(DeepL Translator) Las profecías nos ayudan a comprender el tiempo en que vivimos…
Todas las Profecias
- La humanidad debe orar y sacrificarse en reparación por los pecados del mundo. Vienen días de tribulación sobre el mundo tan grandes como los conocidos desde el principio de los tiempos
- Todos los elementos se alterarán, pues es necesario que todo el estado del siglo cambie; en efecto, la tierra, asaltada por el miedo, experimentará en muchos lugares temblores espantosos y se tragará a los vivos; muchas ciudades, fortalezas y castillos se derrumbarán y serán derribados por los terremotos. Los frutos de la tierra disminuirán
- Se acerca la hora de la justicia de Dios y será terrible! Tremendos flagelos se ciernen sobre el mundo…. Y si los hombres no ven en estos flagelos las llamadas de la Divina Misericordia y no vuelven a Dios con una vida verdaderamente cristiana, vendrá otra guerra terrible de Oriente a Occidente, y Rusia con ...
- La revolución se extenderá a todas las ciudades de Francia. Habrá una gran matanza. Esta revolución durará sólo unos meses pero será terrible…. Las persecuciones contra la Iglesia serán aún mayores, pero no durarán mucho. Todas las iglesias serán cerradas… Los sacerdotes tendrán que esconderse
- Llegará la hora en que el Padre permitirá a cada uno de ustedes ver su alma como Él la ve. Entonces vendrá la unidad, pero también la gran batalla. Estad preparados… La Cruz Luminosa, que se extenderá de este a oeste y aparecerá en el cielo, será el signo del retorno de Jesús en la ...
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1.
Fuego del cielo; caída de un cuerpo celeste sobre la tierra
Siglo XVIII, profecía del monje Basilio de Kronstadt, San Petersburgo: “…En el tiempo en que el becerro de oro será derribado (será el tiempo de la bestia marina) veréis señales en el cielo ...
Siglo XIII, profecía de Juan de Batiguerro: “…Se verán muchas señales en el cielo y muy sorprendentes: el sol se oscurecerá y aparecerá de color de sangre a los ojos de mucha gente. Dos lunas se verán una vez, durante unas cuatro horas, al mismo tiempo; muchas cosas sorprendentes y admirables aparecerán cerca de ellas. Las estrellas chocarán; será un signo de destrucción y masacre de casi todos los hombres. El curso natural del aire será casi completamente cambiado y pervertido por enfermedades pestilentes…”
Profecía del siglo XVII, Ven. María de Ágreda, España: “…Hacia el fin del mundo se producirá un castigo sin precedentes para la humanidad…”
Profecía del siglo XVIII, Bernhard Rembort: “…los clérigos vestirán túnicas orgullosas…. Y como el pastor es negligente, el rebaño se corromperá. Será imposible distinguir al campesino del conde. El orgullo y la vanidad del mundo no tendrán parangón. Se llegará al punto en que ya no se dará gracias a Dios por la comida…. El ingenio de los hombres creará maravillas, y esto les llevará cada vez más a olvidarse de Dios. Se burlarán de Dios porque se creen todopoderosos, por los coches que recorren el mundo sin ser tirados por seres vivos. Hasta el punto de que calcularán sus rutas según el vuelo de los pájaros [1]. Este es el orgullo de los hombres, que se ríen de las señales que les dan los cielos. Uno verá estas señales en el aire y en la tierra, pero no querrá tomarlas en consideración…. Y como el orgullo y la lujuria y la pompa de los vestidos [2] son tan grandes, Dios castigará al mundo.
Lloverá veneno sobre los campos, causando una gran hambruna en la tierra, de modo que miles de personas buscarán un hogar mejor en el agua. La gente querrá imitar a los pájaros y volar por el aire…. Veo a las madres lamentándose. Oigo los llantos de los huérfanos. Oigo los lamentos de los hambrientos. Veo también el desprecio de los profanadores de Dios”.
- Notas: [1] El 13 de septiembre de 2016, el diario ‘Repubblica’ publicó un artículo titulado “El vuelo de los pájaros ‘virtuales’ inspira los futuros aviones sin motor” en el que se afirmaba, entre otras cosas: “Los pájaros virtuales, cuyas acrobacias en vuelo han sido reproducidas en un modelo matemático, han permitido comprender cómo los pájaros reales afrontan larguísimos viajes de migración aprovechando los flujos de aire turbulento. El resultado sienta las bases para aumentar la autonomía de los futuros aviones sin motor”.
