Lee sin prisa si puedes...

Esfuérzate en leer todo sin prisa... la curiosidad no te salvará de los acontecimientos que devastarán a nuestro planeta... no habrá internet... prepàrate: oración y Santo Rosario cada día, Confesión, Comunión, obediencia a los 10 Mandamientos... ¡Fe, no miedo! ¡Salva tu alma!

Exorcismo (2): Demonio humano Judas Iscariote enseña la fe católica

Si la misa se celebrara como Cristo quiso... entonces se salvarían miles de almas, que de otro modo no se salvan, que se pierden eternamente

Opportunity for Salvation!!!

(Primer) Viernes 5 y (Primer) Sábado 6 de abril de 2024
Últimas llamadas. No duermen. Prepárense para los acontecimientos venideros. Se requiere: Confesión Sacramental y Comunión (asistir a la Misa, y hacer lo posible para no llegar tarde)
Los 9 Primeros Viernes de mes al Sagrado Corazón de Jesús (leer las 12 Promesas). Los 5 Primeros Sábados del mes al Corazón Inmaculado de María (leer las Promesas). (Double) Novena a Los Sagrados Corazones de Jesús y de María, de sor Natalia Magdolna (leer las 33 Promesas, descargar y difundir…)

(Leer todo, importante...)

Exorcismos: Los demonios enseñan la fe católica
Todos los exorcismos
  • Exorcismo (1): El demonio Akabor enseña la fe católica

    El modernismo es falso. El modernismo debe ser totalmente rechazado. Es obra nuestra, viene del infierno. Los sacerdotes que difunden el modernismo ni siquiera están de acuerdo entre ellos. Nadie está de acuerdo con nadie. Esa sola indicación debería bastarle
  • Exorcismo (3): Demonio Belcebú y demonio humano Judas Iscariote enseñan la fe católica

    Si las mujeres se quedaran junto a sus fogones, para preparar buenas comidas para sus hombres, no habría tantos divorcios como ahora. Si las mujeres cumplieran mejor con sus tareas domésticas y prepararan un hogar más agradable para sus maridos, habría menos desencuentros y separaciones
  • Exorcismo (4): Demonio Veroba enseña la fe católica

    Pronto, Jesucristo ya ni siquiera estará presente en todas las misas. Incluso ahora, Él ya no está presente en todas partes. Ya hay muchos sacerdotes que no creen en la presencia sacramental de Jesucristo en la Consagración. Es muy triste; ya no hay muchas gracias que provengan de ella (la Consagración) o apenas ninguna.
  • Exorcismo (5): Demonio Alliba enseña la fe católica

    Nunca ha habido tanta confusión como ahora. En efecto, hubo una crisis muy grande en la época de la Reforma... Fuimos nosotros quienes influenciamos a Lutero, y el Viejo (Lucifer) quien influenció a Zwingle. Era necesario que el Viejo tomara a Zwingle
  • Un cura condenado advierte a los miles de sacerdotes que están en el camino de la perdición

    ¡Ah! ¡Qué destino para mí en el infierno! ...Desgraciadamente, los sacerdotes no saben lo que es estar condenado al infierno y lo que es el infierno. En la actualidad, casi todos los habitantes de la Tierra optan por la línea de menor resistencia

Advertencias del más allá (infierno) a la Iglesia contemporánea

Avertissements de l'Au-delà à l'Eglise contemporaine - Aveux de l'Enfer

(Warnings From Beyond (Hell) To the Contemporary Church)

(DeepL Translator) El libro expone esencialmente los comentarios y gestos realizados por una mujer poseída en Suiza durante 1975-1978. Hablando a través de la mujer poseída, los demonios fueron obligados a decir la verdad por Nuestra Señora bajo el Solemne Exorcismo Eclesiástico, del que fueron testigos los siguientes sacerdotes que han expresado toda sus convicciónes de la autenticidad de las revelaciones hechas por los demonios por orden de la Santísima Virgen.

Avertissements de l'Au-delà à l'Eglise contemporaine - Aveux de l'Enfer

1. Abad Albert-l`Arx, Niederbuchorten
2. Abad Arnold Elig, Ramiswil
3. Abad Ernest Fischer, Misionero, Gossau (St.-Gall).
4. Rev. Padre Pius Gervasi, O.S.B., Disentis
5. Abad Karl Holdener, Ried
6. Rev. Padre Gregoire Meyer, - Trimbach
7. Rev. Padre Robert Rinderer, C.P.P.S., Auw
8. Abad Louis Veillard, Cerneux-Pequignot

Ocho sacerdotes son suizos, excepto el padre E. Fischer, alemán. Todos participaron en los exorcismos excepto el padre G. Meyer, que fue director espiritual de la mujer poseída. Otros dos sacerdotes franceses también participaron en los exorcismos.

 

Exorcismo: El Demonio humano Judas Iscariote enseña la fe católica

Avertissements de l'Au-delà à l'Eglise contemporaine - Aveux de l'Enfer

Contenido de esta sección

  1. El estado de la Iglesia hoy
  2. No todos los obispos están siguiendo el camino correcto
  3. Ecône está en el buen camino
  4. Judas habla del Papa y de los abusos en la Iglesia
  5. Situación de la Iglesia católica
  6. Situación del Papa Pablo VI
  7. Es un gran Papa, pero tiene las manos y los pies atados
  8. Dios mismo intervendrá
  9. Dios mismo derrocará al Modernismo
  10. La Iglesia
  11. Ritos Litúrgicos
  12. ¿La Misa Tridentina o el nuevo ‘Ordo Missae’?
  13. Fiestas católicas
  14. Todos los Santos – Día de todas las Almas – las Almas del Purgatorio
  15. El Sacerdocio y la cura de Almas. Sacerdotes y Gracia
  16. Las mujeres en el santuario y en el púlpito
  17. El altar de cara al pueblo
  18. El Tabernáculo debe ser digno de Quien lo habita
  19. Bailando en el lugar santo
  20. Arte religiosa
  21. El Sagrado Sacramento del Altar
  22. El Santo Rosario
  23. El Rosario y la Imitación de Cristo
  24. Devoción a la Santísima Virgen
  25. El cura predicador y su público
  26. Vestimenta eclesiástica
  27. Sólo la intervención de Dios puede salvar a la Iglesia católica
  28. El infierno en todo su horror
  29. Misiones populares y verdadera renovación
  30. La Misa antigua contiene infinitas gracias
  31. ¿Está Cristo todavía presente en todos los tabernáculos?
  32. Errores en la dirección de la Iglesia
  33. Celibato eclesiástico
  34. Disponibilidad para escuchar confesiones

TEXTOS DE EXORCISMOS

17 de agosto de 1975: Preparativos: Oraciones, bendiciones, dedicatorias, salmos prescritos, tres Rosarios (Misterios Gozosos, Dolorosos y Gloriosos) Letanías de los Santos, oraciones de exorcismo, etc.

Judas Iscariote, el Apóstol caído convertido en demonio humano

 

EL ESTADO DE LA IGLESIA HOY

Exorcista: ¿Cuándo tienes que irte? ¡Habla, Judas Iscariote! Habla ahora. En el nombre de la Santísima Trinidad. Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Judas Iscariote: Yo fui Apóstol (con voz sombría y áspera, como la voz de un hombre)

Exorcista: ¡Continúa, en el nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Yo era un traidor.

Exorcista: Continúa... lo sabemos... ¡en el nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Hoy, también, hay traidores entre, los obispos con esta única diferencia respecto a mí - yo traicioné abiertamente, y ellos son capaces de disimularlo.

Exorcista: ¡¿Es esa la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: ¡Sí!

Exorcista: ¿No estás mintiendo? En el nombre...

Judas Iscariote: No. ¿Crees que lo digo por mi propia voluntad?

Exorcista: ¿Has sido forzado a decir eso, en el nombre? Di la verdad.

Judas Iscariote: Sí.

Exorcista: ¿En nombre de quién?

Judas Iscariote: En ese nombre maldito... Suyo (señala hacia arriba) ¡Ay!

Exorcista: ¿Cuándo te irás? En nombre de la Santísima Trinidad, ¡di la verdad!

Judas Iscariote: Todavía tengo cosas que decir.

Exorcista: ¡Entonces di ahora lo que tengas que decir, todo lo que tengas que decir, en nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Entre los obispos de hoy, hay algunos que no son menos traidores que yo, sean o no...

Exorcista: No todos. ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: No todos, pero muchos. Es más fácil caer en sus redes que en las mías.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote, diciendo lo que debes decir, en nombre del Cielo; en nombre de la Santísima Trinidad...!

 

NO TODOS LOS OBISPOS ESTÁN SIGUIENDO EL CAMINO CORRECTO.

Los que no lo están no deben ser obedecidos.

Judas Iscariote: Tengo que decir que, hoy en día, muchos obispos no están en el buen camino, y esos no deben ser obedecidos. La obediencia es de gran importancia. Incluso en el Cielo, la Obediencia está escrita en letras grandes. Pero ahora es el tiempo de los lobos aulladores.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote, en nombre de la Inmaculada Concepción, ¡en nombre...! ¡No tienes derecho a mentir, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Ningún cordero se lanza a las fauces del lobo. No se puede dar obediencia a los lobos.

Exorcista: En el nombre de Jesús, continúa; continúa, en el nombre..., en el nombre de los Santos que no fueron traidores y cuyas reliquias están puestas en tu frente, ¡continúa!

Judas Iscariote: Todos los hombres huyen cuando llega el lobo. Ahora, por desgracia, es el tiempo de los lobos. Muchos obispos se han convertido en lobos rapaces que ya no saben lo que dicen; y no deben ser obedecidos a los ojos del mismo Cielo, ya no pueden reclamar obediencia.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote; en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: ¡Sólo se puede hacer referencia al Papa!

Exorcista: ¡Continúa ahora, en el nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Él (el Papa) ya no puede presentar sus documentos, porque están distorsionados y falsificados.

Exorcista: ¡Continúa, en el nombre...!

Judas Iscariote: Es necesario rezar todos los días al Espíritu Santo, para no caer en el foso – o, lo que es lo mismo, en las fauces del lobo.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote: en el nombre de Jesús! ¿Qué más tienes que decir todavía sobre el Papa? ¡Di lo que tengas que decir en nombre del Cielo! No queremos saber nada más, ¡salvo lo que el Cielo quiera que digas!

Judas Iscariote: ¿Crees que estoy diciendo algo más que eso? ¿Creéis que yo quería decir esas cosas?

Exorcista: Habla en nombre de Jesús; ¡no digas más que la verdad del Cielo, la verdad de la Madre Celestial!

 

ECÔNE ESTÁ EN EL BUEN CAMINO

Muchos lo buscan.

Judas Iscariote: Ecône triunfará.

Exorcista: ¿Qué has dicho? ¡Repítelo, Judas Iscariote! ¿De quién hablabas? En nombre de Jesús, ¡repítelo, di la verdad y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Después de una larga lucha, Ecône triunfará.

Exorcista: ¡Habla en nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Ecône está en el único buen camino.

Exorcista: ¿Es eso verdad? ¿Es el Cielo quien dijo eso? ¡Habla, en nombre de Jesús!

Judas Iscariote: Cuando digo: el buen camino no quiero decir que no haya nadie más en el buen camino; pero el camino que sigue Ecône es singularmente bueno. Eso es lo que queremos decir. No hay muchos caminos buenos, pero hay mucha gente que va por el buen camino. Ecône está en el buen camino y muchas personas que no reconocen a Ecône, están buscando la verdad, por lo que también están en el buen camino.

