Enero 27 2021 – Llamado de San Miguel al Pueblo de Dios. Mensaje a Enoch.
Consagraos a Mí, y a la Milicia Celestial, vosotros y vuestras familias
“¿Quien Como Dios? ¡Nadie Como Dios!”
“Simiente de mi Padre, la Paz del Altísimo esté con todos vosotros.
Hermanos Mortales, días de combate espiritual estáis ya viviendo, no bajéis la guardia con la oración combativa; atad y encadenad los espíritus con el poder de la Sangre del Divino Cordero, y con mi Exorcismo dado al Papa León Xlll, para que podáis permanecer en victoria. Las fuerzas del mal están muy activas buscando hacer perder el mayor número de almas; los ataques en vuestra mente cada vez son más fuertes, es por eso, que debéis de estar en gracia de Dios y reprendiendo a todo instante todo dardo incendiario del maligno que llegue a vuestra mente.
Acordaos rebaño de Dios, que vuestras batallas son espirituales y que antes de entrar en combate, debéis de tener puesta vuestra Armadura Espiritual, para que las fuerzas del mal no puedan haceros daño. No entabléis combate espiritual por vuestra propia cuenta, sin contar primero con la protección del Cielo para que no os llevéis sorpresas desagradables. Acordaos que vuestra lucha no es con gente de carne y hueso, sino contra malignas fuerzas espirituales, las cuales tienen mando, autoridad y dominio, sobre este mundo oscuro. (Efesios 6, 12) Cada que entréis en batalla espiritual, debéis de acudir a Dios, a nuestra Señora y Reina María, a Mí, a mis Hermanos los Arcángeles y Ángeles del Cielo, y a las Almas Bienaventuradas, para que podáis enfrentar estas fuerzas del mal y dar la buena batalla.
Pueblo de Dios, muchas almas por no estar preparadas espiritualmente se van a perder por los ataques mentales. En el tiempo del último reinado del Anticristo el infierno se trasladará a la tierra y, ¡ay, de vosotros mortales que estéis en tibieza espiritual o dándole la espalda a Dios, porque vais a ser presa fácil del reino de las tinieblas! Nuevamente os digo hermanos, revestíos del poder de Dios para que podáis repeler los engaños del demonio, que cada vez os atacará con mayor fuerza buscando apartaros de la fe y el amor de Dios. Milicia terrenal, consagraos a Mí, y a la Milicia Celestial, vosotros y vuestras familias, para que tengáis nuestra protección y seáis guardados de todo mal y peligro.
Quedad en la Paz del Altísimo Pueblo de Dios.
Vuestro Hermano, Miguel Arcángel.
Dad a conocer los mensajes de salvación a toda la humanidad, Simiente de Dios.”
Fuente: mensajesdelbuenpastor