- [2] Aquí se hace referencia probablemente a las extravagantes creaciones de los diseñadores de moda actuales que, sin pudor, proponen cada vez más ropa muy cara, además de escandalosa, en nombre de una exasperada búsqueda del exceso, en la exaltación de la desnudez y la ambigüedad sexual.
Siglo XVIII, profecía del padre Nectou: “…Los elementos mismos se trastornarán. Será como un pequeño Juicio General. Una gran multitud de personas perecerá en estos tiempos de calamidad…”
Siglos XVIII-XIX, profecía de Sor Marianne, Francia: El capellán de las Ursulinas de Blois, P. Pierre-François Richaudeau, basándose en las memorias de la Madre Providencia (confidente de Sor Marianne y depositaria de sus predicciones), relata lo siguiente en su libro “La prophétie de Blois”: “Marianne habló de una tormenta que superaría las proporciones conocidas; pero la Madre Providencia añadía a veces que no podía decir con certeza si sería en el orden físico o en el moral. Esta tormenta se parecería en algo a un juicio final”.
Siglo XIX, profecía de la Beata Ana María Taigi, Siena: “…Dios enviará dos castigos: uno será en forma de guerras, revoluciones y otros males; se originará en la tierra. El otro será enviado desde el Cielo. Vendrán sobre la tierra inmensas tinieblas que durarán tres días y tres noches…”
Siglo XIX, profecía de la Ven. Madre Agnes Steiner: “…Veo al Señor azotando al mundo y castigándolo de un modo tan horrible que quedarán pocos hombres y mujeres… El Señor me ha mostrado lo hermoso que será el mundo después de este terrible castigo. La gente será como los cristianos de la Iglesia primitiva…”
Siglo XIX, profecía del Hermano Roch: “…Durante mucho tiempo Dios ha sido paciente con la corrupción moral…. Destruirá a la mitad de la humanidad…”
Siglo XIX, profecía del Ven. Padre Bernardo M. Clausi: “…Antes de que llegue este azote, los males del mundo aumentarán de tal manera que parecerá como si los demonios hubieran salido del infierno y los buenos vivirán en un verdadero martirio a causa de las persecuciones de los malos…”
Siglo XIX, profecía del Ven. Padre Bernardo M. Clausi: “…Las cosas deben llegar a un punto culminante, y cuando la mano del hombre ya no pueda hacer nada y todo parezca perdido, entonces Dios pondrá su mano allí…”
Siglo XIX, profecía del Venerable Padre Bernardo M. Clausi: “…Tal azote será general en todo el mundo, y los que queden parecerán quedar solos ante lo terrible del mismo…”
Siglo XIX, profecía del Venerable Padre Bernardo M. Clausi: “…el azote será general en todo el mundo y será grande y terrible y general para todo el mundo y cuando este azote ocurra no habrá nada que se pueda hacer más que rezar…”. Después de este espantoso caos, renacerá el orden, se hará justicia a todos y tal será el triunfo de la Iglesia que nunca habrá tenido uno igual.”