Exorcista: ¡Continúa, en el nombre..., di lo que debes decir!

Judas Iscariote: El arzobispo Mons. Lefebvre aún tendrá mucho que sufrir, pero es bueno.

Exorcista: Continúa, en el nombre..., di lo que debes decir.

Exorcista: ¿Es buena la liturgia que sigue? Di la verdad, en el nombre de Jesús.

Judas Iscariote: La liturgia que sigue es la única buena.

Exorcista: ¿Es ésta la verdad, en nombre de Jesús?

Judas Iscariote: Es toda la verdad.

Exorcista: En nombre de la Santísima Trinidad, ¿has mentido?

Judas Iscariote: ¡No! Es la pura verdad.

Exorcista: ¿De dónde viene? ¿Quién te ordenó decir eso? ¡Habla, en el nombre...!

Judas Iscariote: Es Ella (señala hacia arriba) quien lo dice; son los de arriba quienes lo dicen. La verdad viene de lo Alto. A ellos, allá arriba, no les gusta la nueva liturgia. En cualquier caso, el antiguo Misal no necesitaba ser modificado... Digo todo esto contra mi voluntad (llora y suspira). En los tiempos que corren, ya no hay que obedecer a todos los obispos.

Exorcista: Todavía hay algunos obispos buenos. Habla, en nombre de..., ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Todavía hay algunos que deben ser obedecidos, ¡pero no todos! Akabor ya ha hablado de eso antes (suspira y le cuesta respirar)

 

31 de octubre de 1975

JUDAS HABLA DEL PAPA Y DE LOS ABUSOS EN LA IGLESIA


Exorcista: Judas Iscariote, nosotros los sacerdotes te ordenamos en nombre de la Santísima Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, de la Santísima Virgen y Madre de Dios, María, de la Inmaculada Concepción, de todos los Santos Ángeles y Arcángeles, de los Nueve Coros de Espíritus Benditos de todos los Santos de la Corte Celestial, dinos: ¿Estás realmente obligado a irte? Di la verdad, Judas Iscariote, ¡nada más que la verdad! En nombre de todos estos protectores, debes decir la verdad y nada más que la verdad, y en nombre de las santas reliquias que reposan sobre tu frente.

Judas Iscariote: Debo hablar. Debo hablar. Soy, en cierto modo, parte de los demonios angélicos, y estoy clasificado entre ellos. Fui importante, fui importante, fui obispo.

Exorcista: ¡Continúe! ¡Diga la verdad! Di lo que tengas que decir, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Soy más importante que los otros demonios humanos. Como dije antes, tengo un rincón horriblemente oscuro. Esos demonios humanos... los envidio. Ellos están bien en comparación conmigo. Yo tengo un rincón asqueroso.

Exorcista: ¡Continúa! ¡Di lo que tengas que decir, en el nombre...!

Judas Iscariote: Ella (señalando hacia arriba) no dejaba de advertirme. Ella me advertía. No la escuché, no la escuché (espantosos lamentos)

Exorcista: ¡Continúa! Di la verdad, di lo que tengas que decir, ¡en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: ¡Si hubiera escuchado! En cierto modo me equivoqué con Ella. Yo no la amaba. Yo no la amaba, esto...

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! Di la verdad, Judas Iscariote, ¡di lo que tengas que decir en su nombre!

Judas Iscariote: A decir verdad, desde el principio no estaba allí por Jesús en gran medida. Esperaba poder y realeza, y como eso no sucedió, me decepcioné.

 

SITUACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

Judas Iscariote: La Iglesia Católica se encuentra en una grave situación. Sin la intervención de los de arriba (señala hacia arriba) no sería posible que se salvara. Pero estas palabras deben cumplirse: "Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo". Habrá una purificación total, una purificación terrible, que no nos entusiasma en absoluto, como comprenderás.

Exorcista: ¡Continúen! ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Ahora estamos a tu alrededor, sobre todo durante los últimos meses, como nunca antes lo habíamos estado.

Exorcista: ¡Continúa, di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: En todo caso, no desde hace mil años.

Exorcista: ¡Continúa! ¡Di la verdad y nada más que la verdad! En nombre de la Santísima Virgen, ¡diga la verdad sobre la Iglesia!

 

SITUACIÓN DEL PAPA PABLO VI

Judas Iscariote: El Papa, el Papa... es un mártir. En cierto modo, ha sido abatido – le gustaría morir. Preferiría no seguir viviendo en estas circunstancias. Le atormenta pensar que lo que dice, no se publica en todo el mundo, y es precisamente lo que él no querría que publicaran los cardenales. En todo caso, muchos cardenales, no todos, pero muchos, están implicados en ello. Ha sido engañado terriblemente. Está en una prisión, más dura que cualquier prisión real. Los demonios ejercemos una gran presión sobre él, estamos haciendo todo lo que podemos. Ya hemos hecho mucho.

Exorcista: Continúa, di la verdad, ... ¡y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Está privado de su libertad... así que ya no puede hacer nada importante. Por eso hablamos de él como de un gusano lento que sólo puede moverse sin dolor arrastrándose por el suelo. No tiene nada que decir, ni a la derecha ni a la izquierda, ni delante ni detrás. Ellos son los responsables, esos falsos hombres que quisieran verlo desaparecer.

Exorcista: ¡Continúe, diga la verdad, toda la verdad y nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! ¡Continúa diciendo lo que debes decir en nombre del Cielo!

 

ES UN GRAN PAPA, PERO TIENE LAS MANOS Y LOS PIES ATADOS

Judas Iscariote: Debes rezar por el Papa. Está en peor situación que un mártir. Preferiría ser apedreado como Esteban. Es un gran Papa, aunque está obligado a guardar silencio. Lleva una cruz. Pocos alcanzan su eminencia, aunque parezca pequeño e impotente. Al principio cometió algunos errores, de los que se dio cuenta hace tiempo, y ahora tiene las manos y los pies atados, incluso la lengua. Clama al Cielo que le gustaría restaurar la antigua liturgia, la Misa Tridentina: le gustaría... pero tiene las manos y los pies atados. No puede hacer nada.

Exorcista: ¡Diga sólo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! ¡Diga la verdad, y nada más que la verdad, sobre la Iglesia y sobre el Papa Pablo VI!

Judas Iscariote: Puedes estar seguro de que al Papa Pablo VI le gustaría reintroducir la Misa Tridentina. Siempre que veáis en la televisión, o tengáis que ver o leer cualquier parte de estas novedades, podéis estar seguros de que esto no viene de él.

Exorcista: ¡Di la verdad, en el nombre...!

 

DIOS MISMO INTERVENDRÁ

Judas Iscariote: Hacen con él lo que quieren. Son como lobos aullando durante un vendaval...esto es lo que quieren y lo que quieren los "Modernos", las masas. Por eso son populares. Muy recientemente, algunos de los buenos sacerdotes "Tradicionalistas", que antes no tenían dudas sobre el pensamiento del Papa, han sido llevados al error. Pero, tal como están las cosas ahora, el pensamiento del Papa ya no es el suyo. Ahora, en estos tiempos de terrible desorden, el Papa ya no puede hacer prácticamente nada. Ahora, es necesario que Dios mismo intervenga... y Él intervendrá dentro de poco, muy pronto.

Exorcista: ¿Cómo que pronto? ¿Dentro de unos años? Habla, en nombre... ¡de toda la verdad!

Judas Iscariote: No, eso no. Está más cerca, más cerca de lo que crees.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, sobre la Iglesia y sobre el Papa! Continúa diciendo lo que debes decir, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Lo peor para el Papa es ver cómo incluso los sacerdotes "tradicionalistas" dudan de su pensamiento y de sus deseos. No puede hacer nada. Todo lo que hace es interferido. Supongamos que quiere enviar una carta al exterior: no llega a su destino en la misma forma en que sale de él. Se altera antes de llegar al correo.

Exorcista: ¿Por qué no habla durante sus audiencias, sus audiencias públicas? ¡Allí podría hablar libremente!

Judas Iscariote: Muchas veces ya no es capaz; ya no es capaz. Muchas veces apenas sabe lo que dice… Así se producen estos terribles errores y confusiones. Es un Papa desafortunado. La Santísima Virgen se compadece de él, y Cristo también. Pero debe vivir su martirio. Durante mucho tiempo hubiera preferido ser asesinado por sus propios cardenales antes que seguir viviendo así. Sabe que están contra él. Es muy sensible y lo siente. Tiene los nervios a flor de piel. No es un Papa contundente, pero ahora no querrían un Papa contundente, se tardaría demasiado en derrocarlo.

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, di la verdad! Te prohibimos, en nombre... ¡te prohibimos mentir!

Judas Iscariote: Era parte del plan de Dios, ahora que la situación es tal como es, tener en el cargo a un Papa que sea humilde, sumiso, desinteresado. Las palabras de las Escrituras deben cumplirse; por eso era necesario que el Papa Pablo VI llegara en este momento; en efecto, fue elegido para esto. Sólo ellos (señala hacia arriba) se compadecen de él. Pero todo esto no durará mucho más. Su martirio terminará pronto; pero a él le parecerá mucho tiempo, porque los días le parecen semanas, y lo que es peor, meses. Debes rezar por él, rezar mucho más. Es espantoso para él ver a la Iglesia derrumbarse con todo patas arriba. Debes creer que le gustaría que todo siguiera haciéndose a la antigua. Preferiría que nunca se hubiera convocado el Concilio. Es consciente de que lo que ha resultado del Concilio – sus consecuencias espantosas, devastadoras, catastróficas – no puede detenerse. No pueden detenerse ni siquiera rezando.

Exorcista: ¡Continúa, di lo que tengas que decir, en nombre de la Santísima Virgen, sobre la Iglesia y el Papa!

Judas Iscariote: A todos los obispos hay que decirles que el Papa no tiene el control. Pero no lo creen. Están ciegos. ¡De qué sirven sus doctorados y su inteligencia si están tan ciegos y no creen! Nosotros sabemos mucho más, sabemos mucho más que los obispos.

Exorcista: ¡Diga la verdad y nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Tienen miedo unos de otros. Todos temen a la gente, temen que les hagan pasar un mal rato. Cada uno quiere bailar al son del violín del pueblo, aunque el arco no produce sonidos afinados.

Exorcista: ¡Continúa! ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Este violín está tan desafinado. que pronto no será posible producir sonido alguno con él – ¡y esto es lo que tiene el descaro de llamarse Iglesia! ¿Comprenden? ¡Esto todavía quiere llamarse Iglesia! Una Iglesia maldita, corrupta, al revés. ¿Es esto lo que es una Iglesia, algo a lo que pronto ya no se le podrá llamar Iglesia?

Exorcista: Ahora no era la Santísima Virgen la que hablaba cuando dijo: "Es una Iglesia maldita".

Judas Iscariote: No, tienes razón, fuimos nosotros: esa frase fue nuestra.

Exorcista: ¡Habla sólo la verdad, y sólo lo que desea la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: A pesar de todo, es la verdad. En cierto modo, es lo que Ella quiere que diga.

Judas Iscariote: Casi se ha llegado a la etapa en que las sectas pronto serán mejores que su catolicismo. Las sectas estarán en mejor posición porque no tienen su conocimiento, ni son guiadas por el Espíritu Santo como siempre lo ha sido la Iglesia. Las sectas dicen que es el Espíritu Santo, pero en realidad son sus propias ideas las que quieren, en su ilusión, enviar por todo el mundo. Todavía hay algunos de ellos (obispos) que preferirían no difundir tanto este (nuevo) tipo de catolicismo; les seguiría gustando que las cosas se hicieran a la antigua usanza. Todavía les gustaría, pero son demasiado cobardes. Su cobardía es una acusación contra ellos hasta los lugares más altos – allí cerca del Grande (señala hacia arriba).

