y dañará, aunque no exclusivamente a los enemigos de la religión; durante los tres días de tinieblas la luz artificial será imposible; sólo las velas benditas arderán durante estos días de tinieblas; los fieles deberán permanecer en sus casas rezando el santo Rosario y pidiendo a Dios misericordia.

Todos los enemigos de la Iglesia, visibles y desconocidos, perecerán en toda la Tierra durante esta oscuridad universal con excepción de algunos que se conviertan.

Cuando esto suceda San Pedro y San Pablo intervendrán para elegir un nuevo Papa. Mira (Aquí, Amparo ve la Tierra envuelta en llamas, muchos muertos y la mayor parte de los edificios hundiéndose), se verá la Tierra envuelta en llamas, se hundirán numerosos edificios de la tierra y el cielo parecerá que está agonizando. Millones de hombres morirán por el hierro; unos en guerra, otros en lucha, otros millones perecerán de muerte imprevista. Esto ocurrirá cuando parezca que la Iglesia ha perdido los medios humanos de hacer frente a la persecución.

Date cuenta, hija mía, de que la ira de Dios Padre tiene que descargar muy pronto porque el Padre Eterno está muy enfadado. No hacen caso y el cáliz se está derramando, está lleno hasta el borde. Descuidan la oración en la Iglesia algunos obispos, algunos sacerdotes; algunos de los ministros de Cristo no tienen fe. Por eso vendré mandado por mi Padre Celestial, haré un acto de justicia y de misericordia hacia los justos. Ordenaré a mis ángeles que todos mis enemigos sean muertos; de momento los perseguidores de la Iglesia de Cristo y todos los hombres dados al pecado perecerán; la Tierra quedará como un desierto.

Entonces será la paz y la reconciliación entre Dios y los hombres. Yo seré servido, adorado y glorificado; la caridad brillará por todas partes; los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Iglesia. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres vivirán en el temor de Dios. Mi santa Iglesia será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa imitadora de las virtudes de Jesucristo; pero hay que pedir, hay que rezar mucho para que se den oportunidades a más almas, que pidan perdón de sus pecados, que hagan penitencia.

N.B.: La primera parte de este mensaje es igual a la profecía de Anna Maria Taigi sobre los tres días de oscuridad; la segunda parte es igual a una parte del mensaje de La Salette, en la versión de 1879.

 

18 de diciembre 1981 - Vendrá un gran castigo para toda la humanidad

La Virgen María: Hay que hacer mucho sacrificio y mucha penitencia. Hay que visitar mucho el Santísimo Sacramento, pues mi Hijo está muy triste y muy solo; pero antes hay que ser muy buenos. Díselo a todos: hay que confesar las culpas; que se confiesen y se arrepientan; que lo hagan, que queremos que os salvéis todos. Si no lo hacéis vendrá un gran castigo para toda la humanidad. Haz que se conozcan mis mensajes por cualquier parte del mundo, pues estoy dando muchos avisos. Hay sacerdotes, obispos, cardenales, y parte del clero, que van por camino de perdición y por ellos se están condenando muchas almas. Hay que rezar por ellos. Ofrece estas dos horas de agonía por ellos. Diles a todos que pidan perdón al Padre Celestial que los está esperando con los brazos abiertos. Diles que recen las tres partes del Rosario, los quince misterios diariamente; que lo ofrezcan por la salvación de las almas, por la conversión de los pecadores. El mundo está en un gran peligro.

 

1 de diciembre 1990 - una bendición muy especial para los pobres pecadores y para el día de las tinieblas

La Virgen María: “Hoy voy a dar una bendición muy especial para los pobres pecadores y para el día de las tinieblas, para que allí donde haya un objeto bendecido reluzca como el sol. Y cuando esto suceda, hijos míos, ventanas y puertas cerradas; y no miréis para atrás, ni aunque viéreis a vuestros propios hijos llamar a la puerta, no la abráis, hijos mios, será terrible lo que podría suceder, hijos míos.