Siglo XIX, profecía del Venerable Padre Bernardo M. Clausi: “…y entonces todos serán buenos y penitentes. Este azote será instantáneo, de corta duración, pero terrible…”
1820, del diario de la Beata Elisabetta Canori Mora: “…por las muchas iniquidades que se cometen, Dios ha determinado enviar un terrible castigo sobre la tierra, para lavar tanta inmundicia e iniquidad que se comete. Las oraciones de las almas que el Señor se digna por su bondad llamarlas por el nombre de sus amados, éstas con sus oraciones van a pasar el tiempo. Pero, aunque llegue este tiempo terrible y espantoso, Dios cerrará sus oídos y no escuchará ninguna oración, sino que impulsado por el celo de vengar los más graves agravios que reciba su divina justicia, castigará severamente a todos, sin que ninguno pueda resistir ni escapar de su mano vengadora. Encomendémonos calurosamente al Señor para que se digne usar de misericordia con nosotros…”
19 de marzo de 1820, visión de la Beata Elisabetta Canori Mora: “…el gran castigo que Dios está a punto de enviar sobre la tierra, a causa de las grandes iniquidades cometidas por la mayoría de los hombres, se mostró a mi espíritu por medio de la cognición intelectual. ¡Oh qué espanto, oh qué horror tuvo mi pobre espíritu! Se me mostró el brazo todopoderoso de Dios, que estaba armado con un azote fuerte y pesado, para desencadenarlo momentáneamente sobre nosotros, miserables mortales. En esta aflictiva situación vi la santísima humanidad de Jesucristo, que impedía a su divino Padre descargar el golpe más fatal, donde casi todos los hombres perecerían bajo tan despiadado azote. Mi pobre alma, por el gran temor de ver la indignación de Dios, llena de santo temor, estaba toda dentro de mí y humillada hasta el fondo de mi nada, desde cuyo fondo, con abundantes lágrimas y ardientes suspiros pedía misericordia, ofreciendo de todo corazón la preciosísima sangre de Jesús y sus infinitos méritos al eterno divino Padre, para que se dignase aplacar su justísima indignación, encolerizada contra nosotros, infelices pecadores…”
4 de enero de 1884, mensaje a Marie-Julie Jahenny, Blain en Francia: “…La crisis llegará repentinamente para todos, los castigos serán universales y se sucederán sin interrupción…”
15 de junio de 1950, mensaje de Nuestra Señora a Teresa Musco, Caiazzo (Caserta) Italia: “…Muchos hombres, traspasan el corazón ya muy lacerado de Mi Hijo. Si los hombres no se arrepienten, el Padre infligirá un gran castigo al mundo y todo será un desastre…”
13 de agosto de 1951, mensaje de Nuestra Señora a Teresa Musco, Caiazzo (Caserta) Italia: “…El Padre enviará un gran castigo sobre todo el género humano…”
10 de octubre de 1973, mensaje de Nuestra Señora a Teresa Musco, Caiazzo (Caserta) Italia: “…Una nueva guerra está a punto de comenzar en la tierra donde nació el Salvador, es decir, Mi amado Hijo, y no se detendrá. Parece que hacen la paz pero no es verdad, porque de allí nacerá la gran guerra, de allí viene el gran castigo del cielo y de la tierra…”
23 de julio de 1973, mensaje de la Virgen a Teresa Musco, Caiazzo (Caserta) Italia: “…Muchos científicos están inventando armas con las que será posible destruir gran parte de la humanidad en pocos instantes… Dios castigará a la humanidad con mayor severidad que con el Diluvio. Si todo procede como ahora, y si la humanidad no se convierte, veréis cómo perecerán juntos los grandes y los poderosos, los pequeños y los débiles…”
1937, mensaje de Nuestra Señora a los videntes de Heede, Alemania: “…El mundo tendrá que beber hasta el fondo el cáliz de la ira divina por sus innumerables pecados, que han herido el Sagrado Corazón de Jesús…”
1945, mensaje de Jesús a los videntes de Heede, Alemania: “…Que los hombres hagan penitencia por sus pecados. Apártense sinceramente del mal y recen, recen mucho, para que la ira de Dios se apacigüe. Recen con frecuencia el Santo Rosario, esa oración que tanto puede hacer ante Dios. Menos diversiones y pasatiempos. Estoy muy cerca; la tierra temblará…. Será terrible. Un juicio en pequeño… Lo que sucederá será terrible, como nunca se ha visto desde el principio del mundo… superará con creces todo lo que ha sucedido hasta ahora… Muchos blasfemarán contra Mí y, a causa de ello, permitiré que sobrevengan desgracias al mundo, pues así muchos se salvarán…”
6 de septiembre de 1936, mensaje de Jesús a Teresa Neumann, Konnersreuth Alemania: “…En este momento se desatan las furias del Infierno. El castigo de Dios es inevitable…. Ocurrirá de repente. Afortunados los que ya están en la tumba. Les advertí y pospuse [el castigo], como hice con Sodoma; pero Sodoma no me escuchó, igual que la gente no me escucha hoy, ni sigue mis advertencias. Por lo tanto incurrirán en la triste experiencia de Mi ira, la cual merecen”.
Nota: Esta profecía es de 1936 (unos años antes de que comenzara la Segunda Guerra Mundial), por lo que el castigo del que se habla es probablemente la Segunda Guerra Mundial. También en Fátima, 19 años antes, Nuestra Señora había predicho que si los hombres no dejaban de ofender a Dios habría otra guerra, peor que la Primera Guerra Mundial, con la que Dios castigaría al mundo. Sin embargo, es probable que esta profecía de Teresa Neumann tenga un espectro más amplio que abarque también el futuro “gran castigo” del que han hablado muchos profetas.
