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No dirás falsos testimonios

¿Qué más nauseabundo que un mentiroso? El mentiroso es cruel; mata el aprecio con su lengua, y, por tanto, no se diferencia del asesino; más aún, digo que es más que un asesino

(CEV) "El Evangelio como me ha sido revelado" Vol. II, p. 310

Jesús dice: "No dirás falsos testimonios", está escrito. ¿Qué más nauseabundo que un mentiroso? ¿Sería mucho decir que el mentiroso sintetiza crueldad e impureza? No, ciertamente no. El mentiroso - me refiero al que lo es en cosas graves - es cruel; mata el aprecio con su lengua, y, por tanto, no se diferencia del asesino; más aún, digo que es más que un asesino.

Éste mata sólo un cuerpo; aquél mata también el buen nombre, el recuerdo de un hombre; por tanto, es dos veces asesino, asesino impune, porque no esparce sangre... pero..., eso sí, daña la reputación de la persona calumniada y, con ella, de toda su familia.

El caso de aquel que, jurando lo falso, mande a otro a la muerte, ni siquiera 1o considero; sobre ése están acumulados los carbones de la Gehena. Me refiero sólo a aquel que con palabra mentirosa induce a otros y los persuade en perjuicio de un inocente.

¿Por qué lo hace? O por odio sin motivo, o ambicionando tener lo que el otro tiene, o también por miedo. Odio. Tiene odio sólo quien es amigo de Satanás. El bueno no odia nunca, por ninguna razón; aunque le hayan vilipendiado o perjudicado, perdona. No odia nunca.

El odio es el testimonio que de sí misma da un alma perdida, y el testimonio más hermoso en favor del inocente. Porque el odio es la sublevación del mal contra el bien. No se perdona a quien es bueno. Acidez. "Aquél tiene eso que yo no tengo.

Yo quiero eso que él tiene, mas sólo sembrando desestimación hacia él puedo llegar a ocupar su lugar. Y yo lo hago. ¿Miento?, ¿qué importa?; ¿robo?, ¿qué importa?; ¿puedo llegar a destruir toda una familia?, ¿qué importa?".

El astuto embustero, entre tantas preguntas como se hace, olvida, quiere olvidar, una pregunta, ésta: "¿Y si me desenmascarasen?"

Ésta no se la hace, porque, bajo el orgullo y la avidez, es como quien tiene los ojos tapados: no ve el peligro; es como uno ebrio, ebrio por el vino satánico, y no piensa que Dios es más fuerte que Satanás y se encarga de vengar al calumniado.

El mentiroso se ha entregado a la Mentira y se fía neciamente de su protección.

Miedo. Muchas veces uno calumnia para disculparse a sí mismo. Es la forma más común de mentira. Se ha hecho el mal..., se teme que venga a descubrirse y lo reconozcan como obra nuestra.

Entonces, usando y abusando de la estima en que aún nos tienen los otros, he aquí que invertimos el hecho y, lo que hemos hecho nosotros, se lo endosamos al otro, del cual sólo tememos su honestidad.

Y también se hace esto porque el otro, algunas veces, ha sido, sin querer, testigo de una mala acción nuestra, y pretendemos así preservarnos de un testimonio suyo: se le acusa para desacreditarle; así, si habla, nadie le creerá.

¡Actuad bien, actuad bien, y no tendréis necesidad de esta mentira! ¿No pensáis, cuando mentís, cómo os colocáis un yugo pesado, hecho de sujección al demonio, de perpetuo miedo a quedar desmentidos y de la necesidad de recordar la mentira, con los hechos y detalles con que fue dicha, incluso años después, sin caer en contradicción?: ¡Un trabajo de galeote! ¡Si al menos sirviera para el Cielo!... pero sirve sólo para prepararse un puesto en el infierno.

Sed francos. ¡Es tan hermosa la boca del hombre que no sabe de mentira alguna!... ¿Que es pobre?, ¿que es inculto?, ¿que no le conocén?; ¿que es así? Sí.

Pero es siempre un rey, porque es una persona sincera, y la sinceridad es más regia que oro o diadema, y eleva por encima de las multitudes más que un trono, y proporciona una corte de personas buenas mayor que la de un monarca.