Yo soy Madre del Amor y Madre de Misericordia, e intercederé a mi Hijo para salvar muchas almas. Todavía estáis a tiempo, hijos míos. Orad, orad, para no caer en tentación, hijos míos. Los segundos pueden acortarse en cualquier momento, hijos míos.

Y aunque nuestro tiempo no es vuestro tiempo, no os confiéis, hijos míos, y os echéis a dormir tranquilamente como hicieron los Apóstoles en el Huerto de Getsemaní. Velad y orad. Sacrificio y penitencia.

Acercaos a los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, ahí recibiréis la fuerza para todo lo que caiga sobre la tierra, hijos míos.

Levantad todos los objetos, todos serán bendecidos con bendiciones especiales para el día de la tribulación y para la conversión de los pecadores.

Todos han sido bendecidos con bendiciones especiales, hijos míos.

La paz sea con vosotros."

 

20 de enero 1983 - Vendrán grandes calamidades sobre la humanidad

La Virgen María: "Varios pastores, hija mía, por su vida de impiedad y abandono en la oración están labrando ellos mismos su condenación. Haz sacrificios por el Vicario de Cristo. El Vicario está en un gran peligro. Haz sacrificios, ¡pobre Vicario!, va a sufrir mucho, hija mía. Yo estaré con él en el último momento. Vendrán grandes calamidades sobre la humanidad. Grandes terremotos; ciudades enteras quedarán destruidas.

Vendrán grandes castigos. El enemigo formará en el aire una guerra con armas atómicas. ¡Cuántos cuerpos volarán por el aire y la piel se desprenderá de esos cuerpos! Millares de ojos lo verán y aún así no lo creerán.

El planeta tierra está a punto de destruirse. Con oraciones y sacrificios, ¡cuántas almas se pueden salvar! Muchas almas se condenan porque nadie reza por ellas. Hablad de Dios y extended los mensajes de vuestra Madre por todo el mundo.

Rusia es el azote de toda la humanidad. Pedid que se convierta. Querrá destruir con artefactos atómicos la humanidad. Con vuestras oraciones y vuestros sacrificios puede convertirse. Recibiréis vuestra recompensa por vuestros sacrificios. Recordad que Dios dijo: que todo el que salve almas, salvará la suya. No debéis tener miedo; seguid adelante con humildad. Sed apóstoles de los últimos tiempos. Tenéis que ayudar a muchas almas que están en gran peligro.

 

27 de marzo 1983 - El castigo está muy cerca

La Virgen María: "Hija mía, hija mía, os sigo repitiendo: haced sacrificios y oración, rezad por los pobres pecadores, acercaos a la Eucaristía. ¡Cuántos de mis hijos, están yendo al fondo del abismo, por no cumplir los Mandamientos!

Sed astutos, que el enemigo está al acecho. Cumplid, hijos míos, que el castigo está muy cerca. (Amparo habla un idioma que no se entiende). Hija mía, estas fechas, serán el gran castigo de toda la humanidad. Varias naciones quedarán destruidas y las que queden serán purificadas. Este gran castigo está muy próximo; parecerá que el mundo está ardiendo. Sólo del aviso, muchos no lo resistirán y morirán.

 

14 de enero 1983 - El mundo se verá envuelto en llamas

La Virgen María: “El castigo está muy cerca. Diles que cambien sus vidas, que el tiempo está muy cerca, bajará mi Hijo en una nube blanca rodeado de ángeles; que cumplan con los Mandamientos de la Ley de Dios. Diles que Dios Padre es misericordioso, pero también muy severo.

Se está acabando este cáliz y cuando el cáliz se acabe el mundo se verá envuelto en llamas. El castigo no se evitará; pero con oración Dios Padre dará más oportunidades para que se salven más almas. Que se arrepientan, que el Padre Eterno los está esperando con los brazos abiertos; quiere abarcar toda la humanidad; que se arrepientan.