1952, la mística Teresa Neumann, Konnersreuth Alemania: “…Un terrible castigo está a punto de caer sobre el mundo, que será el peor que jamás haya ocurrido en la historia de la humanidad y que el mismo Señor Jesucristo ha calificado como el “Juicio Final en pequeño…”
1954, mensaje de Jesús a la Beata Elena Aiello, Calabria: “…El mundo ya no merece perdón sino fuego, destrucción y muerte. Debe haber mucha penitencia y oración por parte de los fieles para mitigar el merecido castigo que ahora está siendo frenado por la intervención de Mi querida Madre que es Madre de todos los hombres. Se acerca el azote que limpiará la tierra del mal. La Justicia Divina clama satisfecha por las muchas ofensas y males que cubren la tierra. No se tolerará otra cosa. Los hombres en su obstinación se han endurecido en sus errores y por eso no se vuelven a Dios…”
27 de junio de 1958, mensaje de la Virgen a Matúš Lašut, Turzovka: La Virgen dijo que la oración puede retener la justicia de Dios. Matúš describe el castigo en estos términos: (1) El sol dejará de calentar, habrá veranos fríos con malas cosechas; (2) Habrá terribles inundaciones y otras desgracias que vendrán a través de los elementos; (3) Habrá terremotos y las montañas se moverán; (4) Las iglesias se derrumbarán, las casas se moverán y serán arrastradas por las inundaciones; (5) Los incrédulos blasfemarán, en su desesperación; (6) El aire se llenará de formas demoníacas que son las incorporaciones del pecado y del vicio. Estos fantasmas aterrorizarán a la humanidad. Nuestra Señora también dijo: “Estos días comenzarán con estruendos de truenos y temblores de tierra. Entonces cerrad bien vuestras casas, rezad, haced la señal de la cruz, arrepentíos de vuestros pecados, invocad la ayuda de la Madre de Dios, y Ella os pondrá bajo su protección.”
1 de julio de 1958, mensaje de la Virgen a Matúš Lašut, Turzovka: La Virgen reveló a Matúš que después del Gran Castigo la naturaleza se calmará y aparecerá una luz brillante; pero el mundo no será reconocible. Todo será destruido. Será difícil encontrar vida y seres vivos. Dios castigará a los malvados y a los que hayan blasfemado contra Él. Sobre el destino de los buenos, la Virgen dijo: “Todos mis hijos recibirán y llevarán la señal de la cruz en la frente. Sólo mis elegidos verán esta señal. Estos elegidos serán instruidos por mis ángeles sobre cómo comportarse. Mis fieles no tendrán miedo en las horas más difíciles. Serán protegidos por los buenos espíritus y serán alimentados por el Cielo desde donde recibirán más instrucción. Caerán en un sueño parecido al de la muerte, pero estarán protegidos por los ángeles. Cuando despierten estarán como recién nacidos. Sus cuerpos serán hermosos y sus almas estarán impregnadas de Dios. La tierra será hermosa y mis elegidos verán cómo Dios cuida de ellos”.
De la carta del Padre Tomislav Vlasic al Papa del 16.12.1983, en la que relata las revelaciones recibidas de la vidente de Medjugorje Mirjana Dragicevic: “…Los secretos noveno y décimo son algo grave. Son un castigo por los pecados del mundo. El castigo es inevitable porque no podemos esperar una conversión del mundo entero. El Castigo puede mitigarse mediante la oración y la penitencia. No puede suprimirse…”.
6 de julio de 1973, mensaje de la Virgen María a Sor Agnes Sasagawa, Akita: “…Para que el mundo conozca Su ira, el Padre Celestial se dispone a infligir un gran Castigo a toda la humanidad…”
22 de enero de 1983, mensaje de Nuestra Señora a Amparo Cuevas, El Escorial: “…el Hijo del Hombre está a punto de venir para juzgar a toda la humanidad…”
20 de enero de 1983, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…Vendrán grandes castigos. El Enemigo formará una guerra en el aire con armas atómicas. ¡Cuántos cuerpos volarán por el aire y su piel se desprenderá de sus cuerpos! Miles de millones de ojos lo verán y aun así, creerán”.