La presencia del hombre sincero alivia y da seguridad, mientras que la amistad con el insincero produce desazón; el simple hecho de tenerle cerca da une sentido de desazón. Quien miente - dado que. la mentirá, por mila? motivos, pronto aflora - ¿no piensa que luego le tendrán siempre como sospechoso?

¿Cómo se podrá en un futuro aceptar lo que él dice?-' Aunque diga la verdad y quien lo oiga lo quiera creer, en el fondo.: quedará siempre una duda: "¿Estará mintiendo también esta vez?". - Diréis vosotros: "Pero, ¿dónde está el falso testimonio?".

Toda mentira es falso testimonio, no sólo la legal. Sed sencillos como lo es Dios y como lo es el niño. Sed veraces en todos vuestros momentos de la vida. ¿Queréis ser considerados buenos? Sedlo de verdad.

Aunque un maldiciente quisiese hablar mal de vosotros, cien buenos dirían: "No.

No es verdad. Es bueno. Sus obras hablAn por él". En un libro sapiencial está escrito: "El Hombre apóstata se mueve con la perversidad en los labios... en su corazón perverso prepara el mal y en todo tiempo siembra discordias...

Seis cosas odia el Señor y la séptima le es execrable: los ojos soberbios, la lengua mentirosa, las manos que derraman. sangre inocente, el corazón que piensa en inicuos proyectos, los pies que corren apresuradamente hacia el mal, , el falso testigo que profiere mentiras, y el hombre que siembra discordia entre los hermanos... Por los pecados de la lengua la ruina se avecina al malvado... Quién miente es un testigo fraudulento.

El labio veraz permanece inmutable por toda la eternidad, mas el urdidor de lenguaje fraudulento es testigo momentáneo.

Las palabras del. murmurador parecen sencillas, pero traspasan las entrañas.

Por cómo habla se le reconoce al enemigo, cuando en su interior está dando vida a una traición. Si habla en voz baja, no te fíes de él, porque lleva en su corazón siete malicias.

Él, con simulación, esconde su odio, mas su malicia quedará de manifiesto...

Quien excava la fosa en ella caerá; la piedra le caerá encima a quien la rueda". Viejo como el mundo es el pecado de mentira, e inmutable es el pensamiento de quien en esto es sabio, como inmutable es el juicio de Dios sobre el mentiroso.

Yo digo: "Tened siempre un solo lenguaje.

El sí sea siempre sí y el no sea siempre no, siempre, aun frente a poderosos y tiranos; y vuestro mérito será grande en el Cielo".

Os digo: "Tened la espontaneidad del niño, que por instinto se acerca a quien siente bueno, no buscando sino bondad, y que dice aquello que su propia bondad le hace pensar, sin calcular si es demasiado lo .que dice y le pudiera acarrear una reprensión".

Podéis ir en paz. Y que seáis amigos de la Verdad».

 

Maria Valtorta
El Evangelio como me ha sido revelado

Maria Valtorta: The Poem of The Man-God

 Livio FanzagaEvaluación de la Obra de María Valtorta por el padre Livio Fanzaga, sacerdote católico (Radio Maria): "Así que yo diría eso, queridos amigos, porque he leído "El Evangelio como me ha sido revelado", tres veces, 10 volúmenes (CEV), y luego soy capaz de evaluar en toda su complejidad y su valor, me dan ganas de decir, queridos amigos, yo no conozco a ningún comentario sobre el Evangelio más ortodoxo, más edificante, más estimulante que esto, y me gustaría, queridos amigos, que todos ustedes aceptaría la invitación de la Virgen María para leer estos libros, porque todo es verdad (y no contienen errores contra la fe y la moral de la Iglesia Católica ...). A continuación, lea estos libros, mis queridos amigos, porque sin duda ganaras grandes beneficios para sus almas. No es difícil conseguirlos, y no cuestan mucho, 10 libros que pueden ser para usted un alimento espiritual indispensable "
Contenido tomado de la obra de María Valtorta con el permiso del "Centro Editoriale Valtortiano Srl". - Viale Piscicelli, 89/91 - 03036 Isola del Liri, (FR - Italia), que tiene todos los derechos sobre las obras de Maria Valtorta