 

10 de junio 1984 - Verán derrumbarse las montañas, y estrellarse los astros sobre la tierra

La Virgen María: El castigo terreno lo podéis evitar con la oración y con el sacrificio, pero el castigo divino del cielo, nadie podrá evitarlo, hija mía, ni aún lo sabe el Hijo del Padre que es Jesucristo; sólo el Padre lo sabe, ni los ángeles del cielo.

Está escrito, ni el Hijo del Hombre sabrá, el castigo que vendrá sobre la tierra. No será agua, hijos míos, esta vez será fuego, y será producido, por un astro, que se estrellará sobre la tierra.

Todos aquellos que estén en gracia de Dios, no les afectará absolutamente nada; se quedaran como en un éxtasis, hija mía. Procurad estar a la derecha del Padre, para poder salvar vuestras almas.

Verán derrumbarse las montañas, y estrellarse los astros sobre la tierra, y sólo que del terror morirán. Ya lo tengo todo dicho, hijos míos: ORACION Y SACRIFICIO, PARA PODER ALCANZAR LAS MORADAS.

 

29 de enero 1983 - Sobre este planeta tierra se avecina un castigo muy grande

La Virgen María: “Hija mía, sobre este planeta tierra se avecina un castigo muy grande como jamás ha visto la humanidad. Grandes nubes de humo, hija mía, y de fuego destruirán lo que los hombres han construido. Grandes terremotos, hija mía, también habrá fuertes huracanes, grandes sequías, hija mía, será horrible.

Yo quiero que se salven todos, hija mía, pero ¡qué pena de almas! Estoy dando avisos, hija mía, para toda la humanidad; derramo gracias, pero no quieren salvarse los humanos, hija mía, tienen los corazones endurecidos, hija mía.

El Padre Eterno está ofendido, hija mía, y su ira está próxima a difundirse.”

Reza por las almas consagradas, hija mía, para que abandonen los placeres del mundo y se entreguen a la oración y penitencia. En estos momentos el mundo está necesitado, hija mía, de oración y de sacrificio, sacrificio por toda la humanidad. Quiero que se salve por lo menos la tercera parte de la humanidad.”

 

11 de febrero 1982 - El castigo está cerca; consistirá en que los astros chocarán sobre la tierra

La Virgen María: “Hijos míos, rezad el santo Rosario. El Rosario tiene mucho poder. Quiero que pidáis por todos los obispos, cardenales, arzobispos, muchos de ellos son políticos de destrucción. Hija mía, date cuenta de que estoy pidiendo constantemente por la conversión de Rusia. Rusia está metida en mi Iglesia, en algunos de mis obispos, de mis cardenales, de mis arzobispos, y en muchos de mis sacerdotes; están destruyendo las cosas de Dios, hija mía. No saben el castigo que se les avecina. El castigo está cerca; consistirá, hija mía, en que los astros chocarán sobre la tierra; están a punto de destruir la mayor parte de la humanidad. El astro Eros*, hará iluminación sobre toda la humanidad; será horrible, hija mía, parecerá que el mundo está en llamas, sólo será unos segundos; muchos de los humanos quisieran estar muertos en ese momento. Hasta los justos lo verán, pero no les afectará absolutamente en nada. También muchos humanos morirán de esa gran impresión, será como lluvia de fuego; temblará toda la tierra, hija mía, será horrible.”

*Eros es un asteroide en el sistema solar. Su órbita lo acerca periódicamente a la Tierra. La próxima vez que pase en las cercanías de nuestro planeta es en 2056.

