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Confeséis y reparéis por todos vuestros pecados

Muchas almas por su condición pecadora no van a resistir el paso por la eternidad y se van a perder, su espíritu no regresará más a este mundo

Julio 30 2019
Llamado de María Santificadora al Pueblo de Dios.
Mensaje a Enoch.

Confeséis y reparéis por todos vuestros pecados

“Hijitos de mi Corazón, la Paz de mi Señor esté con todos vosotros.

Pequeñitos, os llamo nuevamente a que estéis listos y preparados para la llegada del Aviso de Dios. ¡Despertad de una vez, humanidad pecadora; no sigáis adormecida para que este transcendental acontecimiento, no os coja en pecado! La maldad va en aumento, mi adversario anda suelto haciendo perder las almas en su mayoría por los pecados de la carne; si el Cielo no os envía pronto el Aviso, muchas almas seguirán perdiéndose, porque no han querido atender a los llamados del Cielo.

Hijitos, antes de la aparición y último reinado de mi adversario, el cielo os enviará el Aviso, esto ya está por suceder. El pecado de esta generación de estos últimos tiempos, ha hecho que todos los acontecimientos descritos en la Santa Palabra de Dios, se estén dando más rápidamente. Preparaos Rebaño de mi Señor, para la llegada del Aviso, que vuestro paso por la eternidad os coja en gracia divina, para que vuestra alma no sufra cuando le sea mostrada toda la miseria y pecado, con el cual habéis ofendido a Dios y a vuestros hermanos.

Os llamo mis niños para que confeséis y reparéis por todos vuestros pecados, de modo que cuando lleguéis a la eternidad, no conozcáis ni sintáis el fuego del tercer purgatorio, donde las almas son purificadas lentamente con fuego ardiente; donde vuestros pecados no confesados ni reparados, os atormentarán sin descanso. Este lugar es el más duro del purgatorio, allí están todas las almas que las sorprendió la muerte en pecado mortal, o alejadas de Dios; allí están las almas que no se condenaron por la Misericordia de mi Señor, que les concedió a unas la gracia en el último instante de pedir perdón; otras se salvaron por el rezo del Rosario de la Misericordia y de mi Santo Rosario, cuando se pide por las almas que en más peligro estén de condenarse. Otras tantas no se condenaron por las obras de misericordia que hicieron en este mundo, o por el Santo Escapulario que llevaban puesto en el momento de su partida.

Mis niños, en el tercer purgatorio también están muchas almas que fueron tibias, almas que por los apegos y vanidades de este mundo, se alejaron de Dios y sólo lo buscaban cuando tenían problemas y necesidades. Dichosos aquellos a los que el Aviso coja en gracia de Dios y con las lámparas encendidas con la oración, porque su paso por la eternidad será su mayor gozo. Contrario de aquellos que los coja el Aviso en pecado mortal, o en tibieza espiritual, porque su paso por la eternidad va a ser su peor pesadilla. Hijitos, a estas pobres almas las aguarda a unas, el tercer purgatorio y a otras el fuego del infierno. Muchas almas por su condición pecadora no van a resistir el paso por la eternidad y se van a perder, su espíritu no regresará más a este mundo.

Millones de almas, por su maldad, pecado y alejamiento de Dios, no volverán más; a otras se les dará una oportunidad a pesar de su pecado, por no ser este tan grave. El Cielo espera que con el Aviso todos los Tibios de Corazón despierten, porque de no hacerlo se perderán en el tiempo de la Gran Tribulación. Todo se ha acelerado por la maldad y el pecado existentes en este mundo de hoy; si las naciones impías no despiertan de su maldad, después del Aviso lo que les vendrá, será fuego del cielo. Todos aquellos que después del Aviso y Milagro, continúen pecando y haciendo el mal, serán apartados del Rebaño de mi Hijo. Al terminar el tiempo del Milagro, sólo quedará el Pueblo de Dios y los hijos de la oscuridad; comenzará entonces el último reinado de mi adversario y luego el Gran Armagedón, que será la batalla final por vuestra liberación.

Que la Paz de mi Señor, permanezca en vosotros mis Amados Niños.

Os ama vuestra Madre, María Santificadora.

Dad a conocer mis mensajes y mi advocación en todos los confines de la tierra.”

Fuente: mensajesdelbuenpastor