27 de marzo de 1983, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…Cumplid con vuestro deber, hijos míos, porque el castigo está muy cerca […] Varias naciones serán destruidas y las que queden serán purificadas. Este gran castigo está muy cerca: parecerá que el mundo arde. Ya muchos no soportarán la mera advertencia y morirán”.
29 de enero de 1983, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…en el planeta Tierra se aproxima un gran Castigo jamás visto por la humanidad. Grandes nubes de humo… y de fuego destruirán lo que los hombres han construido. También habrá grandes terremotos… grandes huracanes, grandes sequías… ¡Será horrible! Quiero que se salve al menos un tercio de la humanidad”.
14 de enero de 1983, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…El mundo se verá envuelto en llamas. El Castigo no se puede evitar; pero con la oración y el sacrificio, Dios Padre ofrecerá más de una ocasión para que se salven más almas…”
3 de septiembre de 1983, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…El Castigo será mayor en los lugares donde hay más pecado. París, hija mía, será envuelta en llamas y grandes naciones serán tragadas bajo la tierra…”
11 de febrero de 1982, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…No conocen el castigo que se avecina. El castigo está cerca; consistirá, hija mía, en que los astros se estrellarán contra la Tierra; van a destruir a la mayor parte de la Humanidad. El astro Eros iluminará a toda la Humanidad; será horrible, hija mía, parecerá que el mundo está ardiendo, sólo serán unos segundos; muchos de los humanos desearán estar muertos en ese momento. Incluso los justos lo verán, pero no les afectará en absoluto. También muchos humanos morirán por la gran impresión; será como una lluvia de fuego; toda la tierra temblará, hija mía, será horrible.”
Eros es un asteroide del sistema solar. Su órbita lo acerca periódicamente a la Tierra. La próxima vez que pase cerca de nuestro planeta será en 2056.
26 de febrero de 1982, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…el castigo está muy cerca; el toque de las trompetas sonará muy pronto y, en ese momento, la Tierra temblará y el sol girará sobre sí mismo con grandes explosiones, y la luna se oscurecerá, y se verán muchos fenómenos por todo el planeta Tierra. Una estrella iluminará la Tierra. Parecerá envuelta en llamas, durará veinte minutos; cundirá el pánico por todas partes. Todos los que creen en Dios y en la Santísima Virgen permanecerán como en éxtasis durante esos veinte minutos. Esto está muy cerca, hija mía”.
1 de julio de 2000, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: La primera parte de este mensaje está también presente, y es perfectamente idéntica, en los mensajes recibidos por Enzo Alocci el 15 de mayo de 1977 y el 31 de julio de 1966.”…Astros de más de 12 kilómetros de longitud caerán sobre la Tierra…”.
5 de mayo de 1984, mensaje de la Virgen a Amparo Cuevas, El Escorial: “…Pero tened cuidado, porque, cuando la luna empiece a teñirse de rojo y las estrellas comiencen a perder su brillo, se acerca la hora, hijos míos…”.
La Virgen habla aquí del tiempo de la segunda trompeta, refiriéndose evidentemente al versículo 8,8 del Apocalipsis: “El segundo ángel tocó la trompeta: como una gran montaña de fuego fue arrojada al mar..”
24 de febrero de 1983, visión de Amparo Cuevas a Amparo Cuevas, El Escorial: “…Ese es San Pedro, cuando llegue ese momento [el castigo; Nota de la redacción], elegirá un nuevo Papa, se vivirá el Evangelio…”
15 de agosto de 1996, mensaje de la Virgen al P. Stefano Gobbi: “…Todavía he conseguido desplazar en el tiempo el castigo decretado por la Justicia divina, para una humanidad que se ha vuelto peor que la del tiempo del Diluvio…”
Septiembre de 1987, mensaje de Nuestra Señora al P. Stefano Gobbi, Akita, Japón: “…Un castigo peor que el Diluvio está a punto de venir sobre esta pobre y pervertida humanidad. Descenderá fuego del cielo y esto será la señal de que la Justicia de Dios ha establecido ya la hora de Su gran manifestación.”