 

11 de febrero 1982 - La tierra temblará y el sol girará sobre sí con grandes explosiones

La Virgen María: "Hija mía, te repito como he repetido a otras almas muchas veces: sé humilde y sigue el camino que mi Hijo te ha marcado. Todos los que siguen el camino hacia la luz tienen que cargar con la cruz y seguir el camino del sufrimiento. Pero los humanos no piensan nada más que en divertirse y en cometer pecados. Diles a todos que, como no cambien y pidan perdón de sus pecados y se arrepientan, el castigo está muy cerca; que el toque de las trompetas va a sonar muy pronto y en ese momento la tierra temblará y el sol girará sobre sí con grandes explosiones y la luna se oscurecerá y en todo el planeta Tierra se verán muchos fenómenos. Un astro iluminará la Tierra. Parecerá que está envuelta en llamas, durará veinte minutos; el pánico cundirá por todas partes. Todos los que crean en Dios y la Santísima Virgen quedarán como en éxtasis durante esos veinte minutos.

Nota: La primera parte de este mensaje está presente, y perfectamente idéntica, también en los mensajes recibidos por Enzo Alocci el 15 de mayo de 1977 y el 31 de julio de 1966.

 

1 de julio 2000 - Habrá grandes castigos de cataclismos

La Virgen María: “Orad, hijos míos, orad mucho, pues el mundo está en una situación grave, hijos míos. Sólo la oración, el sacrificio y la penitencia puede detener el brazo de Dios, hijos míos. Orad, hacer penitencia, visitad al "Prisionero" y pedid por los pecadores, hijos míos. Orad para que Dios detenga su brazo, pues en el mundo, hija mía, habrá grandes castigos de cataclismos; cataclismos, hija mía, que no digo que sean al principio del 2000, pero también digo que no serán tampoco al final del 2000.(1) Astros con más de 12 km. de longitud caerán sobre la Tierra y terminarán con la mayor parte de ella. Por eso, hijos míos, os digo que oréis, que hagáis penitencia y sacrificio, para que Dios tenga misericordia de las almas. Estad preparados, hijos míos, que las almas no se preocupan de su alma; sólo se ocupan de diversiones, de placeres, de cosas mundanas, y olvidan a Dios. Dios es olvidado por sus criaturas.

 

5 de mayo 1984 - Estad alerta, porque, cuando la luna empiece a enrojecer

Jesús: “Hijos míos, rezad las tres partes del Rosario. Es mi plegaria favorita. La que más os cuesta, hijos míos; pero la que más agrada a mi Corazón.

Ya ha sonado la segunda trompeta. Estad alerta, hijos míos, pues el enemigo quiere apoderarse de vuestras almas. Pero con sacrificios y con oración el enemigo no podrá nunca con vuestras almas.

Os dije, hijos míos, que habría grandes sequías, y las hubo. Pero mi Corazón tuvo misericordia de vosotros y le pidió al Padre que cayera lluvia sobre la tierra. Lluvia os ha dado, hijos míos. Pero estad alerta, porque, cuando la luna empiece a enrojecer y los astros empiecen a perder su brillo, el tiempo se aproxima. Hijos míos. Observad que esto está sucediendo.”

 

14 de enero 1983 - Durante este tiempo cada uno verá lo que ha hecho durante toda su vida

La Virgen María: “Mira, éste es otra clase de castigo (este castigo se refiere a los tres días de tinieblas. Durante este tiempo cada uno verá lo que ha hecho durante toda su vida, esto será lo que produzca el dolor en la carne. Amparo dice haber sentido estos dolores en su cuerpo), este dolor lo sentirán diariamente en sus carnes.

 

3 de septiembre 1983 - En aquellos lugares que haya más pecado habrá mayor castigo

La Virgen Maria: “La sociedad, hijos míos, está a punto de ser castigada con un castigo terrible, hijos míos. La tierra temblará para todos aquellos que no han querido cumplir con los Mandamientos de la Ley de Dios; serán castigados, hija mía. También para aquellas almas consagradas que dicen servir a Dios y se han abandonado en la oración y en el sacrificio para adorarse ellos mismos. Sí, hija mía, será terrible, porque Dios Padre los va a abandonar en manos de sus enemigos. Sí, hija mía, el golpe fulminante de la cólera de Dios, está próximo; está próximo, hija mía, porque los hombres con sus desórdenes y con sus crímenes han traspasado las bóvedas de los cielos, hija mía; por eso os pido, hijos míos, sacrificio y oración.