Exorcista: ¡Continúa! ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Si hay muchas oraciones, algunos volverán a ver la luz, ¡pero para muchos ya es demasiado tarde! El Cielo lo lamenta, la Santísima Virgen lo lamenta, el Papa lo lamenta. Estos tres, Cristo, la Santísima Virgen y el Papa están de acuerdo; son los únicos que están de acuerdo hoy en día. Los cardenales, o al menos muchos de ellos, no están de acuerdo. El trabajo que están haciendo es lo contrario de lo que desean los de arriba (señala hacia arriba), y de lo que querría el Papa. ¡El Papa está en una situación espantosa, espantosa!

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! ¡Di todo lo que debas decir, en el nombre...!

 

DIOS MISMO DERROCARÁ AL MODERNISMO

Judas Iscariote: Tememos al Papa; sólo que el hecho es que ya no tenemos que temerle tanto, porque su Vaticano está dirigido por los cardenales. El Papa sufre constantemente, pero, a fin de cuentas, así puede salvar más almas y conseguir más de lo que nos gustaría.

Exorcista: ¡Diga la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, nada más que toda la verdad! Continúa.

Judas Iscariote: Lo que sucederá es que Dios mismo se verá obligado a darle la vuelta a todo y derrocar el Modernismo. Todo volverá a empezar por donde solía –con los buenos, tradicionales y viejos caminos del pasado – haciendo lo que debe hacerse y lo que Ellos allá arriba desean (señala hacia arriba), no lo que la humanidad ha creado para sí misma.

Exorcista: Continúa, di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Si el Papa no estuviera aislado y vigilado constantemente por todos lados, aún tendría suficiente control para que sus palabras llegaran al mundo exterior. Pero durante estos últimos meses, se ha vuelto más terrible. Prácticamente ya no llega nada al público, y lo que todavía le gustaría publicar es inmediatamente contradicho, modificado, cambiado... hasta el punto de la falsificación. Se falsifica. Ningún método es demasiado bajo para que los cardenales promulguen sus nociones por todo el mundo. Nada es demasiado bajo, porque estos, son los Últimos Tiempos. Si no los dirigiéramos por este camino y no tuviéramos a los cardenales en nuestro poder como los tenemos, entonces se controlarían mejor a sí mismos. Pero como todos andamos apresurados y tantos maestros de la magia negra nos siguen el rastro, tenemos a los cardenales completamente bajo nuestro dominio en la actualidad. Lo mejor que pueden hacer es rezar mucho al Espíritu Santo. Como ya ha sido dicho por mí mismo y por Akabor con respecto a la obediencia, yo Judas, lo he dicho – ahora ya no es obligatorio obedecer.

LA IGLESIA

Exorcista: Di la verdad sobre la Iglesia, continúa en el nombre... No tienes derecho a mentir, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Es divertido: la obediencia nunca ha sido tan grande, por así decirlo, como ahora. Ahora, de repente, la obediencia está de moda (risas sarcásticas).

Exorcista: Di sólo la verdad, nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen.

Judas Iscariote: De repente, llaman a todos a obedecer, ¡ahora que es tan fácil!

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, no lo que queráis decir los demonios, ¡en nombre...!

Judas Iscariote: Lo que acabo de decir tiene la aprobación de lo Alto. Estamos obligados a decir la maldita verdad. Ahora que, en cierto modo, es muy fácil obedecer – para aquellos que tienen una visión moderna y a quienes les encanta tener mucho dinero y cosas por el estilo – ¡ahora, la "obediencia" vuelve lanzada sobre el horizonte como una bala de cañón! Antes ya no era noticia, ¡pero ahora ha vuelto de repente a los titulares!

Exorcista: Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Eso nos complace. ¡Que siga así por mucho tiempo! Pero los de arriba lo ven con malos ojos. Tienen otros planes, que en realidad preferirían que fueran distintos de los que son, pero es necesario que el Evangelio se cumpla, debe cumplirse. Todos sus planes deben realizarse, incluso en medio de grandes catástrofes, en medio de grandes problemas y conflictos entre las naciones.

Exorcista: ¡Di la verdad! ¡Continúa diciendo la verdad en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Todos se dirigen a los obispos, cuando los obispos no pueden dirigirse al Papa, porque no es el Papa quien les responde. Creo que casi he terminado de hablar.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, di lo que ella quiere decir a través de ti, Judas Iscariote! Sigue hablando, di todo lo que tengas que decir y nada más que la verdad, ¡en nombre de la Santísima Virgen!

 

RITOS LITÚRGICOS

Judas Iscariote: El 14 de agosto (1975), Akabor se vio obligado a hablar de la Misa y del ‘Asperges Me’ que debería reintroducirse al principio de la Misa. Es cierto, es cierto; entonces, estamos obligados a huir de la iglesia.

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, di la verdad, ¡en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Sin ella, estamos en la iglesia. Sería mejor que el sacerdote comenzara de nuevo a rociar a la gente con agua bendita desde arriba hacia abajo de la iglesia, como solía ser costumbre. También nos haría huir del interior del pueblo.

Exorcista: ¡Diga la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, toda la verdad y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Otra de nuestras tareas es distraer a la congregación. Cuando el sacerdote recorre la iglesia con el agua bendita, la gente puede rezar mejor. Además, esto también aleja las ideas y los poderes de la magia negra.

Exorcista: ¡En nombre de la Santísima Virgen, di la verdad!

Judas Iscariote: El ‘Asperges Me’, los treinta y tres signos de la cruz, la recitación de "Oh Señor, no soy digno" tres veces, y finalmente, al final de la Misa, la oración "San Miguel Arcángel", los tres "Ave María" y el "Ave Santa Reina" deben ser definitivamente traídos de vuelta. Su supresión es obra nuestra y, de un modo u otro, de los cardenales que están en nuestro poder.

Exorcista: ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

 

¿LA MISA TRIDENTINA O EL NUEVO ‘ORDO MISSAE’?

Judas Iscariote: Además, los de arriba (señala hacia arriba) prefieren la Misa Tridentina a la Misa en alemán (=también francés, inglés – "la vernácula") y a la Misa Nueva, porque no se puede traducir exactamente.

Exorcista: ¿Se refiere a la Misa Tridentina en latín? Di la verdad, di la verdad. Judas Iscariote, nada más que la verdad, ¡en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Los textos son difíciles de traducir al alemán. Así es como han llegado esas palabras inexactas, palabras que llevan menos bendiciones en la misa. Todo lo que no se dice exactamente como Cristo quiere, lleva menos bendiciones. Esto se aplica especialmente a la Consagración; las palabras de la consagración deben pronunciarse de manera perfectamente correcta. No debe cambiarse ni una sílaba. Todo debe hacerse de forma estrictamente correcta. ¿Sabes cómo, en nuestro lugar (el Infierno), todo está perfectamente bien ordenado? Incluso en la Iglesia Católica, las cosas ya no se llevan a cabo de forma tan ordenada como en nuestro lugar de origen.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Virgen bendita, nada más que la verdad!

 

FIESTAS CATÓLICAS

Judas Iscariote: Fiestas... ¡Fiestas católicas! Todo está cambiado y desordenado; las fechas han sido alteradas y la gente ya no puede encontrarlas. Anteriormente, eran capaces de saber de antemano

Exorcista: "Ahora viene tal fiesta"... y ahora... (risa irónica)

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Ahora, la gente ya no sabe cuándo se celebran estas fiestas, ni las fechas, ni cuáles son las fijas. Esto es una gran victoria para nosotros, pero una pérdida absurda para todos los demás; porque antes había fiestas para las que los hombres se preparaban con semanas de antelación. Ahora ya no pueden hacerlo, o lo hacen raramente, porque ya no tienen las fechas fijas en la mente; y en cada calendario están en fechas diferentes. ¿Cómo se espera que se preparen? No es lo mismo venir a la Iglesia y celebrar una determinada fiesta con los obispos y sacerdotes en un determinado día de una determinada manera, y luego, más tarde, en sus propias casas, celebrar la antigua fiesta en la antigua fecha por sí mismos.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Pero créenos, incluso donde vivimos en el Infierno, son las fiestas antiguas las que están en vigor. Tienen mucho más impacto donde estamos nosotros que donde vivís vosotros, en la Tierra. Eso ya lo sabéis desde la fiesta de Nuestra Señora del Carmen.

Exorcista: ¡Di la verdad, nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

 

TODOS LOS SANTOS – DÍA DE TODAS LAS ALMAS – LAS ALMAS DEL PURGATORIO

Judas Iscariote: Todas las fiestas deben ser restablecidas en su lugar. Y el día de las almas santas – ¡esa es otra historia idiota!

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Las Almas del Purgatorio están en una terrible desventaja. Antiguamente se visitaban los cementerios. Cada oración rezada allí ganaba una Indulgencia; un alma podía ir directamente al Cielo. Ahora eso ya no sucede; es decir, algunas personas siguen yendo a los cementerios, pero ya no se les anima a hacerlo. Esto ha sido eliminado por el clero. Dicen que estas Indulgencias ya no se aplican, y que sólo una de ellas está disponible en la época de Todos los Santos. ¿Qué esperan que hagan ahora las Almas Santas, con una sola Indulgencia?

¡Ah! En otros tiempos se entregaban miles y miles de almas, habría que decir millones... ¿y ahora? Ahora, es una pérdida terrible para ellas; piden ayuda y nadie viene. Y ahora, aquí estamos, con esta fiesta que se acerca de nuevo (N.B. la fecha de este exorcismo es el 31 de octubre). Habría que contarle todo esto a todo el mundo, pero, para el caso, no se lo creerían (risa bulliciosa de alegría maligna).

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: No era difícil: simplemente ir al cementerio, rociar allí agua bendita mientras se rezaba un "Concédeles, Señor, el descanso eterno" y, a veces, un "Padre nuestro" o alguna otra oración que se nos ocurriera. Cuando se rezaban oraciones como ésa con la intención adecuada, se libraba realmente un alma del Purgatorio con cada oración. Ahora bien, incluso los buenos, que todavía creen en esto, son inducidos a error cuando se les dice: "¡No puedes ganar tal o cual Indulgencia porque ya no es válida!". Naturalmente, eso es excelente para nosotros en el Infierno (risa de perversa alegría).

Exorcista: Habla sólo en nombre de la Santísima Virgen, nada más que la verdad, ¡toda la verdad!

Judas Iscariote: Para esta gran Indulgencia, la de Todos los Santos (de la que ahora sólo se puede ganar una, según los sacerdotes modernos) a muchos les siguen pareciendo demasiado largos los seis "Padrenuestros", etc. Otra cosa: debido a que esta indulgencia se limita a una sola, ya casi no se liberan almas. Dios mismo, el que está ahí arriba (señala hacia arriba), aclarará las ideas de la gente al respecto. Pero, sin duda alguna, para muchos será demasiado tarde; será demasiado tarde.

Debo decir además que esto tiene más relación de lo que se piensa con las fiestas en general. En los últimos tiempos, han perdido su importancia, sobre todo las de la Santísima Virgen. El 8 de diciembre no se ha cambiado, pero ¿qué es eso? Hay muchas otras grandes fiestas. Citemos como ejemplo la de Nuestra Señora del Carmen, y varias otras grandes fiestas y días conmemorativos. Cuando las personas no van a Misa en esos días para implorar la asistencia de la Santísima Virgen en la conducción de sus vidas, reciben menos gracias: para ellos, es una gran pérdida, pero para nosotros es una magnífica ganancia.