15 de agosto de 1989, mensaje de la Virgen al P. Stefano Gobbi: “…Aquí debe mostrarse la constancia de todos los hijitos, a quienes llamo a consagrarse a mi Corazón Inmaculado, para vivir Conmigo los últimos momentos de la batalla y caída de Babilonia, cuando la viña de la tierra será vendimiada y los racimos serán arrojados a la cuba de la trituración, que representa el gran castigo de Dios…”
11 de junio de 1987, mensaje de Nuestra Señora a Beulah Lynch y Mark Treanor, Bessbrook: “…Yo soy vuestra Madre. Os amo. El mundo debe cambiar su comportamiento. El mundo debe cambiar. Una gran catástrofe vendrá sobre el mundo. Diles que se den prisa. Esta es una orden de Dios…”
1 de noviembre de 1987, Llamamiento Divino No. 35 de Jesús a Sor Anna Ali, Kenia: “…No retendré la Justicia de Mi Padre Eterno a menos que los hombres regresen. Satanás ha inculcado en sus mentes que Dios no existe. ¡Ay de ellos! Un gran castigo caerá sobre la humanidad…”.
18 de octubre de 1987, Llamamiento Divino nº 24 de Jesús a Sor Anna Ali, Kenia: “…Hija mía, he venido a exhortar a los pecadores a que cambien de vida porque el castigo está cerca; la tierra arderá y se envolverá en humo, las calles se cubrirán de sangre…”
22 de noviembre de 1987, Llamamiento Divino nº 40 de Jesús a Sor Anna Ali, Kenia: “…del Cielo descenderán llamas que destruirán a todos los pecadores y la obra del Maligno; abismos, montañas y lava incandescente envolverán pueblos enteros. Terremotos, inundaciones, electroejecuciones, mares tormentosos, suicidios, drogas y enfermedades de todo tipo. Gran desolación. Niños que se rebelan contra sus padres, almas inocentes que son asesinadas, divorcios, comunistas y todos los pecadores. Un justo castigo pesa sobre ellos…”.
1 de abril de 1987, mensaje de la Virgen a Rosario Toscano, Belpasso, Italia: “…Queridos hijos, debéis entregaros a Dios, porque hay castigos muy graves para la humanidad…”
11 de mayo de 1991, informe de Rosario Toscano, Belpasso, Italia: Rosario Toscano explicó: “…Muchos se han preguntado si estos acontecimientos tan desagradables son muy dolorosos. Baste decir que lloré durante semanas enteras y tal vez no hubiera tenido paz si el Corazón de nuestra Madre no me hubiera consolado, y si la Gracia del Señor no me hubiera asistido. Ahora estoy llena de esperanza en la bondad del Señor. Porque Dios no quiere aterrorizar a sus hijos, sino que quiere amonestarlos como el símbolo de las caderas de Nuestra Señora rodeadas por una banda blanca: Estad siempre preparados”.
3 de marzo de 1995, mensaje de la Virgen a Christiana Agbo, Aokpe Nigeria: “…Hijos míos, hoy he venido a pediros una vez más que os arrepintáis de vuestros pecados, si no os arrepentís Dios se enfadará con vosotros. Habrá problemas en el mundo. Dios enviará destrucción sobre el mundo y será verdaderamente grande. La ira de Dios descenderá sobre la tierra…”.
26 de octubre de 1996, mensaje de Jesús a Catalina Rivas, Bolivia: “…Tienes casi a las puertas el castigo impuesto por la justicia de Mi Padre, no se puede evitar, pero se puede mitigar con la oración y la devoción a Mi Corazón.”
23 de enero de 1996, mensaje de Jesús a Catalina Rivas, Bolivia: “…Todo se cumplirá porque el cielo y la tierra pasarán, pero Mis palabras no pasarán […] Mi Madre en otras ocasiones había anunciado el castigo, pero hoy la hora está mucho más cerca. Los pueblos más fuertes destruirán a los más débiles. Todos los derechos humanos serán oprimidos. Sangre y fuego sobre toda la tierra. Cosas nunca vistas desde la creación del mundo. El cielo no tendrá más que reflejos de fuego; no será azul, sino cargado del humo de los medios de destrucción… La tierra quedará envuelta en un manto negro…”
Un mensaje idéntico al de Catalina Rivas, que acabamos de proponer, recibió Sor N.N. el 31 de agosto de 1968: “…El tiempo del verdadero Apocalipsis está muy lejos y será querido por Dios, mientras que éste será querido y preparado por el hombre. Jerusalén, Jerusalén, ¡cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas y no has querido…!”
12 de septiembre de 2002, la vidente de Conyers, Nancy Fowler: “…Jesús me reveló que venía un castigo sobre el mundo, y recé para que Dios tuviera Misericordia del mundo…”
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Fuente: Profezie Terzo Millennio