Sí, hijos míos, en aquellos lugares que haya más pecado habrá mayor castigo. París, hija mía, será envuelto en llamas y grandes naciones serán engullidas bajo la tierra, hija mía. Por eso os pido, hijos míos, que pidáis perdón a Dios.”

 

1 de enero 1982 - El comunismo está metido en la Iglesia

La Virgen María: “Rezad mucho por la salvación del mundo.

Algunos sacerdotes están dañando a muchas almas. Rezad por los que no rezan y haced penitencia por los que no la hacen. Rezad por España, porque está en un gran peligro. El comunismo está metido en la Iglesia.

Hija mía, el tiempo está muy cerca. Algunos sacerdotes, obispos, arzobispos y cardenales, no quieren arrepentirse, están sembrando ellos mismos la semilla de la condenación.”

 

1 de febrero 1986 - Mi Vicario será atormentado

Jesús: El mundo está corrompido, hijos míos. Los hombres no piensan nada más que en el gozo y en el placer. La carne, hijos míos, es la que lleva muchas almas al infierno. Los pecados de la carne... Pero no escuchan mi llamada cuando grito: «Venid a Mí.» (Se oye llorar a Amparo.)

Han transformado la tierra, hijos míos. La habéis transformado en escenario de crimen, de envidia y de placer. Hay muy pocos hogares virtuosos, hijos míos. A los hijos se les educa en el escándalo y en la desunión, en el adulterio y en toda clase de vicios, hijos míos. Por eso pido oración, porque en las familias la oración está muerta. (Gime y llora.)

Será terrible la calamidad que caiga sobre la tierra. Jamás se ha visto ningún castigo semejante a éste. (Amparo llora amargamente.)

Cuando esto suceda, hija mía, habrá grandes monstruos gobernando y no respetarán los sacros Alimentos de las iglesias. (Amparo llora nuevamente.)

Porque los dictadores del mundo serán verdaderos demonios encarnados y destruirán todas las cosas santas. Martirizarán a mis almas consagradas. Aquellos pocos que queden santos, serán martirizados por las manos de un verdugo, hija mia.

¿Y mi Vicario? Mi Vicario será atormentado (llora Amparo desconsoladamente)."

 

5 de abril 1986 - El anticristo, hija mía, se apoderará de Roma

La Virgen María: “La sociedad, hija mía, sigue, sigue ofendiendo gravemente a la divina Majestad de Dios. Y grandes calamidades van a seguir cayendo sobre la humanidad.

No os abandonéis en la oración, hijos míos. El espíritu de Satán está entre la humanidad. Quiere hacerse dueño de esos corazones; hacerse dueño de los corazones, de las almas que están entregadas a Mí, hija mía. (Pausa.)

En el globo terrestre, hija mía, las malas lecturas abundarán; dirán terribles cosas y calumnias atroces contra las cosas santas; y aquellos que verdaderamente están entregados a Dios, al oír estas cosas, dudarán de su existencia. No hagáis caso, hijos míos, porque los poderosos quieren destruir las cosas santas y que reine en el mundo el ateísmo y el espiritismo poco a poco, hija mía. Y querrán hacer desaparecer toda palabra de Dios.

Cuidado, hijos míos, que Satán tiene mucha astucia. El rey de las tinieblas ha hecho un pacto con varias naciones; y estas naciones, hija mía, serán la ruina de la humanidad. Sólo con oración y con sacrificio se podrá evitar un gran castigo, hija mía. Satán enturbia las almas de los hogares. Los matrimonios, por cosas sin importancia, arman grandes guerras. Se apodera de sus almas con la pereza. Muchos, hija mía, serán sellados con el sello de Satán. Pero aquellas almas que vengan a Mí, Yo las llevaré a mi Hijo, y mi Hijo las llevará al Padre.