Exorcista: ¡Habla sólo en nombre de la Santísima Virgen, y sólo la verdad!

 

EL SACERDOCIO Y LA CURA DE ALMAS. SACERDOTES Y GRACIA

Judas Iscariote: ¡Si no me hubieran obligado a decir eso! ¡Preferiría no decirlo!

Exorcista: ¡Continúa, en nombre... de toda la verdad!

Judas Iscariote: ¡Preferiría no hablar más!

Exorcista: Continúa, habla en nombre de la Santísima Virgen, ¡nada más que la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: El proverbio alemán que dice: "Sólo el que nada contra corriente consigue agua dulce" es muy cierto. Muchos sacerdotes pronto, por así decirlo, estarán nadando en una corriente infectada, sucia, repugnante y ni siquiera son conscientes de ello. Dejan que esta inmundicia bañe sus cuerpos y, lo que es peor, sus mentes, y se van metiendo cada vez más hondo. Ciertamente es difícil nadar contra la corriente, pero uno consigue agua fresca. Esto se parece bastante a las gracias que Ellos, allá arriba, desean que uno reciba; pero, tal como están las cosas hoy, representa aún más a las almas. Se salvan más almas con la Misa tridentina o en latín que con los sacerdotes que ya no dicen la Misa como es debido, porque eso no produce tantas bendiciones. Ya no hay la abundancia de bendiciones en esas iglesias porque estamos presentes; bailamos por ahí y pronto superaremos en número a la gente.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, en el nombre...!

Judas Iscariote: Pronto danzaremos por allí en tan gran número que las iglesias no tendrán sitio para la gente (risa sarcástica de maligna alegría).

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Por cada persona, podemos desplegar dos, tres (demonios), o más, si la persona es un poco más piadosa que de costumbre (risa de malvada alegría).

Exorcista: ¡Di la verdad y nada más que la verdad!

 

LAS MUJERES EN EL SANTUARIO Y EN EL PÚLPITO

Judas Iscariote: ¡Y esta lectura "cara a cara con el pueblo"! Esto es una tremenda ventaja para nosotros, pero es aún más tremenda cuando hay mujeres desfilando delante, en el santuario. (Risa de malvada alegría)

Exorcista: ¡Di la verdad, en el nombre de Jesús, Judas Iscariote!

Judas Iscariote: Lo siguiente que sucede mientras las mujeres están todavía en la parte delantera, es que incluso algunas de las personas piadosas - tanto hombres como mujeres – que realmente les gustaría orar, se preguntan en su lugar: "¿Qué lleva puesto? ¿Cómo le sienta el sombrero? ¿Se ha peinado hace poco?". (Carcajada de malvada alegría)

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Trinidad!

Judas Iscariote: "¿Son sus zapatos la última moda? ¿Son cinco o seis centímetros más altos que los antiguos? ¿Lleva medias oscuras o claras?". (Estallido de risas)

Exorcista: Judas, di la verdad, y nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen.

Judas Iscariote: ¿No es el encaje de la parte inferior de su slip lo que cuelga?" (risa sarcástica)

Exorcista: A partir de ahora, di sólo lo que la Santísima Virgen quiere que nos digas, ¡di sólo eso y absolutamente nada más! Lo que acabas de decir ha salido de vosotros (demonios).

Judas Iscariote: Yo estaba, en cierto modo, obligado a decir que... Tengo que ir más lejos y decir que realmente es un poco así. Sí que piensan cosas así, y sobre todo le miran a la cara, que se ve claramente. Antes, las mujeres llevaban velo, pero de eso hace ya mucho tiempo. Sin embargo, aunque ahora se les permite ir sin velo, no les corresponde estar en el santuario de la iglesia. El Papa y los de arriba (señala hacia arriba) no quieren nada de eso.

Exorcista: ¡Diga la verdad, nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Lo peor es cuando se designa a mujeres para distribuir la Comunión. Entonces apenas hay bendiciones ni gracias; no son manos consagradas, son manos de mujer. Quiero aclarar esto: decir que son manos de mujer no tendría en sí mismo ningún significado especial, pero las manos no están consagradas. Cristo eligió hombres, y sólo hombres, para el Sacerdocio – no mujeres. Pero esto es orgullo – orgullo, el pecado original de los Ángeles.

Exorcista: ¡Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Es así – estas mujeres están orgullosas de poder exhibirse y participar ahí arriba delante de todo el mundo. Créeme, los sacerdotes – incluso los modernos – que van a ver todo esto tirado como basura en los cubos de basura, van a ver, con la misma claridad, que, con todas sus teorías y sus inteligentes novedades, no van a ninguna parte. Sin embargo, no quieren desviarse del camino que han tomado. Además, están llegando a un punto en el que ya no saben cómo organizar las cosas para complacer al pueblo. Por eso muchos sacerdotes suben mujeres al santuario. Así aún tienen una posibilidad (risa satisfecha) de que la gente vuelva de nuevo, ya que sus iglesias sólo están llenas en una tercera parte.

Exorcista: Judas, Iscariote, ¡sigue hablando en nombre de la Santísima Virgen, y no digas más que la verdad!

Judas Iscariote: En poco tiempo se acercarán más al protestantismo; el hecho es que el protestantismo es en algunos aspectos incluso mejor que la Iglesia católica moderna.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Los protestantes no saben otra cosa; digo la verdad, no saben otra cosa porque estas cosas forman parte del protestantismo, pero... ¡Católicos!

Exorcista: ¡Sigue hablando, Judas Iscariote, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Merecidamente, los protestantes van a estar pronto más cerca de Dios que el catolicismo moderno. No saben otra cosa, como acabo de decir; quiero añadir que, en cierto modo, lo sabrían bien. Los inteligentes podrían reconocer que la Iglesia católica – la buena Iglesia, se entiende – podría ser la verdadera Iglesia y muchos podrían convertirse. Pero en este punto en el que se encuentra hoy la Iglesia católica, yo – o mejor dicho, todos nosotros en el Infierno – diría que el protestantismo pronto estará en mejor posición.

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Y ahora, ¡la predicación! Hay lugares donde los sermones son pronunciados por mujeres. El de arriba (señala hacia arriba) no quiere nada de eso.

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad y nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Dios quiere que los sermones sean dados por un hombre consagrado, ya que esto tiene más efecto sobre los fieles. Una mujer no consagrada está muy lejos de tener el mismo efecto, sin contar con el hecho de que la gente no presta ninguna atención a su sermón. Una mujer que predica ya no sirve. No puede predicar en serio, porque si fuera buena y todavía tuviera una mente seria, no estaría predicando en absoluto. La imitación de Cristo, las virtudes, la Cruz y los Santos son temas que ahora apenas se tocan en la Misa o en los sermones. Incluso los sacerdotes consagrados ya no los predican en la mayoría de los lugares.

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen y no digas más que la verdad!

Judas Iscariote: Si esta mujer no profundiza en el tema de su sermón, ¿cómo puede la gente sacar algún provecho de él? A lo sumo, pueden sacar de él algunas ideas muy extrañas; no siempre; pero, cualesquiera que sean las circunstancias, un sermón así no tiene ningún valor.

 

EL ALTAR DE CARA AL PUEBLO

Judas Iscariote: El altar de cara al pueblo no es bueno, sobre todo para las mujeres. Es como dije antes sobre las mujeres en el santuario. Ahora las mujeres se dicen: ¿Qué peinado lleva? ¿Está bien peinado? ¿Ha ido al peluquero hace poco? ¡Caramba! Ahora está rizado... antes no era así. ¡Tiene unos dientes preciosos! (Risa irónica)

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Sus vestiduras le sientan muy bien, es todavía muy joven, qué pena que sea sacerdote (risas alegres) ...etc. Pero si celebrara la misa de cara al altar, a las mujeres no les vendrían esos pensamientos. Cuando él se daba la vuelta después de que ellas hubieran estado rezando, no tenía ninguna importancia. Por eso Dios sabe bien que la Misa debe decirse de espaldas al pueblo, es decir, al derecho.

Exorcista: Diga la verdad, por orden de la Santísima Virgen – nada más que la verdad - ¡continúe!

 

EL TABERNÁCULO DEBE SER DIGNO DE QUIEN LO HABITA


Judas Iscariote: El tabernáculo debe estar en el centro. ¿Qué significa que, al entrar en una iglesia moderna, lo primero que hay que hacer es buscar el sagrario? No se sabe si está delante, detrás o a un lado. Ahora, en muchos lugares, los sagrarios hacen que uno se pregunte si pertenecen a un fox terrier (sonora carcajada de perversa alegría) ...

Exorcista: Di la verdad y nada más que la verdad. Judas Iscariote, ¡por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: ...o si es una caja fuerte (apenas puede contener la risa)

Exorcista: Di la verdad, Judas Iscariote, nada más que la verdad, ¡por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Hay mucha gente que hace tabernáculos, de una especie, de hierro; eso valdría para las vías del tren que pisan o sobre las que pisan los hombres.

Exorcista: Di la verdad, nada más que la verdad, en el nombre...

Judas Iscariote: Un tabernáculo... ¿me entiendes?... ¡debe estar dorado! Debo decir que ni el oro, ni las piedras más preciosas, servirían para encerrar lo que encierra. Esto (un tabernáculo dorado) estaría aún muy lejos de ser digno de lo que contiene. Es vergonzoso – incluso nosotros, allá abajo, debemos reconocerlo – es vergonzoso ver la clase de iglesias y tabernáculos que la gente está construyendo.

Exorcista: ¡Diga la verdad, deje de reírse, diga la verdad, por orden de la Santísima Virgen!

 

BAILANDO EN EL LUGAR SANTO

Judas Iscariote: Luego están las iglesias donde se dicen misas por la noche, o mejor, por la mañana, ¡y después tienen bailes allí! Debo mencionar el sexo además del baile, porque donde hay baile también hay casos de erotismo en la mayoría de los casos. Podría decirse que no hay un solo baile en el que no se cometa pecado, ya sea por acción o por pensamiento. Sería mejor decir que proporcionan la ocasión para cometerlos más tarde.

Bailar es sólo idea nuestra. Pero ahora, incluso los sacerdotes católicos – recomiendan estos festivales y bailes. Para que la gente vuelva, es necesario que ellos (los sacerdotes) les ofrezcan bailes. Así que el orden del día es: beber cerveza, bailar y una orquesta (risas sonoras de nuevo)

Exorcista: ¡Di la verdad, nada más que la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Se está llegando a tal punto, o más bien se ha llegado a tal punto, que ciertos sacerdotes – se siguen llamando católicos, pero hace mucho que ya no lo son – se las están arreglando para meter en sus iglesias a hombres de ciertas sectas, digamos, del movimiento pentecostal, etc..., para que digan allí sus tonterías. Entonces, no es el Espíritu Santo el que prevalece, somos nosotros los que prevalecemos; hasta cierto punto, es entonces la magia negra, la que prevalece. Y los hombres están tan cegados que ya no conocen la diferencia entre oriente y occidente. Naturalmente, eso nos da una cosecha esperando a ser recogida. Ese es el tipo de sacerdotes que tenemos hoy. Incluso la consagración, la parte esencial de la Misa, pronto será eliminada – la parte esencial - ¿me entiende? (Suspira)

Exorcista: Sigue diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, nada más que la verdad, sólo la verdad, ¡por orden de la Santísima Virgen!

 

ARTE RELIGIOSO

Judas Iscariote: ¡Oh sí, la Santísima Virgen! ¡Eso es otra cosa! Ponen su estatua justo en un rincón, o mejor aún, justo al fondo, de tal manera que se vea lo menos posible. A menudo se trata de una Virgencita barata (cuando aún se puede reconocer lo que es). En el caso de las estatuas modernas, a menudo es difícil saber si representan a la novia de un gángster o a alguien de las alturas (señala hacia arriba).

Exorcista: Por orden de la Santísima Virgen, ¡di la verdad!

Judas Iscariote: Cuando todavía hay bellas estatuas de la Santísima Virgen, la gente se siente más atraída a rezar. Por eso. Ellos allá arriba desean que...

Exorcista: Continúa, di la verdad por orden de la Santísima Virgen. Di todo lo que ella te ordena.

Judas Iscariote: ...se expongan buenas obras de arte, en todo caso buenas y bellas estatuas, que hablen al pueblo. El sagrario debe estar – cuando sea posible – ricamente dorado, e instalado de tal manera que todo el aspecto de la iglesia esté en armonía. Que no parezca el nido de un perro – se me ocurre decir: como una casa en un árbol para cerdos (risa sarcástica).

Exorcista: Di la verdad, como lo ordena la Santísima Virgen. Deja de lado expresiones como ésa, que vienen de Abajo.

Judas Iscariote: Sí que vienen de abajo, pero se me ha permitido usarlas (Respira pesada y trabajosamente)

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, di todo lo que la Santísima Virgen te ordena decir! ¡Continúa hablando!

 

EL SAGRADO SACRAMENTO DEL ALTAR

Judas Iscariote: El Santísimo Sacramento, el Santísimo Sacramento. Ya no se le adora; se le ha dejado completamente de lado. La exposición (del Santísimo Sacramento) rara vez tiene lugar. Todavía hay algunas ceremonias de Reparación en las iglesias de los "Tradicionalistas"; aparte de eso, ahora es la excepción (en lugar de la regla). Y sin embargo... ¡si supierais lo grande que es este Sacramento!

Exorcista: ¡Continúa, en el nombre...!

Judas Iscariote: ¡Si se supiera qué bendiciones brotan del Santísimo Sacramento del Altar! ¡Tales bendiciones solían derramarse de Él cuando estaba expuesto fuera del Tabernáculo y la gente solía hacer reparación en adoración ante Él! Eso era muy beneficioso para los pecadores. Todo eso ya no sucede, y por eso se salvan menos almas – ¡Quisiera dejar de hablar, de verdad!

Exorcista: ¡Continúe, como le ordena la Santísima Virgen, di todo lo que ella le encarga y nada más que la verdad!

 

EL SANTO ROSARIO

Judas Iscariote: Todavía estoy obligado a decir esto (suspira pesadamente): la mayor parte de los sacerdotes son ciegos. Nosotros los cegamos. Pero, con un poco de buena voluntad y mucha oración al Espíritu Santo, con el tiempo recuperarían la vista. El Rosario sería un remedio universal, pero se ha suprimido en casi todas partes. Ya no está de moda, ya no está de moda, por así decirlo.

Exorcista: Continúa, por orden de la Santísima Virgen, di toda la verdad, ¡di lo que tengas que decir!

Judas Iscariote: La coronilla de los Misterios Dolorosos sería la más preciosa de las tres; lo que quiero decir es que todas son preciosas, pero la de los Misterios Dolorosos es la que más contribuye a la salvación de las almas. Por eso, en lo Alto (señala hacia arriba), destaca como la más preciosa.

Exorcista: ¿Y las otras coronillas? ¡Habla, en el nombre...!

 

EL ROSARIO Y LA IMITACIÓN DE CRISTO

Judas Iscariote: También son buenos. Todos son por naturaleza muy buenos, especialmente los Misterios Gloriosos con la decena que recuerda Pentecostés y la Bajada del Espíritu Santo. Todos son buenos, pero los Misterios Dolorosos son buenos y preciosos porque no se pueden separar de la contemplación de la Agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos, la Flagelación, la Coronación de Espinas, el Traslado de la Cruz y la Muerte en la Cruz.

El libro "La Imitación de Cristo" proporcionaría alimento, nutrición y pan a la humanidad. Pero ha sido desechado como todos los mejores libros existentes. Citemos, por ejemplo "Agreda" y "Emmerich", etc. Muchas otras Vidas de personas santas han caído en el olvido.

Sin embargo, Catalina Emmerich y María de Ágreda tienen la ventaja de presentar la vida de Cristo ante los ojos de los hombres de una manera muy impresionante y de mostrarles la extraordinaria pobreza en la que tuvieron que vivir Jesucristo, la Santísima Virgen y San José. Si los hombres se lo tomaran a pecho, no se convertirían en hombres de dinero, como se están convirtiendo, y no se dejarían envanecer tanto por el orgullo. Se darían cuenta de que lo único que bendice el Cielo es la humildad, las virtudes, las obras de misericordia – como tan correctamente se llaman –, la imitación perfecta de Cristo y su ofrecimiento a Aquel que está en lo Alto (murmura).

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, nada más que la verdad, por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Lucifer me está paralizando. No puedo más. No puedo más. Ya no quiero, ya no quiero. Hablar hace las cosas demasiado difíciles para mí, para mí, Judas Iscariote (respira fuerte y dolorosamente)

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, Judas Iscariote! ¡Le prohibimos a Lucifer que te trate mal! Lucifer, ¡debes irte, por orden de la Santísima Virgen, para que Judas pueda seguir diciendo lo que la Santísima Virgen le ha ordenado! ¡Lucifer, debes irte! ¡Lárgate! (Sonido de respiración agitada)

Judas Iscariote: La imitación de Cristo sería buena; la Cruz sería buena. En la Cruz está la salvación; en la Cruz está la victoria; la Cruz es más fuerte que la batalla. ¡Oh! ¡Lucifer me atormenta porque digo eso!

Exorcista: ¡Continúa diciendo la verdad! ¡Lucifer, vete, sal de esta mujer! No tienes derecho a hacer daño, ¡en nombre de...!

Judas Iscariote: Está cerca.

Exorcista: ¡Vete, Lucifer! ¡No tienes nada que buscar aquí! ¡Continúa, Judas Iscariote! ¡Lucifer no tiene derecho a hacerte daño, en el nombre...!

Judas Iscariote: Me está atormentando. Sólo gracias a Ella allá arriba – porque una vez me amó mucho, mucho – él, ese monstruo viejo, loco y horrible, no me tortura más terriblemente en el Infierno.

Exorcista: Continúa diciendo la verdad, por orden de la Santísima Virgen, y Lucifer no debe disgustarte, no debe hacerte daño, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Me molesta, me hiere, pero me da lo mismo. Seré feliz si no me veo obligado a decir estas cosas. Sólo me hacen recordar mis propias fechorías. Me gustaría poder volver a ser como antes, poder volver atrás (suspira lastimeramente).

Exorcista: ¡Continúa, por orden de la Santísima Virgen, diciendo lo que debes decir! Lucifer no debe hacerte más daño, debe irse, marcharse, ¡por orden de la Santísima Virgen!

 

DEVOCIÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN

Judas Iscariote: La Congregación Mariana solía ser buena, pero ahora ya no lo es. En los lugares donde todavía existe, ya no es buena; sin embargo, ha desaparecido prácticamente en todas partes, porque la Santísima Virgen ha sido eliminada en gran manera de las iglesias. Ya no hay mucha gente que actúe según sus deseos y anhelos; son pocos los que imitan su devoción perfecta, tal como la describe San Luis María Grignion de Montfort.

Hay que decir que es difícil. La devoción perfecta y el don de sí mismo no son fáciles, no son fáciles. Queremos obstaculizar ese tipo de cosas, pero sería lo mejor que los hombres podrían hacer; al menos, una de las mejores cosas. Ella (señala hacia arriba) es muy poderosa y protege a sus hijos – los protege como Ella me habría protegido a mí, si tan sólo hubiera estado dispuesto (suspira desesperadamente).

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, Judas Iscariote! ¡Lucifer no debe dañarte ni impedirte hablar! Di lo que la Santísima Virgen quiere decirnos a través de ti. Por orden suya, ¡debes hablar, en el nombre...!

Judas Iscariote: En las iglesias modernas, los himnos a la Santísima Virgen sólo se oyen una vez cada dos por tres (suspira lúgubremente, como atormentado).

Exorcista: Lucifer, no debes dañar a Judas Iscariote, ni hacérselo pasar mal, ¡hay que dejarle hablar!

Judas Iscariote: No se les oye más que una vez en una luna azul; y cuando se oye uno, no llega hasta el fondo del alma y no dice gran cosa. Es una gran victoria para nosotros, porque muchos se han salvado o han vuelto a mejores sentimientos gracias a los himnos a la Santísima Virgen. Tomemos, por ejemplo, el himno "Maria zu Lieben" ("Amar a María") - "¡Tú eres mi Madre, yo quiero ser tu hijo, sólo tuyo en la vida, en la muerte!". (Suspira lastimeramente). ¡No, no quiero decir eso!

Exorcista: ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: ¡Quiero callarme!

Exorcista: Por orden de la Santísima Virgen, ¡debes hablar, en el nombre...!

Judas Iscariote: Quiero callarme... Muchas de las palabras han sido cambiadas por los obispos de los países de habla alemana. El himno "Milde Konigin, gedenke!" (¡Recuerda, gentil Reina!; es otro que tememos, pues contiene esta hermosa frase)

Exorcista: "¿Debe el más pobre de tus hijos dejarte sin recibir ayuda?" Eso solía inspirar buenos pensamientos a mucha gente, pensamientos que se conservaban hasta el último momento. O también: "Mírame a mí, pobre y gran pecador...". Pero es bueno para nosotros en el Infierno que ya no se canten; es bueno, es demasiado bueno.

Exorcista: ¡Di la verdad por orden de la Santísima Virgen, y di sólo lo que ella quiera!

Judas Iscariote: Luego, están los himnos al Santísimo Sacramento, "Kommet, lobet ohne End" (Ven, alabanza sin fin): "O Stern in Mure, Furstin der Liebe" (Estrella del Mar, Reina del Amor); hay, o había cientos de himnos muy buenos y hermosos... Pero la Iglesia moderna sabe muy bien, las cosas que debemos destruir en primer lugar en la Iglesia Católica. Estamos obligados; Lucifer lo deseaba, Lucifer habla, Lucifer lo exige. Ahora hemos llegado a donde queremos estar. El punto culminante ha sido alcanzado. Estamos en el cenit. Para colmo, lo único que falta es el Aviso. Sólo falta el Aviso.

 

EL CURA PREDICADOR Y SU PÚBLICO

Exorcista: ¡Di la verdad, por orden de la Santísima Virgen, Judas Iscariote, di lo que ella quiere decirnos, ¡a través de ti!

Judas Iscariote: En muchas personas falta la humildad. En muchos sacerdotes de hoy falta la humildad, porque si fueran humildes no serían tan pusilánimes. Tendrían la valentía de ponerse del lado de la gente buena y de todo lo que deben representar, aun a riesgo de recibir indignidades. Gracias a esto nos hemos apoderado de ellos. Muchas cosas dependen de esta virtud. La humildad está escrita en letras extremadamente pequeñas, tan pequeñas que ya son difíciles de leer. Todavía se escriben en unas pocas personas, y en muy pocas, de hecho, la virtud de la "Humildad" se escribe en letras muy grandes. Naturalmente, cuando ya no hay sermones sobre ella, ¿cómo van a aprender los hombres la humildad y otras virtudes? Si no viene de los sermones, dónde van a encontrar el tejido, la inspiración, la solidez de espíritu que debe prevalecer.