No os abandonéis en la oración. Si os abandonáis en la oración, vuestras almas quedarán tibias y aletargadas; y es un modo de Satán poderse aprovechar de ellas. (Pausa.)

El anticristo, hija mía, se apoderará de Roma. Hay muchos secuaces del anticristo; y él quiere sentarse en la Sede. Pedid mucho por mi Hijo, mi Vicario. Es muy perseguido, hijos míos; y el anticristo está cerca para hacerle sufrir, hija mía. (Pausa.) Uníos a él en oración y ofreced vuestras oraciones por él. NUESTROS CORAZONES LE AMAN.” (Pausa.)

 

20 de noviembre 1981 - Se abolirán el poder civil y el eclesiástico

La Virgen María: “¡Ay, hija mía! Pobres de los habitantes de la Tierra y de los ministros de la Iglesia. Dios va a lanzar su castigo y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos. Sí, hija mía, algunos sacerdotes ofenden mucho a mi Hijo; muchos de ellos no son dignos de celebrar los sagrados misterios de la Eucaristía por su falta de fe y por sus manos manchadas de impurezas. Vendrá un gran castigo sobre los tales, pues ellos tienen todavía más responsabilidad que otros, porque están condenando a muchas almas. Sí, hija mía, ciertos jefes y guías del pueblo de Dios han descuidado la oración y la penitencia y el demonio ha oscurecido sus inteligencias. Los malos libros abundarán en la Tierra; los espíritus de las tinieblas esparcirán por todas partes el relajamiento universal en todo lo que pide el servicio de Dios, hija mía. El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, porque durante un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones; será el tiempo de las tinieblas; la Iglesia tendrá una crisis horrorosa. Sí hija mía, se abolirán el poder civil y el eclesiástico. Cada individuo tendrá que guiarse por sí mismo e imponerse a sus semejantes. Toda justicia será hollada y no se verá pronto por todas partes otra cosa que homicidios, odios, discordias, sin amor en la humanidad, ni en las familias.

Sí, hija mía, sí, muchos sacerdotes están destruyendo el amor a mi Hijo, muchos, hija mía; muchas almas se están condenando por el mal ejemplo de todos ellos. No quiero pensar el castigo que se les avecina.”

Nota: una profecía idéntica también se puede encontrar en el "secreto" de La Salette, en la versión de 1879.

 

24 de febrero 1983 - Veo como se derrumban las montañas. En Roma habrá grandes terremotos

La Virgen María: “Hija mía, pedid a Dios misericordia; estamos en lo último. Faltan segundos para que venga el castigo.

Hija mía, cuenta lo que ves:

Ese es San Pedro; cuando llegue este momento, elegirá un nuevo Papa. Se vivirá el Evangelio. Los malos irán al fondo del abismo. Mira todos los que hay. No hacen caso de mis mensajes. Será horrible. Piensan que Dios es misericordioso; pero no piensan que es un juez muy severo y juzgará a cada uno según sus obras.

Mira lo que ves ahora:

Veo como se derrumban las montañas. En Roma habrá grandes terremotos y sera casi destruida. Veo hundirse el Vaticano. Todo esto está próximo.

Tened cuidado, hijos míos, que el enemigo está al acecho para llevarse las almas. Haced oración y sacrificio por los pobres pecadores.

Los ángeles están preparados para cuando Dios Padre mande el castigo.

Cinco árboles veo. En cada árbol hay un ángel. Uno tiene una cruz muy grande con un libro, y los otros cuatro tienen una trompeta cada uno. Los árboles son muy altos y terminan en forma de animales: uno un águila, otro un león, otro con cuerpo de persona y pezuñas de animal y otro en forma de toro o búfalo. ¿Qué son esos cinco árboles sobre esta tierra?