¿No dijo una vez un gran santo: "Cuando el diablo quiere a alguien, ya no le deja ir a un sermón"? Pero con los sermones como son hoy en día, el diablo puede dejar que la gente vaya allí con la mente fácil (risa fuerte de alegría perversa).

Exorcista: Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, ¡y deja de reírte!

Judas Iscariote: Ahora bien, hay muchas más anécdotas o superficialidades nebulosas y conciliadoras, en las que actúan más como un conferenciante ahí delante (estalla en carcajadas), que cumpliendo su papel de predicadores. Sin embargo, la gente está pendiente de cada una de sus palabras, Pero, ¿por cuánto tiempo más?

Exorcista: Di la verdad, en el nombre...

Judas Iscariote: Ellos beben en sus palabras y creen sin vacilar todo lo que dice, porque es un sacerdote y ha sido nombrado por el obispo. Dice esto, lee aquello, todos los domingos – nunca desde lo alto del púlpito ¬– sino abajo, por supuesto, para que la gente... realmente es todo un negocio... (Se ríe de nuevo, más fuerte)

Exorcista: Di la verdad, di lo que tengas que decir, en nombre de la Santísima Virgen, ¡di toda la verdad!

Judas Iscariote: Un sacerdote ha... (las palabras no quieren salir; parece ahogarse): No quiero decir eso.

Exorcista: ¡Vete de aquí, Lucifer! No tienes derecho a hacer daño a Judas, ¡no tienes derecho a impedírselo! Judas, di la verdad, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Un sacerdote es mucho más eficaz cuando habla desde la altura del púlpito, que a nivel del suelo con un micrófono. Antiguamente, los sacerdotes tenían mucho más efecto cuando hablaban, con su voz natural, desde el púlpito, que hoy en día, en el suelo, con cincuenta altavoces.

Exorcista: Di la verdad, toda la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, nada más que la verdad; di lo que ella quiere decir a través de ti, Judas Iscariote.

Judas Iscariote: Realmente es así, que es lo que hace todo el asunto tan inteligente. Cuando la gente estaba obligada a mirar hacia el púlpito – y, de un modo u otro, es normal mirar a la persona que habla – no veía todos los sombreros, todos los peinados, los abrigos y las corbatas. Estaban obligados a fijar los ojos en la boca, o al menos en la cabeza del predicador. Ahora ya no es así; miran a su alrededor y se distraen con los demás.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! ¡Lucifer no debe molestarte!

Judas Iscariote: Es realmente inteligente la forma en que se han organizado las cosas para que los sacerdotes ya no hablen desde arriba en el púlpito. Es una cosa muy importante para nosotros – una gran ventaja – que ellos hablen delante de la iglesia. Es algo que se ha conseguido gracias a nuestro complot; también es lo que queríamos. Lo hemos conseguido. Lo tenemos todo. Sí, ahora tenemos absolutamente todo lo que queremos (risa triunfal)

Exorcista: Di la verdad, nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, y que Lucifer no te interrumpa, Judas Iscariote, ¡habla, en nombre...!

Judas Iscariote: Otro de nuestros logros en el que todavía estamos trabajando, es que las mujeres – o quien sea – puedan ir a misa con poca ropa sin que ningún sacerdote las eche. Todo lo contrario, hay muchos curas que dicen que hay que practicar el amor al prójimo....

Exorcista: ¡Habla! ¡Envía la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: ...que hay que practicar el amor al prójimo; que no se puede juzgar a un hombre por su ropa, si es adecuada o no, sino que hay que tener en cuenta los sentimientos de su corazón, etc. (risas perversas)

Exorcista: ¡Diga la verdad, en nombre de la Santísima Virgen y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Antes era mejor. Entonces, cualquier persona así – digamos, cualquier patán así – era expulsada de la iglesia por el sacerdote. Antes había orden. Pero ahora, cualquiera puede entrar, por muy desaliñado que sea (enorme carcajada)

Exorcista: Di lo que la Santísima Virgen te mande decir, Judas Iscariote, nada más que la verdad, ¡sólo lo que la Santísima Virgen quiera decir a través de ti!

Judas Iscariote: Es normal que sucedan este tipo de cosas cuando gente así está en la Iglesia... (permanece en silencio).

Exorcista: ¡Sigue diciendo la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Cuando algunas personas de este tipo están en la iglesia, las cabezas giran de derecha a izquierda, hacia delante y hacia atrás, torciendo y girando para mirar todo lo que se les antoja (se ríe bulliciosamente). Como resultado de ello, la oración no tarda en desvanecerse (risa malvada).

Exorcista: ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Entonces, la oración se cuelga de un gancho, o mejor, se pega en el papel matamoscas (risa sarcástica).

Exorcista: ¡Por orden de la Santísima Virgen, di la verdad, di lo que la Santísima Virgen quiere que digas!

Judas Iscariote: En cuanto a eso, la oración ya ni siquiera puede retorcerse después del papel matamoscas; lo más que puede hacer es retorcerse cuando se ve obstaculizada por los grilletes del sexo. (Permanece en silencio).

 

VESTIMENTA ECLESIÁSTICA

Exorcista: ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Los sacerdotes deberían volver a vestirse de negro. Ya hemos tenido que decirlo antes; algunos de los demonios humanos lo dijeron. Cuando un sacerdote sale vestido de paisano, con camisa de cuello abierto – o con corbata para el caso – entonces nadie sabe si es periodista...(ríe irónicamente)

Exorcista: Diga la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: ...un diplomático, o un vicepresidente ejecutivo (risas a carcajadas), o un conferenciante que...

Exorcista: Diga la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: que... (risa sarcástica)

Exorcista: Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen; deja de reírte; deja de hacerte el tonto; ¡Habla ahora, por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: ...o un conferenciante, o algún otro imbécil merodeando en busca de "buen rollo", de juerga romántica.

Exorcista: ¡Di la verdad, di sólo lo que desea la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Eso encaja en el cuadro; encaja en el cuadro (sigue riendo con perversa alegría)

Exorcista: Di la verdad, Judas Iscariote, por orden de la Santísima Virgen, ¡di lo que ella quiera decir!

Judas Iscariote: ¡Eso era exactamente lo que estaba haciendo! (refunfuña)

Exorcista: ¡Habla, en nombre de Jesús!

Judas Iscariote: ¡No quiero hablar!

Exorcista: ¡Debes decir la verdad, habla Judas Iscariote!

Judas Iscariote: Esa era la verdad.

Exorcista: ¡Debes hablar, por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Cuando un sacerdote sale a la calle con una camiseta deportiva – preferiblemente elegante – cualquier gato viejo podría pensar que va detrás de ella. ¿Qué clase de ejemplo es ese para un sacerdote? ¿Qué clase de ejemplo? Cuántos de los errores de los últimos años han sido causados por ese tipo de cosas. Se podrían haber evitado si los curas siguieran vistiendo su traje correcto, primitivo, antiguo, bueno, tradicional...(refunfuña)

Exorcista: Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, di lo que tengas que decir, ¡habla!

Judas Iscariote: ...no sólo bueno...(suspira)

Exorcista: Di la verdad, habla, saca la verdad, toda la verdad; ¡habla, Judas Iscariote, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: ...su ropa muy adecuada, o...

Exorcista: ¡Continúa en el nombre...! Lucifer, ¡no tienes derecho a atormentarlo!

Judas Iscariote: ¡En su sotana sacerdotal, su traje...! No sé cómo expresar esto. Tomemos, por ejemplo, a los benedictinos. El hábito de San Benito les quedaría mucho mejor a muchos sacerdotes que la ropa arrugada y secular, que nunca podrá presentar la imagen que debería presentar. O veamos el hábito de San Francisco con su capucha. Cuántos laicos mejorarían su pensamiento con sólo ver este hábito, aunque fuera de lejos – no necesariamente al lado.

¡Cuántas veces se ha facilitado la salvación de un alma con este tipo de cosas! Muchas personas se dieron cuenta de que aún había muchos sacerdotes y de que Dios debe existir a pesar de todo. De lo contrario, esos hombres no llevarían ese hábito.

Exorcista: Continúa diciendo la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, di lo que debes decir, lo que la Santísima Virgen te encarga que digas, ¡nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Y entonces (la persona) se dice a sí misma: "Si realmente existe un Dios, tal vez podría entrar en mí. ¿Qué debo hacer?" Entonces eso trabaja toda la noche en el alma de este individuo y, al final, encontrará el camino que le conducirá a un religioso correctamente vestido, ya sea un hombre con sotana negra o un sacerdote con el vaporoso atuendo de un benedictino... No sé el nombre correcto para todas estas cosas.

Si eso ocurriera, sería una maravillosa suerte para ti y para todo el mundo. Sería una tremenda ventaja para las almas. Miles y miles de almas se salvarían sólo por eso. Cuántos hombres y mujeres, dondequiera que estén, dondequiera que vayan, en trenes, en lugares públicos, se sentirían mejor, menos descuidados, digamos, cambiarían su comportamiento (permanece en silencio).

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote! Di lo que la Santísima Virgen te encarga que digas, y nada más que la verdad, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Cuántos rayos benéficos (de gracia) descenderían entonces directamente a las almas de esta gente cuando piensen: "Es un sacerdote; representa la Bendición Divina, el Santísimo Sacramento, tiene todo el poder. Dios debe de estar detrás de él; además, no podemos hacer nada ante el hecho de que algún día tendremos que morir..." Sería bueno que las cosas fueran así, como acabo de decir. Lo repito una vez más, porque...

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, ¡di lo que la Santísima Virgen te manda decir! Lucifer, ¡no tienes derecho a impedir hablar a Judas Iscariote, ni a contrariarle, en nombre...!

Judas Iscariote: ...porque es espantoso cuando una mujer en minifalda se sienta frente a un sacerdote vestido de seglar y no sabe que es sacerdote. Ella ve, por su aspecto o por su porte en general, que debe ser alguien muy importante. Lo siente en cierto modo e intenta acercarse a él. Eso no ocurriría si llevara la sotana o el hábito religioso. Cosas como ésta ya han llevado a muchos sacerdotes por el mal camino: les han llevado a casarse y a abandonar su función sacerdotal. La Iglesia católica está muy mal. Ha tocado fondo.

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote! Lucifer, no tienes derecho a impedir que Judas Iscariote hable, ni a atormentarlo. Judas Iscariote, di lo que la Santísima Virgen te ordena decir.

Judas Iscariote: (Sólo se oyen ruidos ininteligibles, guturales, y hay una impresión de asfixia)

Exorcista: ¡Habla, Judas Iscariote, en el nombre...! ¡Lucifer, no tienes derecho a molestarlo, vete, en el nombre...!

 

SÓLO LA INTERVENCIÓN DE DIOS PUEDE SALVAR A LA IGLESIA CATÓLICA

Judas Iscariote: Sólo la intervención de Dios mismo, del que está en lo Alto (señala hacia arriba) puede salvar ahora a la Iglesia Católica. La tenemos completamente acorralada. Está empezando a perecer, se está desintegrando. Está sumida en el modernismo, en las ideas de profesores, doctores y sacerdotes, que se creen más inteligentes que sus predecesores. Sólo la oración y la penitencia pueden ayudar ahora, pero hay pocos que se dediquen a ellas (respira hondo, dolorosamente).

Exorcista: Di la verdad. ¡Judas Iscariote! Lucifer, ¡no debes molestarle! ¡Vete, Lucifer, deja hablar a Judas Iscariote, en el nombre!

 

EL INFIERNO EN TODO SU HORROR

Judas Iscariote: Es una gran ventaja para nosotros que muy pocos sacerdotes aún hablen del Infierno. El infierno – en todo su horror – debería pintarse en las paredes. Debo añadir, sin embargo, que ninguna pintura daría idea de su horror. ¿Dónde se ve hoy en día a un sacerdote que predique sobre el infierno, la muerte, el purgatorio o cualquier otro tema por el estilo? Quedan muy pocos. Estos raros sacerdotes no bastan para el ejército, la gran masa de gente, que va de camino a la perdición.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote! Lucifer no debes estorbar ni molestar a Judas Iscariote cuando está hablando! Debe decir lo que la Santísima Virgen le encarga que diga, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Esta también una de las principales razones...

Exorcista: Continúa diciendo lo que la Santísima Virgen te encarga que digas, Judas Iscariote.

Judas Iscariote: ...algo a lo que podamos agarrarnos. Es grandioso para nosotros cuando ya no se predica sobre el Infierno. Debería predicarse el horror del Infierno en toda su magnitud, pero ni siquiera eso bastaría ahora. Ya lo he dicho antes: el Infierno es mucho más terrible de lo que comúnmente... de lo que se piensa (suspira y llora).

 

MISIONES POPULARES Y VERDADERA RENOVACIÓN

Judas Iscariote: Si a la gente se le dijera eso desde lo alto del púlpito, y si se volvieran a dar misiones populares, un gran número de personas volvería a confesarse. Ahora no van. Como dijimos antes, las ceremonias penitenciales nunca sustituyen a la confesión. Tememos las misiones populares como a la peste, porque han salvado demasiadas almas.

Los predicadores de las misiones populares solían hablar principalmente del Infierno, el Purgatorio, la Conversión y la Muerte. Eso solía encender un fuego sagrado en las almas de muchos; era como si los sacerdotes pudieran colocar una mecha cerca de la gente. Eso hacía que se detuvieran en seco, porque nadie ama la muerte, nadie ama al diablo. Todos retrocedieron sobresaltados, pensando: "Si es así, debo empezar a llevar una buena vida de nuevo. Tiene razón".

Cuando un sacerdote sigue, lo bueno, la antigua tradición – como Ellos allá arriba desean (señala hacia arriba) – cuando sigue celebrando la Misa como es debido y, además, es guiado por el Espíritu Santo y le reza a menudo, entonces su poder de bendición y su influencia sobre los hombres es mucho mayor. Lo mismo ocurre con sus sermones. Muchos sacerdotes predican hoy sólo superficialmente. De hecho, apenas fluyen bendiciones de sus misas, muy muy pocas, y ciertamente menos que con los buenos sacerdotes. Y esto es lógico.

Esto es lo que dice el Cielo: un sacerdote que quiere ser realmente bueno, que se deja guiar por el Espíritu Santo, que se entrega completamente a Dios, y hace sólo lo que Él (señala hacia arriba) desea, tiene con mucho la mayor eficacia y otorga la mayor iluminación a las personas que frecuentan su iglesia. Incluso leyendo el Evangelio y otras lecturas desde el principio de la Misa hasta el final tiene un gran poder para mayores y más extensas bendiciones que un sacerdote ordinario, o tibio, o casi apóstata. Este último tipo de sacerdotes ya no quieren eso, o son demasiado desidiosos para decir la Misa y hacer el bien como se debe según la Voluntad de Aquel que está en lo Alto... No quiero decir más, no quiero hablar.

Exorcista: Judas Iscariote, di la verdad, di lo que debes decir, ¡por orden de la Santísima Virgen! Lucifer, no tienes derecho a molestar a Judas Iscariote; ¡debes irte al Infierno, que es donde perteneces! Judas Iscariote, sigue diciendo lo que la Santísima Virgen te manda decir, toda la verdad y nada más que la verdad. Di todo lo que debes decir.

Judas Iscariote: (Suspira)

Exorcista: ¡Lucifer, vete! No tienes derecho a causar disturbios ni a impedir que Judas Iscariote hable. Judas Iscariote, ¡continúa, en el nombre...!

Judas Iscariote: Es necesario que algunos sacerdotes valientes se levanten. Naturalmente, sería mejor que los obispos se levantaran contra los abusos en la Iglesia. Deberían organizarse. Deberían repetirlo en sus sermones, incluso deberían gritarlo desde los tejados. Todo lo que yo, Judas, acabo de decir debería proclamarse a voz en grito desde los púlpitos. Pienso, en particular, en el ‘Asperges Me’ y en la Bendición al final de la Misa, durante los cuales todos deberían estar arrodillados. Por supuesto, ¡deberían estar de rodillas! La posición de pie procura menos bendiciones. A Dios no le gusta eso. Ofende a Dios que la gente permanezca de pie durante la Bendición, quizás ni siquiera rezando, y dejando los brazos colgando. Es espantoso – nosotros en el Infierno nos escandalizaríamos, si pudiéramos – pero obviamente nos agrada. Nos complace.

Exorcista: Pero hablad ahora, por orden de la Santísima Virgen, ¡decid sólo lo que ella quiera que digáis!

 

LA MISA ANTIGUA CONTIENE INFINITAS GRACIAS

Judas Iscariote: Si volvieran a tener los treinta y tres signos de la cruz, lo que, por otra parte, está en consonancia con la Vida de Cristo y que fue todo elaborado de antemano – fue Jesús quien organizó eso por medio del Espíritu Santo – si la restablecieran (la Misa), desde el ‘Asperges Me’ hasta la oración ‘San Miguel Arcángel’, y celebraran la Misa como Cristo ha querido, entonces... no quiero decirlo.

Exorcista: Di la verdad, Judas Iscariote, por orden de la Santísima Virgen. ¡Lucifer, no tienes derecho a molestarlo! ¡Debes irte!

Judas Iscariote: ...entonces, se salvarían miles de almas, que no se salvan y que van a su eterna destrucción. El mal viene de la Misa, principalmente de la Misa. De la Misa, cuando aún se celebraba correctamente, fluía un torrente interminable de bendiciones. La Misa y la Santa Comunión son las dos cosas más grandes para ustedes los católicos. Todos los místicos, todas las apariciones de la Santísima Virgen deben cederles el puesto. La Santa Misa tiene un valor infinito, un valor inimaginable. Cristo mismo sube al altar con toda su plenitud de gracias, que tanto odiamos. Hay que huir de una Misa que todavía se celebra bien. Tenemos que huir desde el principio, en el ‘Asperges Me’. Entonces, hablando en sentido figurado, sólo podemos mirar, tímidamente, por una rendija. Ahora, por el contrario, en la Misa moderna, podemos bailar, hasta... no quiero decirlo.

 

¿ESTÁ CRISTO TODAVÍA PRESENTE EN TODOS LOS TABERNÁCULOS?

Exorcista: ¡Di la verdad, di lo que la Santísima Virgen quiere que digas, nada más que la verdad completa!

Judas Iscariote: ...hasta el santuario. Podemos bailar incluso frente al tabernáculo. Porque ya no está en cada sagrario que... No quiero decir eso, no quiero.

Exorcista: ¡Di la verdad, debes, Judas Iscariote, ¡por orden de la Santísima Virgen! ¡Lucifer no tiene derecho a molestarte!

Judas Iscariote: Los del Cielo se lamentan porque la Hostia consagrada ya no está presente en todos los sagrarios.

Exorcista: ¿Qué dijiste? ¡Di la verdad, en el nombre...!

Judas Iscariote: Si, en la Misa, el sacerdote ya no cree en las palabras de la Consagración, y no tiene intención de consagrar, entonces la hostia no es consagrada. Entonces, es sólo pan, como dicen los protestantes y las sectas. La mayoría (de los sacerdotes) han “perdido la cabeza”; hacen sólo lo que manda la gente. Quieren ser honrados en su modernismo y en su presunción, que parece brotarles de la coronilla (se queja).

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, nada más que la verdad, di todo lo que tengas que decir, ¡por orden de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Lo más triste de todo para los de allá arriba, es que la gente cree que está recibiendo a Cristo en la hostia... y es sólo pan. De hecho, ya no es Cristo. Eso representa para ellos una pérdida de gracias, y así les facilita salir del buen camino. Son engañados por sus propios sacerdotes.

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Me es necesario decir esto: A los de allá arriba no les gusta que se usen hostias pardas. Sólo se permiten en casos de extrema necesidad. En tiempos normales, se debe dar preferencia al pan blanco. La razón, que data de épocas anteriores, es que Jesús es la Inocencia personificada (su respiración es agitada).

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote, ¡di todo lo que debes decir en nombre de la Santísima Virgen! Lucifer no debe molestarte de ninguna manera; ¡debe huir al Infierno, donde pertenece! ¡Judas Iscariote, sigue hablando, en nombre...!

Judas Iscariote: Cuando el Papa aparece en su podio – me refiero a su balcón donde suele hablar – si pudiera hablar libremente y decir lo que debe decir (que es también lo que le gustaría decir), entonces los hombres volverían al pasado. Entonces aún habría tiempo, pero ahora mismo, está impedido. Si pudiera, solo una vez más, salir y decir lo que quisiera, pero sería... (murmurando)

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, en el nombre...!

Judas Iscariote: Sería silenciado por completo si hablara libremente. Sabe que no puede dar un paso en falso. Siendo la situación como es, le gustaría poder morir. Pero sabe muy bien que debe resistir hasta el final. Debe vivir su martirio, como un verdadero discípulo de la Cruz de Cristo. Debe vivir la Pasión hasta el final, lo quiera o no. El Papa debe pasar por el lagar como Jesús mismo pasó por él: no en el mismo grado, pero, sin embargo, debe pasar por él.

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote, ¡di lo que la Santísima Virgen te manda decir! ¡Lucifer no debe molestarte, debe dejarte hablar, en el nombre...!

Judas Iscariote: La gente no cree lo que el Cielo anuncia a través de las “almas privilegiadas”; las cosas que Ella (señala hacia arriba) encarga a las almas privilegiadas impartir, en el nombre de Jesucristo; y cuando Jesús mismo aparece, todavía no creen. Jesús y su Madre han dicho tantas veces lo que se dice ahora, que todo está podrido en la Iglesia, pero, exactamente como he dicho, los obispos no lo creen; ahora los lugares de peregrinación, más los más antiguos que los más recientes, ya no son reconocidos. Todavía hay alguna creencia superficial en Lourdes y Fátima, etc. pero ya no hay muchas gracias en esos lugares, porque los sacerdotes ya no dicen la buena Misa allí... (Se queda en silencio)

Exorcista: ¡Di la verdad, Judas Iscariote, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Hay ciertos sacerdotes allí a quienes les gustaría decir una misa de su propia invención, por así decirlo, y enviar a los otros sacerdotes a empacar. Ya, Fátima está a la cabeza, y pronto Lourdes...

Exorcista: ¡Di la verdad, por orden de la Santísima Virgen! ¡Lucifer no debe molestarte ni impedirte hablar!

Judas Iscariote: ...pronto Lourdes no se quedará atrás. Además, ya no son muchos los católicos que van a Lourdes, porque consideran anticuado honrar a la Santísima Virgen o ir en peregrinación.

Exorcista: ¡Por orden de la Santísima Virgen, sigue diciendo la verdad, diciendo ahora todo lo que te ha mandado decir la Santísima Virgen!

 

ERRORES EN LA DIRECCIÓN DE LA IGLESIA

Judas Iscariote: Si todos los sacerdotes, sin excepción, reconocieran en un destello de comprensión exactamente dónde está la Iglesia y cuál es toda la situación, entrarían en pánico. Regresarían de inmediato, o al menos, un gran número de ellos lo haría. Pero no tienen este destello de entendimiento, aunque creen que la Iglesia es guiada por el Espíritu Santo.