Esta tierra es la tierra prometida de los escogidos. Reinará Jesús como Rey de Reyes sobre la tierra. No hay más que luz por todas partes. Pero mira este otro sitio: muerte, muerte y oscuridad por todas partes; será horrible. Los humanos no hacen caso.

Las naves celestiales están preparadas para trasplantar a los escogidos a la tierra prometida. Estas naves vendrán rodeadas de luz azul como especie de una nube. No os riáis de mis avisos, hijos míos.

 

25 de julio 1983 - Pedid por Rusia y China para que se conviertan

La Virgen María: “Hijos míos, pedid por la paz del mundo entero, pero pedid por España hijos míos; sed unos buenos apóstoles como vuestro patrón fue un buen apóstol; pero no luchéis con espadas, hijos míos, luchad con la oración y con el sacrificio en reparación y para la salvación del mundo. Pedid por Rusia, hijos míos, en Rusia está el dragón de las siete cabezas, hijos míos, que quiere apoderarse de la mayor parte de la humanidad. Pedid a mi Corazón Inmaculado para que sea convertida Rusia. Rusia, hijos míos, si no hacéis oración y sacrificio, será el azote de la humanidad; pedid que se convierta, hijos míos, pero con oración y con sacrificio.

Os pido sacrificio, sacrificio, hijos míos, por esas pobres almas que están tan necesitadas de oración, que el demonio se ha metido en sus mentes y ha oscurecido sus inteligencias y las han aprovechado para construir artefactos atómicos, para destruir la mayor parte de la humanidad.

Sí, hijos míos, pedid por Rusia y China para que se conviertan; pueden ser la destrucción de la mayor parte del mundo, hijos míos; pero con el arma del Rosario podéis salvaros y también salvar a vuestros enemigos, hijos míos. Sacrificio, sacrificio, repito, hijos míos, haced caso a vuestra Madre y pedid a mi Inmaculado Corazón, porque este Corazón Inmaculado será el que triunfe al final.

 

1 de octubre 1983 - El agua y la luz, darán al globo terrestre grandes convulsiones

La Virgen María: “Hijos míos, hijos míos, no cerréis vuestros oídos; el fin de los tiempos se aproxima, el globo terrestre, hijos míos, está cambiando de estaciones, los astros perderán, hijos míos, perderán sus movimientos; la luna dará una tenue luz roja. Hijos míos, cuando esto suceda estad preparados, porque está próximo el fin de los tiempos.

Recibid, las gracias, hijos míos que mi Inmaculado Corazón derrama, porque se aproxima el fin de los tiempos.

La tierra, la tierra dará malas cosechas, malos frutos hijos míos.

El agua y la luz, darán al globo terrestre grandes convulsiones, hijos míos, será espantoso, será horrible, hijos míos, grandes ciudades serán derrumbadas.”

 

21 de abril 1984 - Grandes ciudades serán derrumbadas

La Virgen María: “No hacéis caso, hijos míos; pero el tiempo apremia, y no cambiáis. Si los hombres no cambian, me veré obligada a dejar caer el brazo pesado de mi Hijo. Por eso os digo hijos míos; está a punto de que Cristo vuelva en una nube; pero rodeado de ángeles; pero todo aquel, que no esté a su derecha, no entrará en el reino del Cielo.

Mira está muy próximo; grandes ciudades serán derrumbadas, hija mía; parecerá -como he dicho otras veces - es peor que cuarenta, terremotos juntos. Y todo, porque los hombres no dejan de ofender a Dios. No lo ofendáis más, hijos míos, que Dios Padre va a descargar su ira de un momento a otro.

Lo último está muy amargo, hija mía, porque es el fin de los tiempos el que se aproxima. Mira cómo quedará el mundo, como en un desierto, hija mía; no se verán más que cadáveres por todos los sitios; pero todos aquellos, que sean escogidos, quedarán como en un éxtasis, hija mía; no les afectará absolutamente nada en su cuerpo.