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, y nada más que la verdad!

Judas Iscariote: Estos sacerdotes fijan su mirada firmemente en la nueva Iglesia: en última instancia, ellos mismos serían la Iglesia y, por lo tanto, podrían hacer los cambios que quisieran, porque el Espíritu Santo también estaría en ellos. Pero, al pensar de esa manera, se olvidan de que están siendo desobedientes al Papa, la Cabeza de la Iglesia, y que estas cosas no provienen de él en absoluto. Porque es solo a través de la palabra (oficial) de un Papa, que eso podría venir del Espíritu Santo, y no a través de mis viejas palabras que les gustaría torcer y girar a su antojo (gruñe).

Exorcista: ¡Continúa, Judas Iscariote, en nombre de la Santísima Virgen, di lo que ella te manda decir, ¡en nombre...!

Judas Iscariote: Naturalmente, lo que estamos difundiendo a través de los cardenales no proviene en modo alguno del Espíritu Santo.

Exorcista: Judas Iscariote, di la verdad, di lo que la Santísima Virgen te manda decir, continúa, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Algunos de ellos (cardenales) serán destruidos como la hierba que se seca – lo dice muy bien la oración del exorcismo – pero no todos serán destruidos. Algunos de ellos todavía llegarán a entender... En cuanto a los obispos – en este caso, el hierro todavía está caliente... los obispos...

Exorcista: ¡Di lo que tengas que decir, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Yo era obispo. Si pudiera volver a tener mi tiempo, haría mejor mi trabajo, mil veces mejor. Los obispos...

Exorcista: ¡Continúa, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Mejor sería que muchos de los obispos no fueran obispos. Más les valdría que fueran los más humildes de los laicos, antes que portadores de la palabra y poseedores del báculo, porque eso, para ellos, no es más que un camuflaje, y...

Exorcista: Di la verdad, en nombre... ¡Di lo que tengas que decir en su nombre!

Judas Iscariote: ...llevan muy bien su disfraz, pero debajo solo hay ajenjo y podredumbre. Es lo mismo para nosotros, es...

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, di lo que ella quiere decirnos a través de ti, Judas Iscariote, ¡en el nombre...!

Judas Iscariote: Pero no quiero hablar más. no quiero hablar

Exorcista: ¡Debes hablar en nombre de la Santísima Virgen y en nombre de...! ¡Lucifer no debe impedirte que digas toda la verdad!

Judas Iscariote: Basta - He... (murmura)

Exorcista: ¡Habla! ¡Habla en nombre de la Santísima Virgen! ¡Debes decir todo lo que ella quiera decirnos hoy a través de ti!

Judas Iscariote: Ya he dicho basta, basta. Esto fue lo principal que tuve que decir: deben organizarse, y Ecône triunfará a pesar de todas las persecuciones. Ese maldito Ecône triunfará (gruñe)

Exorcista: ¡En el nombre de Jesús, deja eso! ¡Di la verdad! ¡Di lo que la Santísima Virgen te manda decir!

Judas Iscariote: ¡Triunfará a pesar de todo! ¿Qué crees? ¿Dónde encuentran tantos candidatos? ¡Quizás de las regiones inferiores! Estos candidatos ven muy claro dónde está el buen camino y cómo deben seguirlo. Sienten con mucha fuerza que sólo allí, en la renuncia, el sacrificio y el camino de la cruz, se encuentra la imitación de Cristo y el verdadero sacerdocio. Es porque lo saben tan bien que tienen tantos candidatos para el sacerdocio. Tienen más que los otros (seminarios), que todavía quisieran poder jactarse de lo que tienen... pero casi han llegado al final de su jactancia.

Exorcista: ¡Continúa! Di lo que tengas que decir en nombre de la Santísima Virgen

Judas Iscariote: Los modernistas pueden ver, por supuesto, que su canción casi ha terminado y que Ecône está delante de ellos. Por eso lo están combatiendo. Ahí está, toda la historia. Por eso lo están combatiendo (suspira).

Exorcista: ¡Deja de tirar de nuestras estolas! ¡No tienes derecho a hacernos daño! ¡Continúa, en el nombre de Jesús!

Judas Iscariote: En el sentido más real, es sólo porque estamos en ellos, en aquellos que luchan contra Ecône. Nos dan apoyo como buenas herramientas. Son herramientas buenas y útiles que no querríamos tirar ahora. Sus teorías nos son útiles en el Infierno.

Exorcista: ¡Ahora, es necesario que digas la verdad, en nombre de la Santísima Virgen, y no solo digas lo que te agrada!

Judas Iscariote: Estamos obligados a decir todo eso también. Estamos obligados a agregar eso, para que la imagen sea completa. Debemos enfatizar cómo todas estas cosas están vinculadas entre sí, para que todos llegará a comprender. Pero ahora, no más, ¡no quiero decir nada más!

Exorcista: ¡Di lo que tengas que decir, en nombre de la Santísima Virgen, hasta el final!

Judas Iscariote: ¡No quiero hablar más, no quiero!

Exorcista: Lucifer no tiene derecho a molestarte. ¡Sigan diciendo lo que la Santísima Virgen les encomienda decir, en nombre de...!

 

CELIBATO ECLESIÁSTICO

Judas Iscariote: A continuación, la confesión... y el celibato. ¡Eso es todo un negocio! Cuando un sacerdote vive una vida célibe, todas las mujeres, y también los hombres, tienen mucha más confianza en él, particularmente en el confesionario, que si estuviera casado. (Si estuviera casado) bien podría llegar un día en que una de esas brujas (risa irónica) interrogue a su esposo sobre lo que dijo tal o cual durante la confesión. Tendría mucha curiosidad por saber qué había dicho fulano de tal y, en particular, si encajaba con sus planes.

Pero si el sacerdote vive y persevera en una vida célibe, y si imita la vida virginal de Cristo, entonces cualquier burro entenderá, cualquiera pensará: “Puedo ir allí (a confesarme) con él. Allí puedo desahogarme por completo. No saldrá, quedará entre nosotros. Si son lo suficientemente buenos para mantener su celibato, entonces también son capaces de mantener “el silencio”. Pero ya no sienten esto por los que están casados. Al contrario, entonces piensan: “Él está casado, por lo tanto no ha podido mantenerlo (el celibato), entonces cómo… (Ríe de malvada alegría…) ¿Refrenar su lengua, cuando ni siquiera es dueño de su propio cuerpo?

Exorcista: ¡Di la verdad, nada más que la verdad, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: El celibato es el deseo de Cristo. No debe apartarse de él, ni una yarda, ni un ápice. Los que se han casado deben volver y arrepentirse de su culpa – sería mejor que cada uno pudiera tener su tiempo terminado, que arrepentirse de su culpa – entonces él... pero como están las cosas...

Exorcista: Continúa, di lo que la Santísima Virgen te manda decir; ¡Lucifer no tiene derecho a molestarte, debe irse! ¡Continúa, di lo que debes decir, en nombre de la Santísima Virgen, y solo la verdad!

 

DISPONIBILIDAD PARA ESCUCHAR CONFESIONES

Judas Iscariote: Incluso si la gente quisiera ir a confesarse, tienen muy pocas oportunidades. Los tiempos de confesión son a lo sumo una hora y luego solo vienen unos cuantos viejitos (risa irónica)

Exorcista: ¡Continúa, di la verdad, di lo que debes decir, en nombre de la Santísima Virgen!

Judas Iscariote: Entonces los sacerdotes se sienten molestos. Se preguntan: “¿Tan pocos y solo ancianos? Pronto podremos enviar la confesión al trastero. ¿Vamos a estar también obligados a asistir a las ceremonias penitenciales?”. Luego, en el momento en que los ancianos han terminado sus oraciones por la confesión, estos sacerdotes abandonan el confesionario, de modo que los que están esperando creen que se perderán la confesión a menos que se apresuren a entrar al confesionario. Entonces no pueden (explosiones de risa...).

Exorcista: ¡Di la verdad, en nombre de la Santísima Virgen! ¡Dejar de reír!

Judas Iscariote: ...ni siquiera pueden, por temor a que el confesor se les escape, prepararse debidamente, como lo harían de otro modo (risa a carcajadas).

Exorcista: ¡En nombre de la Santísima Virgen, di la verdad!

Judas Iscariote: No quiero decir más, no quiero.

Exorcista: ¡Sí! ¡Debes hablar, decir lo que la Santísima Virgen quiere! ¡Has de decir hasta el final lo que la Santísima Virgen quiere, y nada más!

Judas Iscariote: Si los sacerdotes fueran a escuchar confesiones por varias horas; si el Viernes Santo, al hablar de la Muerte de Cristo, pudieran aprovechar para hablar también de la muerte del hombre. Podrían recordar que todo el mundo debe morir y que debe preparar su alma para la muerte – de esa manera, miles de almas serían arrebatadas del Infierno (suspira lastimosamente),

Exorcista: ¡No seas molesto! ¡No tienes derecho a tirar de esa estola, en nombre de...!

Judas Iscariote: No es idea nuestra, pero nos vemos obligados; Beelzebub y Lucifer quieren que los molestemos.

Exorcista: ¡Belzebub y Lucifer tienen que desaparecer! ¡Judas Iscariote, tú solo hablas, en nombre de la Santísima Virgen, en el nombre...!

Judas Iscariote: Sembramos desorden por todas partes. Debido a que Beelzebub está aquí, tenemos más poder en todos los sentidos. Ronda en todas direcciones y siembra desorden donde puede.

Exorcismos: Los demonios enseñan la fe católica
Todos los exorcismos
  • Exorcismo (1): El demonio Akabor enseña la fe católica

    El modernismo es falso. El modernismo debe ser totalmente rechazado. Es obra nuestra, viene del infierno. Los sacerdotes que difunden el modernismo ni siquiera están de acuerdo entre ellos. Nadie está de acuerdo con nadie. Esa sola indicación debería bastarle
  • Exorcismo (3): Demonio Belcebú y demonio humano Judas Iscariote enseñan la fe católica

    Si las mujeres se quedaran junto a sus fogones, para preparar buenas comidas para sus hombres, no habría tantos divorcios como ahora. Si las mujeres cumplieran mejor con sus tareas domésticas y prepararan un hogar más agradable para sus maridos, habría menos desencuentros y separaciones
  • Exorcismo (4): Demonio Veroba enseña la fe católica

    Pronto, Jesucristo ya ni siquiera estará presente en todas las misas. Incluso ahora, Él ya no está presente en todas partes. Ya hay muchos sacerdotes que no creen en la presencia sacramental de Jesucristo en la Consagración. Es muy triste; ya no hay muchas gracias que provengan de ella (la Consagración) o apenas ninguna.
  • Exorcismo (5): Demonio Alliba enseña la fe católica

    Nunca ha habido tanta confusión como ahora. En efecto, hubo una crisis muy grande en la época de la Reforma... Fuimos nosotros quienes influenciamos a Lutero, y el Viejo (Lucifer) quien influenció a Zwingle. Era necesario que el Viejo tomara a Zwingle
  • Un cura condenado advierte a los miles de sacerdotes que están en el camino de la perdición

    ¡Ah! ¡Qué destino para mí en el infierno! ...Desgraciadamente, los sacerdotes no saben lo que es estar condenado al infierno y lo que es el infierno. En la actualidad, casi todos los habitantes de la Tierra optan por la línea de menor resistencia

Source: Warnings from beyond