No sólo con rezar un rosario o dos o tres vais a estar salvados, hijos míos; con el sacrificio, con la penitencia, con eso os salvaréis, hijos míos; y cumplid con los Diez Mandamientos acercaos a la Eucaristía; pero antes, hijos míos, por el sacramento de la confesión.”

 

19 de marzo 1982 - ¿Ves esos puntos luminosos qué pequeños son?

Jesús: "Hija mía, mi mensaje va a ser muy corto, como anteriormente te he dicho. Te repito que comuniques a los humanos que hagan penitencia en reparación de todos sus pecados. Penitencia, penitencia es lo que pido. Comunícales que el día del Creador está próximo; que procuren estar a la derecha de mis escogidos para llevarlos a la tierra prometida. Mira, hija mía, ¿ves esos puntos luminosos qué pequeños son? parecen una luz de una bombilla; pues son astros sobre los que hay una vida eterna. Esa es la tierra prometida. Nunca el hombre podrá descubrir la grandeza de este tesoro rodeado de tanto misterio.

 

4 de abril 1992 - Visión de Amparo Cuevas:

“Veo grandes carros, con grandes ruedas; van dentro de ellos hombres vestidos de león y de águila con grandes alas, mirando siempre hacia adelante; se juntan unas alas con otras; bajan. Hay millones y millones de ojos alrededor de ellos. Salen brazos de hombres para coger a las criaturas; se posan en la tierra con pezuña de león, llevan sobre sus cabezas escafandras de zafiro y sobre su cuerpo piedras de jaspe; esas ruedas se dirigen hacia los cuatro puntos cardinales. Vienen envueltos en una nube de luz, millones y millones se posan en la tierra, abren sus ojos y salen sus brazos y escogen a todas esas criaturas. (Amparo expresa gozo incontenible). ,y, Dios mío, ay...! Todos están dentro, cierran sus ojos y meten sus pezuñas, y sus ruedas se dirigen hacia el mismo lugar. (Amparo no deja de expresar su gozo) . Van juntos unos contra otros -sólo se ven las alas- que viven hasta otro mundo, otro mundo distinto; hay resplandor y belleza... ,y, ay,... Se paran todos, se vuelven a abrir los ojos, empiezan a salir todos. |y, cuántos, y cuántos y cuántos...! ,y qué belleza hay en ese lugar! Ahí estarán hasta el día del juicio final. Hay un gran altar; ese gran altar es muy grande, alto, muy alto. Todos llevan libros en la mano. En medio del altar hay un hombre con cuerpo de león y cabeza de águila. Coge un gran libro, lo abre y explica el Evangelio tal y como está escrito. ,y, qué belleza!, {y, qué belleza! ,y...! Todos son transportados, todos estos carros. Se oirán sonidos como de truenos y trompetas de gloria. ,y, qué grandeza, ay, qué grandeza!"

Jesus: “Por eso os pido, hijos míos, vivid el Evangelio, que la mayoría de la humanidad no vive el Evangelio; y no podrán ser transportados a la tierra del Edén. Cuántos...! Unos serán tomados y otros serán dejados; entre padres e hijos, unos quedarán y otros serán arrebatados.

Por eso os pido, hijos míos, que dejéis el mundo y os dediquéis a vuestro espíritu y a vuestra alma. Cumplid el Primer Mandamiento de la Ley de Dios que es el Amor. Si los hombres no se aman no podrán llegar a la tierra del Edén. Aquí sólo hay amor, sólo paz y unión. Todos seréis marcados los que acudáis a este lugar, y protegidos de las asechanzas del enemigo.”

La Virgen María: “Os bendigo, hijos míos, como el Padre os bendice, por medio del Hijo y con el Espíritu Santo.

Levantad todos los objetos, todos serán bendecidos con bendiciones especiales, para el día de las tinieblas.”

 

Fuente de los Mensajes: pradonuevo.tripod

Sitio oficial: virgendolorosa.net